Regresa un clásico de viajes a las pantallas chilenas: Sergio Nuño vuelve a la TV con "La Tierra en que vivimos: Por los ojos del Cóndor".

Ayer sonreía feliz sobre su helicóptero, el Cóndor, en el aeródromo de Tobalaba, desde donde hoy comienza su nuevo viaje. En septiembre presentará el programa, en horario prime, en La Red.

Comenzará a recorrer el por la zona central, con la idea de revisitar sitios emblemáticos y mostrar cómo cambiaron los paisajes de nuestro país, después de 30 años de aventuras. Sumarán imágenes de archivo de temporadas anteriores del programa. "Queremos ver cómo están los lagos, los ríos, las montañas, los hielos, la gente. Hay glaciares, ríos y lagos que ya no están", cuenta el explorador, que parecía niño con juguete nuevo.

Está feliz por su regreso, junto a un equipo que lo ha acompañado desde comienzos de los '80, en TVN. Además ahora cuentan con Phantom, un pequeño helicóptero a control remoto equipado con una cámara GoPro, más la camioneta El Puma, y El Titanic, su bus-casa-rodante-oficina.

Espera que este renacer sea a largo plazo, "por lo menos 30 años", dice, y que a esta temporada le sigan muchas más. "Yo pretendo retirarme de la TV, si Dios quiere, a los 85 años. Espero que alguien me lleve en mi silla de ruedas a todos lados, para seguir en esto", dice sonriendo.

"Si este canal no tiene la capacidad (para conseguir los recursos), se la invento yo. La Red se la jugó por mí cuando todos me botaron a la basura".

"No voy a criticar a las empresas"

"La Tierra en que vivimos" salió abruptamente de pantalla con la polémica que generó el capítulo en el que Nuño desacreditaba que los cisnes de Río Cruces, en Valdivia, murieran por causa de la celulosa Arauco. El CNTV acusó un supuesto conflicto de interés con la empresa. "Todas esas acusaciones son absolutamente infundadas. Yo finalmente, fui liberado de todo eso. No había nada que sustentara aquellos dichos. Cualquier persona tiene derecho a pensar de una forma y, lo que planteé en el programa, es lo que yo creo. Si a unos les gusta, bien; si a otros no, bueno, qué lástima".

Este regreso se gestó gracias al que él llama "el padre" del programa, José Manuel Larraín, ex gerente de programación de TVN -quien fuera presidente del directorio de La Red hasta noviembre pasado-, el que trajo a Nuño de vuelta.

"Vengo de menos a más. Creo que un canal chico tiene tremendas posibilidades de desarrollo, tiene un cariño de la gente enorme, es donde no tengo que pedir con dos meses de anticipación una reunión con el ejecutivo. Ni siquiera toco la puerta, entro directamente".

Aunque después de "La Tierra...", han surgido nuevos programas de viajes -TVN tiene al aire "La Odisea" - él defiende su sello distintivo: "Es un programa clásico. No pretendo transformarme. No soy un loco, no me voy a tirar dentro de un cráter, ni en kayak, ni pretendo hacer nada que no puedo hacer. Menos ahora. A mi edad uno tiene que utilizar el mayor capital que tenemos: la experiencia".

Pero es claro, "me estoy despidiendo de los 50 ya y vuelvo con la misma energía que a los 25 años".

En versión 2014, no sólo incorpora varias cámaras de alta tecnología, también "un Sergio Nuño más protagónico y participativo".

Sin ánimos de polémica tampoco: "No voy a criticar a las empresas. Lo mío es el trabajo de un naturalista, de un explorador, de un viajero, que tiene una opinión. El periodista es el que va a denunciar si es que alguien está contaminando, destruyendo, siendo inmoral o robando".

Nuño se enfrentará a un televisión diferente, en el que "la gente ya no es fiel a los programas", en un panorama "falto de programas culturales". "Hay un error tremendo, de parte de los auspiciadores, al creer que el público es tonto. Los subestiman creyendo que mientras más liviandad les den en los contenidos, más atraídos van a estar. La gente quiere cosas livianas, pero también quiere aprender".