Mañana se estrena 'El hombre más buscado', la última película que el malogrado actor filmó íntegramente.
De la serie 'Happyish', sólo alcanzó a grabar el capítulo piloto.
Si ante la proximidad de la muerte un actor pudiese elegir la última película de su filmografía, probablemente sería el proyecto más ambicioso de su vida. No es el caso de Philip Seymour Hoffman.
"El hombre más buscado" -que "aterriza" mañana en cines chilenos- es un thriller político entretenido y bien hecho que, sin embargo, resulta intrascendente en comparación con películas como 'The master', 'Synedoche, New York' o 'Capote', la actuación que le valió el Oscar.
Posee también un valor testimonial. Como la crónica de una muerte sospechada, el actor se ve cansado, en mal estado físico y pareciera que a ratos le costara incluso respirar. Son debilidades que refuerzan la construcción de su personaje: un desencantado agente alemán; otro antihéroe clásico, de esos que siguen su propia escala de valores y, de tanto en tanto, ahogan sus penas en algún bar solitario.
Aunque "El hombre más buscado" es la última película que el actor filmó íntegramente antes de morir de una sobredosis de heroína a los 46 años, aún quedan proyectos en el tintero. Como las dos películas que marcan el final de la popular saga "Los juegos del hambre". Seymour Hoffman alcanzó a grabar la primera entrega -que se estrenará el 20 de noviembre-, pero dejó inconclusa la segunda.
Pese a todo, el director Francis Lawrence se las arregló para suplir la ausencia mediante la magia del cine y preparar la que será oficialmente su gran despedida. Su importancia está reflejada en el tráiler de "Los juegos del hambre: Sinsajo - Parte 1", que se liberó hace algunas semanas.
Lawrence declaró que no será revivido digitalmente. "Usaremos escenas en las que él no tiene diálogos. Sólo ocuparemos archivos reales, no crearemos una versión digital o robótica de él".
Su proyecto inconcluso es 'Happyish', serie de Showtime en la que interpretaría a un publicista. Solamente alcanzó a grabar el piloto. Su ausencia es lamentable porque funcionaba muy bien en comedias independientes como ésta.
Al momento de morir, Philip Seymour Hoffman estaba también preparando su segunda incursión como director después de la comedia romántica "Jack goes boating" (2010). Se trata de "Ezekiel Moss", película que sería protagonizada por Jake Gyllenhaal y Amy Adams.
