Néstor Cantillana enfrentaba este lunes el peor escenario que la ficción le podía deparar. Está a horas de ser fusilado por crímenes de asesinato y violación. En el Chile de los ´80 es sindicado como uno de los sicópatas de Viña del Mar. Es Juan en 'Secretos en el jardín', el personaje con el que revivió la historia de los últimos condenados a la pena de muerte que archiva la historia de Chile.

Pero su muerte no será en vano, al menos en el balance global de la teleserie de Canal 13. Una producción que dio vida a un singular fenómeno, que si bien nunca se transformó en éxito en el rating, es uno de los programas más influyentes de la TV chilena. Fenómeno en redes sociales y tema recurrente en la conversación cotidiana.

El personaje de Cantilla instalará la reflexión en el vertiginoso final. Vienen más muertes, balazos, puñetazos y todo lo que puede prometer una teleserie intensa.

"El final no va a defraudar. En términos emocionales es una historia que no se detiene hasta el final", adelanta el actor que dio vida a un carabinero ejemplar que, de un día para otro, termina condenado a morir acusado de crímenes bestiales.

"Tuve que hacer escenas en las que yo no tenía ninguna memoria a la que recurrir. No sé lo que siente una persona a la que le dicen, te van a matar en 3 días. Eso fue muy potente y me dio mucho trabajo para ser convincente", afirma.

"De lo que más me preocupé fue de no jugar al personaje. No jugar a ser el huevón malo, porque Juan pudo ser un criminal, pero siempre quiso a sus hijos, a su mujer... Eso es más entretenido, a mi me gustan los personajes más complejos... que el malo sea solamente malo y el bueno sea sólo bueno es una lata".

-'Secretos en el Jardín' mostró precisamente eso, personajes con muchos matices ...

-Siempre me gustó el trasfondo político de 'Secretos en el jardín'. Eso de poner el ojo en lo que hacen o no hacen las autoridades. Reflexionar con ideas como por ejemplo, ¿por qué hasta hace poco el Estado tenía derecho a matar personas?

-¿Tiene un costo jugarse por un guión tan intenso, a veces delirante?

-Desde el momento en que nos enfrentamos al guión, sabíamos que había una historia súper potente detrás. No era una historia de amor entre pobres y ricos típica. Todos tuvimos la suerte de tener buenos personajes que defender. Estoy contento y orgulloso del trabajo.

Ni Twitter ni Facebook

-¿Se merecían más sintonía?

-El tema del rating y la sintonía para mí es desconocido. No sé cómo lo miden y si dicen que 'Secretos en el jardín' tiene mal rating es una cosa insólita, porque cuando voy al supermercado, en la calle, en todas partes la gente me dice que la ve. Están enganchados con la historia. Es absolutamente popular.

-Y es tendencia en las redes sociales...

-No tengo Twitter, ni Facebook , pero me han contado que se comenta mucho. El de las redes sociales es un mundo que corre paralelo a mi vida, lo encuentro divertido, pero no participo. Me da un poco de pudor eso de la conectividad.

-A la hora de los balances ¿Qué rescatas de la teleserie?

-'Secretos en el jardín' buscó siempre la perfección. En la TV actual es difícil tomarse el tiempo para realizar un trabajo cuidado, hay que hacer varias escenas por día y eso te quita precisión.

-¿Se consolidan las nocturnas?

-Es un horario que permite mayor libertad en los temas. Ese es un elemento bastante estimulante. Antes las teleseries nocturnas eran sinónimo de sexo. Luego vino la cosa de los crímenes, asesinatos y ahora ya es un poco una mezcla de todo eso. El público ahora es más informado. Estas son teleseries con factura de serie. Esa es la línea de 'Secretos en el jardín', hay una aspiración por lograr más detalles, más profundidad.

La disyuntiva ante la muerte

El juicio de Cantillana surge a partir de la experiencia. Tiene 38 años y varios éxitos a cuestas, como "Prófugos", que prepara tercera temporada en HBO. Su próximo desafío en Canal 13 es 'Príncipes de barrio', donde será Farías, preparador físico de la Selección chilena. "Es otra cosa, es divertido, pero es un tipo muy serio y apasionado a la vez. Es pura pasión", cuenta el actor.

En teatro, acaba de terminar la obra 'Delirio' junto a su esposa Macarena Teke, Eduardo Herrera y la dirección de Heidrun Breier. Durante un mes, realizaron algunas funciones en el Goethe-Institut, todas con éxito de crítica y lleno total, lo que los tiene planificando una reposición.

"La respuesta del público fue increíble. Las entradas se agotaban con días de anticipación", explica Cantillana.

Ahora se prepara para ver el final de este tipo "Fue súper interesante crear un personaje que fuera, por un lado muy tenso y nervioso y ahora que ya viene la muerte, se ha liberado. Es súper potente la disyuntiva de tener que enfrentar a la muerte. Lo otro muy fuerte era el tema de los niños. Un tipo canalla, sicópata, violador, pero que es papá y ama a sus niños. ¿Cómo te despides de tus hijos si te van a matar en 3 días?"