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Ariel Dorfman y Leila Guerriero: Secretos y legado de García Márquez

Del Nobel, dicen que fue un "arcángel" capaz de unir dolor y mito y un periodista que usó su fama para apoyar a los cronistas. A Chile llega su novela gráfica y anuncian la reedición, en mayo, de seis obras emblemáticas.

por:  La Segunda / Juan Carlos Ramírez F.
lunes, 21 de abril de 2014
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Un sonriente Gabriel García Márquez invadió las calles de México, especialmente los alrededores del Palacio de Bellas Artes donde este lunes se realizó un multitudinario acto de homenaje que incluyó flores amarillas y piezas de músicos clásicos que le gustaban, como Béla Bartók.


En el imponente Palacio de Bellas Artes de México es despedido este lunes el escritor en un evento multitudinario.

"Todavía estamos recibiendo las réplicas de lo que hizo"


García Márquez también pasó a la historia no sólo como narrador de ficción, sino también por sus crónicas periodísticas desperdigadas en antologías como "Textos costeños", libros como "Noticia de un secuestro" o "La aventura de Miguel Littín clandestino en Chile" o el famoso discurso de 1996 ante la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en Los Ángeles donde señaló que el periodismo es "el mejor oficio del mundo".

Sin embargo, su legado mayor fue la creación en 1994 de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) con sede en Cartagena de Indias y destinada a apoyar el trabajo de nuevos cronistas en el continente.

Leila Guerriero obtuvo en 2010 el premio otorgado por la fundación por una crónica sobre la dictadura argentina y ha dictado talleres. "Cuando uno revisa sus primeros textos se da cuenta de que García Márquez, con apenas 20 años, ya tenía una mirada tremendamente fuerte sobre el mundo y su injusticia. A veces, incluso, tomaba un cable de agencia y a partir de una noticia empezaba a reflexionar sobre lo que eso podía significar sobre una manera más universal", señaló esta mañana al teléfono desde Buenos Aires.

A ella aún le sorprende que, a fines de los años 40, el escritor haya logrado encontrar una voz, sin tener tantos referentes en el periodismo. "Había una voluntad de transformar la realidad en una materia narrativa. No era tan fácil como ahora, donde uno puede encontrar material en Internet. No como en 1948. Y mientras era un campeón de la ficción, ganándose el Nobel, paralelamente mantenía una carrera periodística, que nunca abandonó, haciendo TV, columnas, artículos y reportajes".

Con relación a la FNPI, Guerriero reflexiona: "Si uno se pone a pensar, él podría haber fundado cualquier otra cosa más rimbombante. No sé, un premio a la novela inédita o una residencia para escritores. Sin embargo el tipo, sabiendo el peso de su nombre, prefirió el periodismo. Y a partir de eso empezaron a ocurrir cosas. Creo que todavía estamos recibiendo las réplicas de lo que hizo".

"¿Qué más podía desear un escritor que la compañía del autor de «Cien años de soledad»?"


Ariel Dorfman, cuenta por escrito desde EE.UU. que, tras su exilio en 1973, se pasó "casi siete años conspirando con Gabo". Entre almuerzos en su casa de Barcelona o cafés en París o Roma se lo pasaban "conjurando y complotando, siempre en busca de la manera más expedita e imaginativa de deshacernos de las dictaduras que asolaban nuestra América Latina.".

"Qué más podía desear un escritor latinoamericano, joven como lo era yo en esa época, que pasarse horas sobre horas en la compañía del autor de «Cien años de soledad»?", resume en un texto que él preparó.

Aunque también reconoce que más que hablar de literatura, se lo habían pasado hablando de política hasta que les tocó ser jurados en un concurso literario en México en 1980.

Ahí lo vio tener bajo el brazo un documento que nunca soltaba, "ni siquiera para beber o para servirse algún bocadillo": Era el manuscrito de "Crónica de una muerte anunciada".

"Quise secuestrar esa novela de inmediato, olvidarme de los múltiples volúmenes que esperaban mi dictamen y benevolencia en mi habitación, pero Gabo no me lo permitió. «Las dos mujeres más importantes de mi vida,» sentenció, refiriéndose a Mercedes, su esposa, y a Carmen Balcells, su agente, «han anunciado que me van a matar si dejo que este libro salga de mis manos antes de que se publique»".

Como forma de remediar el impasse, le contó un secreto: La herida que recibe el protagonista de la novela -Santiago Nasar- fue exactamente en la misma vértebra que su amigo Cayetano Gentile, de quien recibió una copia de su autopsia justo cuando terminó de escribir el libro. Una historia -verdadera o falsa- que dejó a Dorfman maravillado,

"Para él, como para nuestra América, todo era a la vez verídico y fabuloso, historia e invención, dolor y mito... Porque este arcángel Gabriel me estaba regalando la certeza de que, después de todo, tal vez no estábamos tan solos, si podíamos imaginar la plaga de nuestra violencia y la plaga de nuestra desdicha de una manera tan minuciosa y excesiva y perfecta", concluye.

Relanzan sus novelas y llega su primera novela gráfica


Su sello Literatura Random House anunció a La Segunda que reeditará en mayo seis títulos emblemáticos: "El amor en los tiempos del cólera", "Cien años de soledad", "Memorias de mis putas tristes", "Crónica de una muerte anunciada", "Relato de un náufrago" y "Vivir para contarla". Todas ellas, tendrán cubiertas nuevas a cargo del pintor mexicano Alejandro Magallanes.

Además desde este lunes está a la venta, "Gabo. Memorias de una vida mágica", una sorprendente novela gráfica que reconstruye los capítulos más memorables de la vida del escritor. Hasta ahora es la única obra que ha sido traspasada al lenguaje del comic y cuyos dibujantes, liderados por el guionista español Óscar Pantoja, demoraron tres años en crear las cuatro partes del volumen -infancia, consolidación como narrador, "Cien años de soledad" y el Nobel- cada una de ellas con un color distintivo: amarillo, rojo, azul y verde.

El cómic, que fue leído por el propio escritor y Bacells, se concentra más que en sus triunfos, en la forma en que llegó a ellos, partiendo por cómo se le ocurrió la primera frase de "Cien años de soledad" durante un viaje a Acapulco.

"No interesaba ni el cotilleo, ni la celebridad, ni contar que García Márquez era amigo de los poderosos, ni que si García Márquez pertenecía a la izquierda. A nosotros lo que nos interesaba y la decisión que tomamos en el libro fue contar el punto en el que la vida de Gabo toca su obra, por esto hay un gran énfasis en la infancia de Gabo en Aracataca, porque ese es el germen de «Cien años de soledad» y de todo el realismo mágico", explicó a Radio Nacional de España, el ilustrador Julián Naranjo.

Está disponible a $21.300 en la librería Prosa y Política.

Nace el "Gabismo"


Entre homenajes, portadas de diarios y artículos de escritores, había una unanimidad en torno a su mérito como narrador de poner en el mapa a América Latina a través del "realismo mágico" presente en novelas como "Cien años de soledad".

Sin embargo, su histórica agente literaria, Carmen Balcells fue mucho más efusiva, al señalar a la Cadena Ser de España el nacimiento de una nueva religión: El "Gabismo".

"A ver si la vida me alcanza para adorarlo y disfrutar de los primeros milagros. Seguro que hará cosas extraordinarias. Yo prometo avisarles si la primera cosa que le he pedido esta madrugada me la concede. Si hay fe, sale", aseguró.

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