Este jueves abre la exposición "Voy & Vuelvo" supervisada por el propio poeta, que se niega a homenajes formales.
"¿Por qué no celebran los 60 años de 'Poemas y antipoemas', mejor?", ha dicho Nicanor Parra a sus cercanos. El 5 de septiembre cumplirá los 100, y él prefiere distinguir su retiro como "persona" en Las Cruces de la exposición que tiene el "personaje" que habita en sus antipoemas y obra visual.
Por lo mismo, supervisó la exposición 'Voy & Vuelvo', que este mediodía se inauguró en la biblioteca de la UDP, que lleva su nombre. También aprobó la publicación de 'Temporal' -poema inédito rescatado de un viejo cassette donde lo leía completo- y 'Antiprosa', selección de textos dispersos, discursos y relatos como el cuento 'Gato en el camino' (1935), su primera obra publicada a los 21 años.
Pero lo que más lo llenará de orgullo será la edición conmemorativa de 'Poemas y antipoemas', libro fundacional de la antipoesía, lanzado hace exactas seis décadas. Todo por ediciones UDP, responsable de su catálogo.
"A él le interesa la materialidad, los libros grandes, siempre está supervisando eso. Y eso incluye las fotos. Nada en Nicanor Parra es casual. Ni su suéter, ni sus gafas, ni cómo posa", explica el director de la editorial, Matías Rivas.
"Lo más notable es cómo durante toda su vida ha sido resistente al poder y cómo maneja todos los lenguajes, desde el literario al visual. Es nuestra gran estrella pop. Y tiene 100 años, puede hacer lo que quiera", afirma Rivas.
Hasta anoche se estaba trabajando en la exposición. El arquitecto Hernán Edwards miraba concentrado los libros, esculturas y corazones con patas (el famoso "Mr. Nobody" de Parra). Él es uno de los responsables junto a Colombina Parra y el crítico español Ignacio Echevarría, quien oficia de curador.
Impresionaba ver las bolsas con artefactos, pelelas y carteles escritos por el propio Parra, esperando ser instalados. Los universitarios que circulaban -porque todo se fue armando "en vivo" frente a ellos- tomaban fotos discretamente desde sus celulares.
De la muestra hay al menos dos piezas tremendas: 'El pago de Chile', con todos los presidentes del país ahorcados, incluyendo a Piñera y Bachelet -la que provocó polémica mediática en su instalación el Centro Cultural La Moneda en 2006- y una gigantesca cruz con la inscripción 'Voy & vuelvo', que se quedará para siempre en la biblioteca.
Así lo confirma Rodrigo Rojas, profesor de la UDP y amigo de Parra, quien estuvo esta semana en su casa. "Te aseguro que su memoria es mejor que la tuya y la mía juntas", señala.
"Esta es la mejor exposición de Parra en sus 100 años", explica Rojas. Y aclara que cuenta "con su control absoluto".
Aunque estas piezas se relacionan con las exposiciones de Guadalajara (2012) y la Biblioteca Nacional de Madrid, el año pasado, esta es "una curatoría diferente". "Funciona en torno a la visión de Echevarría, un crítico que editó sus obras completas. Cada estación va acompañada de una guía de lectura, sin frases pomposas ni hermetismo", dice Rojas.
"Se puede ver cómo Parra opera en tres niveles. Primero te genera simpatía; luego viene la reflexión en torno a eso que vimos en un principio como chiste; y finalmente, te explota en la cara. Porque hay un factor de riesgo en su antipoesía, donde muchas veces sus textos se vuelven contra el propio lector. Y eso lo vuelve indomable".
