Su traductor, el filósofo argentino Bernardo Nante, reflexionará sobre la pieza junto a Cristián Warnken este miércoles en el MAVI. "Es una apuesta a las posibilidades del hombre, el sentido de la vida y la recuperación de la sacralidad", dice.
Entre 1914 y 1930 el célebre psicólogo suizo Carl Gustav Jung empezó a escribir una obra personal y titánica, que fue conocida como "El libro rojo", aunque él lo bautizó como "Liber Novus" ("El libro nuevo"). Ilustraciones, textos de vuelo poético y reflexiones con caligrafía medieval terminaron contenidas en una obra que permaneció inédita durante cinco décadas y que fue publicada recién el 2009.
La traducción al castellano fue publicada en 2010 y estuvo a cargo del filósofo argentino Bernardo Nante. Él conversará este miércoles junto a Cristián Warnken, a las 19 horas, en el Mavi (Lastarria 307) como parte del ciclo "Pensamiento propio", presentado por BHP Billiton. La charla se llama: "El Libro Rojo como aventura del alma" y para anotarse en ella basta con inscribirse en http://www.pensamiento propio.cl
"Es una apuesta a las posibilidades del hombre, el sentido de la vida y la recuperación de la sacralidad", explica desde Buenos Aires el también presidente del Instituto de Investigación Jungueana y la Fundación Vocación Humana. "Jung es un autor central y que ayuda a enlazar la filosofía y la psicología con los fenómenos religiosos. Está siempre en ese umbral. Él descubre que lo inconsciente tiene un comportamiento religioso. Las religiones están vivas cuando establecen un contacto con esa dimensión profunda de la psique", explica.
Así, "El libro rojo" es una auténtica aventura de Jung por su interior, a partir de una visión terrible de una Europa inundada de sangre, lo que años después sería la I Guerra Mundial. Él, extrañado por esas imágenes proféticas, decidió escudriñarlas, escribiendo e ilustrándolas. "Lo que concluye es que la guerra que se viviría afuera ya estaba adentro".
Esa búsqueda de la espiritualidad, que lo hizo distanciarse de Freud, su maestro, llevó a Jung a "una confrontación profunda con su inconsciente". Para él era muy importante distinguir entre "comprender" y "explicar". Lo primero tiene que ver con abrazar la realidad, con todos sus datos. Lo segundo, es simplemente un acto racional y que reduce todo a las causas y efectos.
"Para mí, lo central del libro es cómo responde al tema de la muerte de Dios que hizo circular Nietzsche. Es decir, la muerte y olvido de lo sagrado. Él admite su muerte o, mejor dicho, la imagen que nos creamos de Dios como un ser bueno y luminoso que usamos a nuestro provecho. Jung defiende el contrasentido, la oscuridad, la paradoja de la vida y eso me va llevando a lo que llama «El Dios venidero»".
Algo que dialoga con el cristianismo. "Jung habla mucho de Cristo, porque es la imagen de Dios que más impactó en Occidente. Pero él dice que no hay que imitarlo, hay que ser Cristo".
"Con Jung hay una esperanza que se abre al horizonte y la hace factible. Pero eso requiere un trabajo. No es como el new age , que promete una luz desde lo alto", se ríe.
Nante actualmente está preparando un texto sobre las imágenes de Olga Fröbe-Kapteyn, espiritualista y teósofa, quien acogía en su casa al mítico Círculo Eranos, que buscaba conectar Oriente con Occidente. Junto al secretario científico de esa agrupación, Ricardo Bernardini, están trabajando en un libro que "será inédito mundial", explica. "Jung fue figura central con sus visiones y en el libro estará todo ese proceso simbólico que inspiró a Eranos".
Nante dará una charla sobre el tema en el Hotel Nogales, este viernes a las 15:30 horas. Y el sábado, en el Club Providencia, hablará sobre la relación de Jung y la meditación, a las 16 horas. (www.themenos.cl).
