Estrena una obra que aborda la identidad sexual en formato sitcom: empieza un viernes y termina el domingo.
Claudio Arredondo (51), actor y concejal por La Florida, llega del brazo de su madre, la reconocida actriz Gabriela Medina, a un centro médico. Saluda a su hermana, que trabaja ahí, cariñosamente.
Desde que murió su padre, César Arredondo, él es un pilar en su familia. Ahora se conectará con su lado femenino para interpretar a un hombre que decide ponerse implantes, en una sitcom teatral que prepara con el director y guionista Pablo Greene (25), y jóvenes recién egresados de la UC.
"Les dije que sí porque mi papá hizo muchos Fondart con cabros jóvenes, lo pasaba bien. Quizás me está dejando un legado", dice el actor.
El jueves debuta, en Matucana 100, 'Trilogía equipo: Humor negro en tres capítulos'. El formato se organiza en tres días: los viernes es el primer capítulo, los sábados el segundo y termina los domingo. Claro que Arredondo explica que, tal y como ocurre en la TV, no es necesario verlos todos para entenderlos por separado.
La trama gira en torno a una familia de cinco hermanos que deben lidiar con el repentino regreso del padre que los abandonó hace 10 años, quien más encima vuelve con pechugas. El elenco incluye a Alonso Quintero (ver recuadro).
La temática central gira en torno a la tolerancia a distintas identidades sexuales. "Este tipo tiene placer con hombres, con mujeres o lo que sea. No es ni muy femenino ni masculino", comenta Arredondo. "Soy un ferviente creyente de que con humor se pueden acercar mucho mejor temas que son complejos".
Sus "prótesis" fueron hechas con medias y garbanzos. "Es difícil tener pechugas, he ensayado pocas veces con ellas. Es súper incomodo", cuenta entre risas.
Le costó ponerse sostenes por primera vez. "¡Fue terrible! Cruzo mucho los brazos y es imposible. No sé dónde meter las manos. ¡Es tan incómodo!".
"Tengo experiencia con sostenes. Los suelto con mucha facilidad y con una mano. Me gusta sacarlos", confiesa con una carcajada.
Vuelve a la seriedad y habla de la apertura que hoy en día ve en los jóvenes. "Nadie se hubiese atrevido con esta obra hace 20 años. Pero los códigos van cambiando en la sociedad. Es bueno que se muestre la vida tal cual es".
Para él, el límite entre la libertad y el libertinaje es la buena educación: "Si la tienes vas a tener un buen criterio. No creo en una sociedad absolutamente libertaria".
El actor lleva dos años como concejal independiente por La Florida. Hoy en día reconoce que no volvería a hacerlo.
"Pensé que era un trabajo mucho más liviano y que iba a estar con la gente, no quiero ganar otra elección".
Admite que uno de los puntos que más lo han afectado son sus diferencias con el alcalde Rodolfo Carter (ex UDI). "Lo he pasado bien y mal. Con el alcalde chocamos mucho. Soy independiente, pero de izquierda. Me he dado cuenta también de muchas cosas que no van con mi forma de pensar. Por ejemplo, los acomodos que se hacen a todo nivel".
-¿Decepcionado?
-Me lo esperaba, pero vivirlo es diferente. Siempre se habla de que se ofrecen grandes cantidades para votar ciertas cosas; a mí que no me ofrezcan ni un candy porque voy a gritar. De todos modos, ha sido un aprendizaje que agradezco en el alma.
