Cultura/Espectáculos
Compartir | | Ampliar Reducir

Gran noche de flamenco en Teatro del Lago revisó el legado intacto de Antonio Gades

por:  Javier Ibacache V. Desde Frutillar
martes, 06 de mayo de 2014
Imagen
Imagen
jQuery Carousel

Contrario a lo ocurrido con el legado póstumo de coreógrafos que en su momento rompieron con los cánones, la compañía de Antonio Gades ha desarrollado una labor consistente en la difusión de la obra del principal renovador contemporáneo del flamenco. A una década de su muerte, ha presentado el fin de semana en el Teatro del Lago de Frutillar un programa doble de piezas fundamentales: "Bodas de sangre" y "Suite flamenca", bajo la dirección artística de Stella Arauzo.

Interpretadas por la nueva generación de bailarines de la agrupación, en ellas pueden rastrearse los patrones que caracterizaron a Gades: Depuración del movimiento, diseño geométrico de los desplazamientos, composición teatral y realce del espesor trágico del cante jondo y de la tradición andaluza.

La versión original de "Bodas de sangre" data de 1974 y la actual reposición, de 2006. Aunque el registro fílmico de Carlos Saura de 1981 está siempre rondando como un referente, la pieza de 35 minutos continúa cautivando por la manera en que condensa, traduce y potencia la obra de Federico García Lorca, hasta dotarla de un aura turbadora.

El contrapunto de dúos, solos y composiciones corales sobre un espacio despojado se entrelaza con atmósferas precisas de iluminación que se han rescatado de la puesta inicial y que colaboran en la tensión creciente. El conocido duelo del desenlace entre el novio y Leonardo se grafica pausadamente y en silencio, como si el destino suspendiera el tiempo para dar paso a la muerte. La escena conserva la capacidad de enmudecer a la platea y quizá ésta sea la mejor prueba de su contundencia: la música y el movimiento se aquietan y sólo queda un precario pulso de vida.

La hondura dramática que en cine lograran Gades y Juan Antonio Jiménez -junto a Cristina Hoyos- pesa como punto de contraste. De allí que el mérito de los nuevos intérpretes -nacidos en su mayoría con posterioridad al estreno de la primera versión- radique en apegarse a las pautas originales y, pese a las comparaciones, conseguir una cuidada recreación en que el espectador de hoy se reencuentra con la huella del clásico.

La segunda parte del programa -"Suite flamenca"- estiliza el material que el director comenzó a sistematizar en la década de los 60 e integra coreografías de Cristina Hoyos. Si "Bodas de sangre" sobresale por la economía de recursos escénicos y gestuales, acá prima el despliegue colectivo para revisar formas arraigadas en la historia de la disciplina, como soleás, bulerías, farrucas, tanguillos y zapateados.

La serie de 55 minutos permite a solistas, cantaores y cuerpo de baile apoderarse del escenario en una seguidilla que esta vez ganó particular potencia gracias al piso acústico construido por el Teatro del Lago para tablao flamenco, que proyecta de mejor manera la percusión generada por el taconeo, y que colaboró en un vibrante cierre.

El aplaudido programa que la compañía presentó el sábado en Frutillar se montará en el Teatro Municipal de Las Condes a partir del viernes 9. 

Queremos conocerte. Por favor, responde esta encuesta.
Redes sociales
Redes sociales
Portada

Cerrar

img