Hoy se presentará junto a su banda Black Sabbath en el Estadio Monumental. Las entradas están completamente agotadas. A la luz de su visita, hacemos un repaso por los hitos que lo llevaron a ocupar el trono del inframundo.
En completo silencio llegó el miércoles en la noche Ozzy Osbourne y el resto de Black Sabbath al Ritz Carlton de Santiago.
La banda se presentará en Chile por primera vez con su formación original y compartirá el escenario del Estadio Monumental con Megadeth. Las entradas están completamente agotadas.
Los ingleses vienen a presentar el disco "13", que celebra su reencuentro tras 34 años (Ozzy fue despedido en 1979). El ya se ha presentado en nuestro país como solista y el grupo también había venido, pero con otro vocalista: el fallecido Ronnie James Dio.
Ozzy, "El Príncipe de las Tinieblas", bien le hace honor a su nombre. Por eso aprovechamos su visita para hacer un repaso por sus pecados capitales
GULA: El rumor de que Ozzy come murciélagos se originó en 1982 y es totalmente verdadero. Durante la gira "Diary of a Madman", mordió la cabeza de uno que, atontado por el calor de los focos, cayó al escenario. El cantante pensó que era un juguete de goma que había sido lanzado desde el público.
"Inmediatamente pensé que algo iba mal, muy mal. Desde el primer momento, mi boca se llenó de ese caliente y asqueroso líquido, con el peor sabor que uno pueda imaginar. Podía sentir cómo estaba manchando mis dientes y bajando por mi barbilla", declaró según la revista "Rolling Stones" de España.
El hito, ahora leyenda, dice que el alado ser se despertó y que empezó a revolotear dentro de su boca. Como consecuencia, Ozzy tuvo que ponerse varias inyecciones antirrábicas.
Extrañamente, no fue la única vez que consumió animales vivos. Lo mismo hizo con dos palomas que llevaba en el bolsillo durante una reunión con su disquera.
Pese a todo, sus exigencias en Chile son sanas: agua y frutas.
SOBERBIA: El autoproclamado "Príncipe de las Tinieblas" demostró no temerle ni siquiera al dolor físico. Una vez fue encarcelado por robar televisores y en prisión se creyó capaz de tatuarse por su cuenta. Lo hizo con una aguja de coser y un lápiz grafito. Es por eso que el tatuaje en sus nudillos, que dice Ozzy, no es tan prolijo, al igual que las caritas felices que quedaron permanentemente marcadas en sus rodillas.
PEREZA : En 1982, por no buscar un baño mientras estaba ebrio, Ozzy orinó sobre "El Álamo" de Texas, uno de los principales monumentos históricos del lugar. Llegó la policía y le preguntó: "¿Cómo se sentiría si yo hiciera mis necesidades en Palacio de Buckingham?". Ozzy dijo que no le importaría porque ya lo ha hecho. Fue detenido.
LUJURIA: Aunque lleva 30 años de matrimonio con su amada Sharon, Ozzy ha admitido dejarse llevar por la pasión de una noche con algunas fans. Para hablar sobre amor y sexualidad, tiene una sección en la revista "Rolling Stone" llamada "Pregúntale al Dr. Ozzy". Ahí opina sobre las variadas cartas que le llegan, como la de un hombre que, luego de haber pasado una noche con una stripper, tenía miedo de haber contraído alguna enfermedad de transmisión sexual ¿La respuesta de Osbourne? "Si crees que las strippers son malas, prueba con las groupies. Yo me volvía tan loco con la culpa, que iba al doctor todos los días pensando que tenía algo. Finalmente no aguanté más y se lo dije a Sharon".
L IRA: Uno de los episodios más oscuros de la vida de Osbourne es cuando, en 1989, trató intentó ahorcar a Sharon. "Hemos decidido que tienes que morir", la amenazó. La policía intentó poner cargos en su contra, pero su mujer no los dejó.
AVARACIA: Es casi ilógico pensar que le puede faltar dinero alguien que desde los 22 años es millonario. Pero en 2002, MTV vendió su vida privada a las cámaras del docureality "The Osbournes". Éstas seguían a la familia las 24 horas del día. "Por supuesto que me arrepiento de haber hecho ese maldito show. No quería ser el maldito rey de la televisión. No me hice el rey del rock para leer el reporte del tiempo", dijo a la revista "NME".
ENVIDIA: Aunque mantiene una relación cordial con sus colegas, protagonizó una pelea con Bruce Dickinson, líder de Iron Maiden, quienes se presentaron el miércoles en Chile.
"Es un chiflado que necesita un psiquiatra", dijo sobre el cantante, quien supuestamente había hablado mal de él y su mujer.
Sharon se unió a la pugna y organizó un lanzamiento de huevos a la banda en plena presentación para vengarse de los dichos. Posteriormente, Steve Harris, bajista de Iron Maiden, se disculpó personalmente con Ozzy.
