Tomás Olivera es uno de los chefs nacionales más aclamados del último tiempo. A quien se lo denominó en un momento como “el mejor de los nuevos”, lideró las cocinas del Zanzíbar y del Hotel Ritz-Carlton. Luego, en búsqueda de la independencia, se atrevió con Caruso, en Valparaíso, y Casa Mar, que pretende reabrir en marzo de 2014. Hoy asesora el restaurante de la Viña Indómita, en Casablanca.

 

También alista su aterrizaje en la TV con “Recetas que suenan bien”, programa del canal de cable elgourmet que se estrena el 22 de octubre, a las 20:30 horas.

 

Este martes realizó la presentación oficial, en el Bar Liguria de Manuel Montt. Olivera —guitarrista autodidacta— tocó con una banda de lujo: Los hermanos Pablo y Felipe Ilabaca (de Chancho en Piedra) y Angelo Pierattini. En otras ocasiones, ya ha compartido escenario con sus amigos de Los Bipolares y con Francisco González, de Lucybell.

 

En su nuevo espacio —que fusiona efemérides de la música— “cocino, obviamente, pero cada capítulo tendrá una banda sonora que se relaciona con un estilo de música, sea jazz, funk, soul o rock”, explica. “Así, escogemos dos o tres íconos de ese género. Mientras cocino, puedo decir: «¿Sabían ustedes que la guitarra de Jimi Hendrix se vendió en dos millones de dólares?»”.

 

Algunos episodios serán muy chistosos. “Puedo hacer una entrada muy sofisticada... pero, de fondo, porotos con plateada y, de postre, ¡una trilogía de mote con huesillos!”, dice entre risas.

 

Y agrega: “El que me conozca dirá: «¡Este es el Tomás!». Puede ser que encuentren a un conductor más pesado o simpático, más bonito o más feo, pero lo único que no cuestionarán es que seré yo mismo... Este será un programa muy arraigado a la cocina chilena tradicional, pero también con una parte más lúdica”.

 

Su familia le inculcó la pasión por la música: “Siempre terminamos comiendo, tomando, cantando y bailando. Tengo un gran repertorio asociado a la banda sonora de mi vida: desde Violeta Parra, The Beatles, Queen, Los Tres hasta Zalo Reyes y algunos valses peruanos”.

 

La música, al igual que la cocina, “tienen la capacidad de estimular la memoria emotiva de las personas”, indica él. “Pruebas un plato y te acuerdas del que hizo tu abuelita o tu mamá. Y cuando escuchas una canción pasa lo mismo”.

 

En 2012, Tomás publicó su primer libro, “Cocinero+Casero+De Autor”. Tiene tres prólogos: De su madre, del músico Alvaro Henríquez y del chef peruano Gastón Acurio.

 

Ahora trabaja en su segunda obra, un compendio de recetas ilustradas por el destacado Alberto Montt. ¿Su sueño?: “Pretendo llegar al cuarto libro y hacer una cajita con todos, de aquí a diciembre de 2014”.