En las calles principalmente se rodó la serie que incluye testimonios y datos desconocidos en uno de los estrenos más esperados de la TV.
No se trata sólo de un tributo a una banda de rock trascendente. "Se trata de recrear una parte de un Chile que parece lejano, pero guarda mucha relación con lo que se vive ahora", dice Jordi Bachs, director de 'Sudamerican rockers', la serie que CHV estrenará en agosto y que cuenta, en su primera temporada, los inicios de Los Prisioneros, encarnados por Michael Silva (Jorge González), Diego Boggioni (Claudio Narea) y Eduardo Fernández (Miguel Tapia).
El primer ciclo relata los años previos al disco debut, 'La Voz de los ´80', que van desde 1979 hasta 1983 y busca representar cómo era la vida en la "república independiente" de San Miguel en aquellos años.
'Sudamerican rockers' se realizó desde una mirada cinematográfica desde los tiros de cámara, la fotografía y la dirección de arte. La idea, según sus realizadores, es diferenciarse de referentes como 'Los '80' o 'Secretos en el jardín'. "Esta historia está situada en la calle. Tratamos de recrear San Miguel, sus plazas, sitios eriazos, etc. Hay escenas interiores, pero fundamentalmente sacamos la serie a la calle. Hicimos un esfuerzo por recrear la vida en la comuna, las micros, los locales comerciales, los vecinos y nos diferenciamos", dice Bachs.
Para el rodaje nocturno tuvieron colaboración de la Municipalidad de San Miguel para cortar las calles y el alumbrado público. "Había que eliminar la luz amarilla que no es la que había en la época. Tuvimos que apagar cada farol que interfería en esa estética. A veces eran cuadras y cuadras. Tuvimos que pintar las cunetas que hoy son amarillas y antes no. Esconder los lomos de toro, que implica todo un trabajo digital, lo mismo para borrar las antenas de cable de las casas, las rejas y las protecciones de las ventanas que antes no existían. Es increíble lo que hoy la gente ha invertido en seguridad. Todo lo modificamos en la post producción: autos y micros del Transantiago que a veces aparecían en el fondo del cuadro y tuvimos que transformarlas digitalmente en las micros de la época".
Para el vestuario se hizo un trabajo de investigación de archivo fotográfico y testimonios de la época. "Había que crear la diferencia entre cómo se vestía la gente en San Miguel y la del barrio alto. Además, la vestimenta de Los Prisioneros, que siempre fue contraria a los grupos más producidos. Siempre quisieron vestirse como gente normal. Tuvimos que investigar y encontrar los chalecos ordenaditos de Miguel, las poleras de Claudio, las camisas cuadrillé de Jorge. Parte del vestuario se confeccionó especialmente para la serie, pero fue sometida a un proceso de envejecimiento. También fuimos a la ropa usada. En esos tiempos había que usar ropa heredada, zapatos reparados y parches en las rodillas de los pantalones".
-¿Te hubiese gustado más colaboración de parte de Los Prisioneros?
-Nos hubiese gustado. Siempre estuvimos en contacto, sin embargo, no pudimos tener su aporte. Nos hubiese gustado en términos de piel, de las sensaciones de la época, pero lo que se logró con los actores me parece que es bastante cercano. Tengo fe en que cuando Los Prisioneros reales vean la serie se van a sentir identificados, porque su historia es la historia de Chile. Hasta hoy la desigualdad y la falta de oportunidades es tema central del debate en nuestro país".
