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Edmundo Paz Soldán: "Bolivia debería llegar al mar sin tener una postura fundamentalista"

Visita Chile a fin de mes, prepara continuación de 'Iris' y está armando un compilado de cuentos de Fuguet.  

por:  Juan Carlos Ramírez
lunes, 08 de septiembre de 2014

Por estos días, el escritor boliviano Edmundo Paz Soldán radicado en EE.UU. está terminando una colección de cuentos ambientados en Iris, el mundo alternativo -pero conectado con el actual- donde sucedía su última novela homónima y de ciencia ficción. Al mismo tiempo, para ediciones UDP está armando dos libros: 'Juntos y solos', selección de cuentos de Alberto Fuguet que saldría a fines de noviembre.

Allí se encuentra, por ejemplo, la primera aparición de Matías Vicuña, el "héroe" adolescente de 'Mala Onda'. Un gesto generacional (ver recuadro) al que se suma 'Segundas oportunidades', volumen de artículos "sobre escritores olvidados o menores a los que, pienso, vale la pena revisitar". Este mes llegará a Chile para participar en un panel sobre narrativa boliviana (28) y un taller de cuentos en la Biblioteca Nicanor Parra (29), en el marco del festival de literatura Filba.

Y aunque vive en EE.UU. desde 1991, está al tanto de la demanda marítima de su país contra Chile. "No podemos seguir con la idea de que esto se solucionó en 1904. Estamos en otro siglo y yo creo que una política de buen vecino implica escuchar lo que el otro te quiere decir y tratar de llegar a un acuerdo. Ambas sociedades nos hemos enquistado en posiciones fundamentalistas, y se necesita grandeza de ambas partes para llegar a una solución conveniente para los dos. Bolivia debería poder llegar al mar sin tener una postura fundamentalista. Chile debería poder ceder un poco y ser así aún más grande de lo que ya es como país".

-¿Y cómo ves culturalmente a la Bolivia actual?

-Hay una gran movida cultural en este momento, sólo que nos falta la infraestructura, la caja de resonancia que permita que esa movida sea más conocida. Quizás ahora lo que se está moviendo más es la literatura, hay una nueva generación de escritores, los menores de 40, que es muy sólida y está siendo publicada en todas partes, desde Rodrigo Hasbún hasta Giovanna Rivero, pasando por Maximiliano Barrientos, Liliana Colanzi, Wilmer Urrelo, Juan Pablo Piñeiro, Christian Vera, Sebastián Antezana.

Ciencia y ficción


Desde los cuentos de 'Las máscaras de la nada (1990)', Soldán aspiraba a mostrar una Latinoamerica pop, conectada y alejada del realismo mágico. Lo que Fuguet bautizó como 'McOndo'. Él, por su lado, editó la antología de escritores latinos en EE.UU., 'Se habla español' (2000) y los ensayos 'Bolaño Salvaje' (2008). El escritor, que también es profesor de la Univeridad Cornell, dice que el anti-realismo mágico cumplió su función en esa época. "Ahora no tendría sentido, pero en ese momento sí". Lo que él hizo fue elevar la apuesta al hablar sobre nuestra realidad, pero usando el recurso de la ciencia ficción.

-¿Crees que este género permite abordar mejor temas más pólíticos?

-Es un universo narrativo a la vez escapista y capaz de armarte una fascinante alegoría política. Me gustan esas enormes posibilidades que te da. La ciencia ficción, más que un género, es una forma torcida y desplazada de mirar al mundo y que permite poner en relieve tendencias que están en el aire.

-¿Continentalmente estamos aún dominados por el realismo?

-La literatura realista es nuestro tronco principal. Quizás era necesario para una literatura muy preocupada por la épica, por los proyectos colectivos. Hoy me parece que podemos intentar ser ambas cosas a la vez. Pensar a gran escala sin olvidarse del microscopio.

-¿Cómo sigue influyendo Bolaño en EE.UU.?

-Hay un antes y un después, sin duda. Gracias a Bolaño se ha vuelto a publicar literatura latinoamericana en EE.UU. y Europa. Su influencia es tan fuerte que muchos nuevos escritores necesitan marcar distancias. Pero la mejor manera es enfrentarse a él, leerlo y tratar de sobrevivir al choque.

 Jucio a la McOndo noventeraPop vs. Realismo Mágico

-¿A la distancia, te haces alguna autocrítica sobre McOndo?

-Al luchar contra un estereotipo, una

generalización como la de que América Latina era un continente realista mágico, donde lo extraordinario es cotidiano, nos fuimos al otro extremo y creamos otro estereotipo, otra generalización como la de que el continente es más bien urbano. Quisimos reemplazar la idea del escritor comprometido, otra generalización, por la del escritor preocupado sólo por su obra.

Algo que tampoco somos.

Perdimos los matices, y en literatura los matices lo son todo.

El escritor cuenta que a fines de los 90 los editores dejaron de publicar latinoamericanos en EE.UU. Preferían a los ya nacidos en ese país ("hispanos") como Junot Díaz o Sandra Cisneros. "Decían que eran lo mismo y además se ahorraban la traducción. Pero no es lo mismo. El lenguaje es fundamental de esa diferencia. Vivo acá, pero como escribo en español no se me considera del todo un escritor hispano. Se tendría que poder ser hispano sin dejar de ser latinoamericano. La identidad es acumulativa, es interpelada desde varios centros, uno no pierde un mundo del todo simplemente por adquirir otro".

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