El nicaragüense será homenajeado en la Universidad de Valparaíso el lunes y presentará "Poesía vivida" en Santiago el miércoles.
El reconocimiento de Cardenal se le otorgará por su trayectoria poética, literaria e intelectual. Algunos de sus títulos más famosos son "Hora 0", "Oración por Marilyn Monroe", "Homenaje a los indios americanos", "Canto nacional", "Oráculo sobre Managua" y "Versos del Pluriverso". "El escritor cumple de modo cabal todos los requisitos que la normativa universitaria exige para ser merecedor de la distinción, por su destacado aporte al desarrollo del arte y la cultura latinoamericanas, por sus internacionalmente reconocidos méritos literarios y poéticos y por su invaluable testimonio de vida y consecuencia", según consigna el decreto correspondiente.
Esto viene acompañado del lanzamiento de "Poesía vivida" (Ediciones UV), este miércoles en la Sala América de la Biblioteca Nacional a las 12:30.
Se trata de una antología que incluye libros completos como "Epigramas", "Salmos" y Gethsemani, Ky". El poeta estará acompáñado de Floridor Pérez y Cristián Warnken.
Además, el próximo martes presidirá un encuentro con jóvenes de la Escuela de Derecho de la UV y el jueves viajará al sur para protagonizar el evento "Chillán Poesía 2014".
El autor ya contaba con otro título Honoris Causa, entregado en 2012 por la Universidad de Huelva. Entre sus lista de reconocimientos están el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2012), Miembro correspondiente de la Academia Mexicana de la Lengua (2010), Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda (2009), Reconocimiento Internacional Foca Mediterránea-Premios Ondas Mediterráneas (2005) y Premio de la Paz del Comercio Librero Alemán (1980).
Cardenal bien le hace honor a su nombre, a parte de poeta es sacerdote. A lo largo de su vida se ha transformado en un ícono de lo que a simple vista parece imposible, la comunión entre el marxismo y el catolicismo.
Y es que él se convirtió al credo apostólico romano en 1957. Sin embargo, es en 1970 cuando visita Cuba que se enamora de la revolución. También se lo ha denominado como la representación de que la calidad artística y la militancia revolucionaria pueden convivir en una sola mente, sin necesidad de que un ideal desplace al otro. Es uno de los mayores defensores de la Teología de la Liberación.
Esta es una corriente nacida en Latinoamérica que se centra en cómo vivir el cristianismo en un lugar políticamente reprimido.
A sus 89 años, el autor es venerado como un héroe de la poesía comprometida, ayudado por un bastón de madera, su barba blanca y su eterna boina.
