Quince metros de alto tiene la nave francesa "Aeroflorale II", máquina instalada frente a La Moneda que investigará las posibilidades energéticas de la flora nacional. "La humanidad está lista para un cambio", dijo el misterioso comandante F.D.
Foto Eric Allende
Un particular aterrizaje se registró esta madrugada frente a La Moneda: una gigantesca nave de 5 toneladas y 15 metros de alto, propulsada por molinos y cargada de plantas, conocida como la "Aeroflorale II". Ante la mirada curiosa de transeúntes y carabineros que cuidan la Plaza de la Constitución, a las 9 de la mañana ya estaban instaladas dos carpas, extraños aparatos de medición científica, viveros, bicicletas antiguas y muchas plantas con sus respectivas inscripciones: "oreja de elefante", "papiro egipcio", "nalca", "bamboo".
Se trata de "La expedición vegetal", una insólita cruzada liderada por 11 científicos franceses. Estará hasta el sábado 18 para demostrarle al público que con el potencial de la flora nativa nuestro país podría funcionar sin necesidad de contaminación ni usando combustibles fósiles. Contarán con árboles, arbustos, flores y vegetales prestados por la Conaf. Son, en total 7 mil ejemplares.
El misterioso comandante F.D., líder de la misión, explicó que se instalaron a las 3:42 de la mañana y que "las condiciones meteorológicas y de visibilidad son óptimas, lo que explica el posicionamiento estratégico de la nave". Dice que llevan cerca de seis meses trabajando en este proyecto y que fue un largo viaje que incluyó "la Amazonia, la cordillera, el lago Titicaca, Atacama, hasta llegar finalmente a Santiago. Tenemos en el equipo a cocineros, químicos, meteorólogos, fito-musicólogos, fito-sexólogos", aseguró.
La Segunda logró conversar con el comandante, que estuvo toda la mañana mostrando aparatos tan particulares como "módulo de vuelo autónomo", "la cuna de las plantas" o "máquina para comunicarse con vegetales", además de la "Aeroflorale II" a la que se debía acceder con especial cuidado en una frágil escalera, siempre guiado por la gente de la expedición.
El comandante, que en un momento agradeció a "La Presidenta" por la gestión, indicando a Carmen Romero, presidenta de la Fitam (lo que generó aplausos y risas), dice también que la nave es totalmente "autónoma de energía", que gracias a un vergel orgánico pueden suplir las necesidades básicas. "Aunque no comemos carne. Excepto cuando un pájaro choca con nosotros en el vuelo".
Más serio, y mientas recorría plantas y máquinas, señaló que espera que "esta expedición demuestre que se puede ser autónomo y que el público piense en esa posibilidad... ¡la humanidad está lista para un cambio energético y para que dejemos de usar energía fósil. Las plantas podrían alimentar a la ciudad y las industrias".
-¿Qué avances ha logrado la expedición con respecto a la utilización de la energía de las plantas?
-Debes saber que la aeronave vuela gracias a la energía eléctrica de las plantas a bordo. Sabemos desde hace 15 o 20 años que ésta circula naturalmente por las plantas, de la misma manera que en el cuerpo humano. De ahí la importancia de la fotosíntesis. Las plantas permitirían capturar la energía del sol y así cargar baterías. Y una vez cargada, sale la luz.