Los más escépticos dicen que la mayor carga fiscal podría anular el impulso adicional anunciado por el Gobierno.
Los efectos del Presupuesto 2015 que ayer anunció la Presidenta Bachelet, podrían empezar a verse durante la última parte de este año, primero en las expectativas, para materializarse en un alza de las inversiones del sector privado a partir de la segunda mitad del próximo año, según anticipó un grupo de economistas.
El ex decano de la Facultad de Economía de la Universidad de Chile, Joseph Ramos, sostiene que el primer efecto que debería producir este "presupuesto contracíclico" -como lo califica-, es un cambio en las expectativas de los agentes. "En los últimos 18 meses hemos visto que las expectativas de inversionistas y los consumidores se ha puesto más pesimistas, y eso genera círculo vicioso, porque si veo que la situación viene mala, recorto mi gasto como consumidor e inversionista. Si esta política reactivadora revierte esa expectativa y hace pensar que ya se tocó fondo, gatilla un gasto que se estaba postergando. Si se va a dar o no, no podría asegurarlo porque no soy adivino".
¿Cuánto tiempo puede tomar que se vea ese efecto? "Si las expectativas dejaran de caer o empezaran a subir en el cuarto trimestre de este año, se habría logrado el objetivo", agrega Ramos.
Añade que "cuando uno ve que el fisco gasta más, la economía se estimula, pero lo que hay habitualmente es que se gatilla un efecto multiplicador: la gente que recibe parte de ese presupuesto, empieza a gastar y presumo que es el efecto que se dará.
El ex gerente general de la Asociación de Bancos, Alejandro Alarcón, coincide en el anuncio de apoyo a las obras de infraestructura que dio el gobierno ayer, "es una señal que será recogida por las empresas a partir de este último trimestre. Hay una parte importante del presupuesto que va al sector de Obras Públicas y las empresas que están en el sector van a prepararse desde ahora. También habrá efectos de transferencia que afectan el consumo de las personas de más bajos ingresos de este país", explicó.
El socio de Econsult, José Ramón Valente agrega que el efecto en la inversión privada no es inmediato y advierte que incluso es probable que este no se de: "La inversión privada aumentará en la medida que sus dueños consideren que la pueden recuperar. Con este presupuesto no hay ninguna señal en esta dirección, todo lo contrario. Lo que hemos visto es hostigamientos a la iniciativa privada en sectores como educación y energía, y no veo señales potentes para que haya una reactivación privada. Puede que deje de caer la inversión, pero de ahí a que se reactive con fuerza...", duda.
Opina similar el socio de la consultora Gemines, Alejandro Fernández: "El efecto sobre la inversión privada es negativo por la mayor carga tributaria y ya se está notando".
Consultado por los plazos para que el efecto del presupuesto 2015 empiece a materializarse en la inversión privada, el economista jefe de Santander GBM, Pablo Correa, asegura que "no antes del segundo semestre en el mejor de los casos, y depende del sector, si es licitado, si ya tienes o no los estudios de rentabilidad social, etc".
En cuanto a los efectos sobre la regla de superávit estructural, los economistas tienen visiones bastante distintas.
Mientras Joseph Ramos califica de "modesta" la violación a esta regla y cree que es rápidamente recuperable el balance en la medida que la economía se reactive, Fernández opina que aunque es posible realinearlo en los próximos tres años "es poco probable y hay una pérdida de credibilidad en el compromiso adquirido con el decreto 892 del Ministerio de Hacienda de julio pasado. El déficit estructural va a ser mayor que el de este año que, a su vez, va a ser superior al 1% del PIB. No se estaría cumpliendo el compromiso de converger a un balance estructural en 2018 (es poco creíble que se logre entre 2016 y 2018) y hay un daño más a la institucionalidad fiscal que pierde credibilidad. Supuestamente un tercio de la reforma tributaria es para volver al equilibrio estructural, lo que no se estaría cumpliendo".