En el capítulo que se estrena este sábado por canal Infinito, el ex futbolista lidera la transformación de una modesta casa en Colina.
Se imagina que su casa sea demolida a pelotazos? Eso fue lo que le pasó a la familia Núñez de Colina.
No porque fuera atacada por una turba de locos con balones, sino porque fueron parte de un episodio en la segunda temporada del reality "Extreme Makeover Home Edition Latin America", que se emite este sábado canal Infinito a las 22 horas.
La idea de demoler la vivienda de esa manera nació del equipo de producción del show, que conduce el chileno Marcial del Río y consideró que sería algo original tomando en cuenta la estrecha relación del dueño de casa con el balompié. "En un principio nos dio risa ver cómo demolían la casa, pero después fue impactante porque se nos vinieron muchos recuerdos a la mente", dice Marcelino Núñez, quien es encargado de la cancha de fútbol de su barrio y entrenador de un equipo infantil amateur que hace poco ganó un campeonato y dentro de unas semanas viajará a Europa a disputar un torneo.
Pero para encabezar la demolición el equipo de "Extreme Makeover" no eligió a cualquiera. Marcelo Barticciotto, ex jugador de Colo Colo y Universidad Católica fue el encargado ya que era un conocido de la familia.
"Su hijo y el mío están en las divisiones inferiores de la UC, así que ahí nos conocimos", dice el dueño de casa. Su hijo Marcelino, quien tiene 14 años y es volante creativo, cuenta entre nerviosas risas que "fue muy emocionante irnos dos semanas, volver y encontrar la casa nueva". Y agrega "no imaginaba vivir en un lugar tan bonito".
Para seleccionar a la familia Núñez se realizó un casting que duró entre 6 a 8 meses y se llevó a cabo gracias a la ayuda de algunas ONG comunales.
Los criterios aplicados para escoger a los seleccionados se basaron en dos puntos: que tuvieran historias inspiradoras y que el grado de transformación de sus hogares fuera más que necesario.
En este caso la propiedad era de madera y muy pequeña, se llovía en invierno, tenía termitas, carecía de agua caliente y sólo contaba con dos habitaciones para seis personas.
En total, en la construcción de la casa ayudaron 80 personas entre producción y técnicos. Además de algunos vecinos de Colina.
