Celebrado por su encarnación de José Tohá en "Dawson Isla 10", el actor destacó en cintas como "Machuca", "Baby shower" y "Gloria". Julio Jung, Pablo Illanes, Roberto Ampuero, Alejandro Trejo y Carolina Tohá lamentan su partida.
El destacado actor Pablo Krögh (50) falleció esta madrugada, tras batallar contra un cáncer de lengua que le fue diagnosticado el 2012.
El hecho ocurrió justo cuando sus amigos anunciaron "La fonda de Pablo", evento a beneficio en el Teatro Cariola, donde actuarán Daniel Alcaíno, Jorge Yañez, Daniel Cantillana, Fernando Godoy, Andrea Tessa y Valentín Trujillo, entre otros.
El encuentro se realizará de todas formas, mañana, desde las 20 horas, según confirmaron sus organizadores a "La Segunda". Sus restos están siendo velados desde este mediodía en su casa de calle Larraín, donde sus cercanos esperan recibir a amigos y colegas. Mañana a las 16, será trasladado a un crematorio del Parque del Recuerdo, en una actividad privada y conforme a su última voluntad.
Actor versátil y de roles complejos, su participación es transversal tanto en teatro, televisión y cine, destacando teleseries como "Feroz", "La familia de al lado" y "Solita camino" y cintas como "Coronación", "El brindis", "Baby shower", "Joven y alocada", "Gloria", "Machuca" y "Dawson, isla 10". En esta última interpretó a José Tohá, en uno de los papeles más celebrados de su carrera (ver recuadro). Lo mismo pasó con "El cielo, la tierra y la lluvia", la premiada cinta de José Luis Torres Leiva que él protagonizó en 2008.
Estuvo nominado al premio Altazor en 2007, como mejor actor de teatro por "El Quijote no existe", escrito especialmente para él por Jorge Díaz. Y el 2010 obtuvo otra nominación por "Dawson".
Lo último que hizo en televisión, fue en el "Bim Bam Bum", de TVN, donde encarna a un coreógrafo. Y en cine, "Patagonia de los sueños", de Jorge López, recién estrenada en Sanfic.
Pablo, el albacea de Jorge Díaz
El ministro de cultura, Roberto Ampuero, señaló esta mañana: "Es muy triste enterarse del fallecimiento de este talentoso artista. Pablo Krögh fue un gran actor, que participó en importantes películas chilenas... Abrazamos a su familia y a la comunidad de actores que lo acompañarán en su despedida, especialmente a aquellos que le preparaban una gran fonda a beneficio para ayudarlo a combatir la enfermedad".
Bruno Bettati fue el productor de "El cielo, la tierra y la lluvia", " (2008), de José Luis Torres Leiva, cinta ganadora del Premio Fipresci en Rotterdam.
"Pablo es un actor que amó al cine. Por ello su imagen y voz permanecerá con nosotros, y su talento continuará inspirándonos", explicó.
"Me preocupa que Pablo era el albacea literario del dramaturgo Jorge Díaz, que falleció hace poco; ¿quiénes entre nosotros nos haremos cargo de ser los albaceas de la obra de Pablo?", agregó.
Bettati además escribió un pequeño texto que, explica, representa más profundamente su sentir: "Tu imagen en el celuloide y en el digital permanecerá con nosotros, Pablo Krögh. Será imposible olvidarte y eso me tranquiliza. Tu talento me sigue inspirando. Visítame de vez en cuando en mis sueños".
Jung: "Un trabajo impecable e inolvidable"
Julio Jung trabajó con Krögh desde 1994, en la película "Hasta en las mejores familias" y recientemente habían terminado de filmar "La virtud de la familia", ambas dirigidas por Gustavo Letelier. Enterarse de su muerte lo ha tenido toda la mañana "recordándolo", explica.
"Me niego a creer que haya muerto. Aunque, cuando muere un actor sigue viviendo no sólo en los amigos que lo recuerdan, sino también en sus películas. A mí me parece increíble el José Tohá que hace en «Dawson». Yo conocí personalmente a Tohá, por lo que su interpretación me conmovió", dice Jung.
"Su legado es un trabajo impecable e inolvidable, y su recuerdo vivirá hasta que muramos, porque su imagen sigue viva. Una persona profesional, simpática y, sobre todo, feliz de lo que estaba haciendo. Y eso es importante, porque hay pocas personas felices de lo que hacen". Asegura que el mundo de la actuación pierde muchísimo. "Aunque suene una frase ridícula hay que decirla: estamos de luto. Pero un luto grato, porque sabemos que sigue viviendo".
Alejandro Trejo trabajó con Krögh desde fines de los 80 en obras teatrales en La Batuta, "antes que se convirtiera en sala de recitales", aclara. También estuvieron en "Machuca" (2004) y ayudó en la organización de eventos a beneficio y, aunque está consternado por la noticia, dice que en casos como éste "hay que entregarse no más".
"Recuerdo esos cuatro años que estuvimos en el Teatro La Batuta. Logramos un vínculo muy estrecho, porque en el teatro se pasa mucho tiempo juntos. Ahí me di cuenta de que él era capaz de hacer mucho con muy poco, era muy ingenioso. Algo que en esos años era muy importante, porque no existía el Fondart", señala.
"A veces teníamos que hacer cuatro obras paralelamente. Y en ese contexto llamaba la atención lo solidario y creativo que era. Su inquietud lo llevó a desarrollar proyectos y con mucho trabajo codo a codo", explica.
Herval Abreu lo conoció en sus inicios como asistente de dirección en "Villa Napoli". "Soy un admirador de su talento. Era un actor muy versátil, con una energía para hacer personajes bien complejos".
Para el director de "Soltera otra vez", son estos personajes secundarios que encarnó un mérito gigante, porque "son los más difíciles de construir y hacer... y él tiene una muy buena construcción a lo largo de su carrera... es una pena que se haya ido tan joven".
Héctor Morales cree que "su figura es bien particular, porque aunque estaba muy presente también desaparecía mucho". Para él, su carrera "está marcada por su profesionalismo y humildad".
"Una vez conversando en un set, me explicaba que todos los personajes pequeños que interpretaba le permitían nunca parar de actuar. Por eso lo admiré, por tomar su trabajo desde ese prisma".
Illanes: "Le encantaban los silencios"
Pablo Illanes trabajó con Krögh en "Baby shower", su debut cinematográfico, y también en la primera temporada de "Prófugos". "Desde el primer minuto me sorprendió su calidez. No sólo como actor, en el momento del ensayo o con sus demás compañeros, sino como ser humano. Se nota que sabía hacer películas, sabía cómo tratar a los demás, con confianza, con cariño, con la certeza de que el cine es un trabajo de colaboración y lágrimas", explica.
"Como actor le encantaban los silencios, al menos así me lo hizo sentir en la película. También tenía su grado de locura histriónica, en ese caso le gustaba mucho proponer y entregarse... Me parece que es uno de los GRANDES ACTORES de cine, con mayúsculas. Nos ha dejado, pero su filmografía está ahí, para que todos lo veamos".