Epoca de vacaciones y el destino puede ser norte o sur. Cualquiera sea la extensión del trayecto, siempre es grato encontrar lugares donde se pueda comer sin desviarse del camino. En la Ruta 5, saliendo de Santiago en cualquier dirección, la oferta es variada.
La Chepita (Ruta 5 Sur, Km. 119 ½, Pelequén). Hace 40 años, Josefina Moya (la Chepita) les vendía fruta -y también almuerzo- a los camioneros en un local que está a 100 metros de donde se ubica ahora el restaurante que administran sus siete hijos.
"Ella que luchó mucho por su local, nos dejó trabajando", dice Marisol, una de sus hijas, que junto a su hermana Mercedes son las encargadas de hacer el pan amasado, mientras Silvia y María se encargan de cocinar con las mismas recetas caseras con las que su madre preparaba los platos.
"Todos tenemos responsabilidades dentro del restaurante, al menos cinco de nosotros trabajamos a diario aquí, porque los otros dos son sólo socios".
El servicio incluye un plato, una bebida y pan amasado, por $2.600.
En su carta, lo más emblemático es el cocimiento, que lleva choritos, almejas, pollo, cerdo y vacuno, la cazuela de pava con chuchoca, pescado frito, carne al jugo, carne mechada.
En materia de sándwiches, todos son en pan amasado: Ave mayo palta, ave mayo tomate ($1.000) o churrasco con agregado ($1.600).
Abierto de lunes a viernes, de 06:00 a 00:00; sábado de 06:00 a 22:00 y domingo, de 08:00 a 18:00 horas.
Teno Sandwich (Ruta 5 Sur, Km. 177, Teno y Km. 185, Romeral). El problema con las uvas de exportación envenenadas, en 1989, es el culpable de la existencia de este restaurante. René Vidal, fruticultor de la zona, fue afectado directamente por este episodio, por lo que tuvo que vender fruta en la carretera. La misma clientela fue pidiéndole más cosas: Pan amasado, bebidas, etc.
Hoy tiene dos locales, donde trabajan alrededor de 100 personas, muchos de ellos los jóvenes que durante la temporada de cosecha se dedicaban al huerto.
"Nuestra principal característica es que casi todo se prepara en el mismo local: el pan amasado, las plateadas, los postres caseros, como la exitosa leche asada, cerezas al jugo y el pie de limón. Porque no tenemos chef, sino mujeres de casa de campo que cocinan estos exquisitos platos", señalan sus dueños.
Lo más solicitado es la Promoción Teno Sándwich: carne, queso, palta, tomate, cebolla y huevo frito más una bebida ($4.700), churrasco queso ($3.700), cazuela más pebre y pan amasado ($4.100) y la plateada con agregado ($4.700),
Abierto las 24 horas del día, los 365 días del año. Ambos locales cuentan con estacionamiento iluminado y guardia.
Hostería Donde La Camila (Ruta 5 Sur Km. 345. Maule). El matrimonio formado por María Angélica Hormazábal y Jorge Farías Correa arrendaba un pequeño local para atender a 25 personas. Ella era la cocinera y él el garzón. "Nos empezó a ir bien, pero nos pidieron el local, entonces decidimos construir éste, que tenemos desde 1998", explica Jorge.
Ahora, el chef es su hijo Jorge, titulado en Inacap como técnico en Gastronomía internacional, y bartender profesional, del Instituto Nacional del Cóctel.
Su línea es comida típica chilena, y lo más característico "los platos gigantes creados para camioneros", dice su dueño.
El costillar de cerdo sin grasa, asado a la parrilla (más de 1 kg. por plato) es la estrella de su carta ($8.000). Pero también destacan el lomo vetado asado a la parrilla de 1/2 kg. ($9.000), las humitas ($3.000) y pastel de choclo con choclos de su propio huerto ($6.000) y la cazuela de vacuno y ave con 1/4 de pollo ($4.000).
El pan amasado también es de fabricación propia, lo mismo que el pebre y el chancho en piedra.
De lunes a domingo, de 08:00 a 00:00 horas. Capacidad: 200 personas. Estacionamiento para camiones y vehículos menores.
Los Hornitos de Llay Llay (Ruta 5 Norte, Km. 85). Existe hace más de 30 años cuando lo fundó el matrimonio de Héctor Reyes e Iris Muñoz. "Ahora somos los hijos los que estamos a cargo del negocio", dice María, depositaria de los secretos de cocina de la mamá.
Durante todo el día ofrecen carne a la parrilla y el sistema es de autoservicio. "El cliente toma su plato, le pone arroz y ensaladas, y se dirige a la parrilla a buscar el corte de carne que más le guste. Incluso al desayuno, hay algunos que se atreven con las carnes, que son asadas a leña", explica María.
La variedad de la parrilla contiene carne de vacuno, costillar, pollo, longanizas, prietas y chuletas dobles, bautizadas como chuletón ($2.200).
Otros platos son el pollo al horno de barro ($2.200), porotos granados ($2.500), humitas ($1.400), cazuela de vacuno ($2.400), cazuela de ave ($2.200)
Para los desayunos hay leche de vaca, pan amasado, y el cliente también se puede preparar él mismo los huevos revueltos.
Abierto de lunes a domingo, de 07:00 a 22:30 horas. Tiene cuatro comedores, algunos al aire libre. Capacidad: 150 personas.
El Volante (Ruta 5 Norte Km. 197, Pichidangui). "La idea era alimentar bien a los transportistas", cuentan del proyecto de Pedro Tapia e Isaira Salinas cuando crearon este restaurante, hace ya 30 años.
Ahora, la administración está a cargo de su hijo Sergio y su nuera, Aulis Ahumada, quien destaca la labor de sus suegros, que ya están retirados.
Su oferta principal es el menú diario con platos típicos contundentes, donde destacan las preparaciones con pescados y mariscos.
Las creaciones no son de un chef sino de un grupo de personas expertas en cocina, que llevan muchos años trabajando en el local.
Los más codiciados: Paila marina ($5.000), caldillo de congrio ($4.500), sopa de machas ($4.000), jardín de mariscos ($ 11.000).
De lunes a domingo, de 08:30 a 23:00 horas. Capacidad:130 personas.
