"¡Interpretar esta villana fue adorable!", dice a "La Segunda" Adriana Esteves, protagonista de la teleserie fenómeno de Canal 13. Ganó 8 premios como Mejor Actriz, los elogios de la crítica y la fama absoluta. "Tal vez el mayor éxito de mi trayectoria en TV", asegura. No sólo Dilma Rousseff cayó rendida. El furor no cesa en el mundo entero.
Hashtags como #AvenidaBrasil y #OiOiOi abundan en la "twittósfera" de lunes a viernes, a la hora de almuerzo, cuando Canal 13 emite la teleserie impacto del momento: "Avenida Brasil".
Esta superproducción de O'Globo, ambientada en los suburbios de Río de Janeiro y con imágenes en HD, se estrenó en la nación de la samba el 26 de marzo de 2012 y terminó 7 meses después.
En Chile debutó el 24 de julio de este año y conquistó desde el capítulo uno audiencia, cautivada por las ansias de venganza de Nina ( Débora Falabella ), la protagonista de cabello corto que toma represalias contra Carmen Lúcia Moreira de Souza, alias Carminha ( Adriana Esteves ), la malvada de la historia que urdió el plan para matar al padre de su hijastra... a la que, luego, abandona en un basural. Sin compasión y en complicidad con su amante, Max ( Marcello Novaes ).
Es en el vertedero donde la niña Rita (Nina) conoce a Patata, quien sería adoptado años después por Carminha y Tifón ( Murilo Benício ). Así, pasaría a llamarse Jorgito ( Cauã Reymond ). Un verdadero melodrama, sobre todo después que Nina, para desquitarse, llega como cocinera a la mansión de su madrastra, reencontrándose con su antiguo amor, hoy un futbolista reconocido.
Esta historia sabrosa ha arrasado con el rating en nuestro país, promediando 11,7 puntos desde el 24 de julio. Los resúmenes que, en un inicio, se exhibían al trasnoche pasaron al prime del viernes, con ¡3 horas! de las mejores escenas de la semana. Y Canal 13 está en intentos de traer a Chile a la pareja icónica, Falabella y Reymond, pero el acuerdo aún no se cierra.
En Brasil el éxito fue arrollador, ya que por fin una telenovela dejaba atrás las placenteras playas de Copacabana e Ipanema, y las casas lujosas, para enfocarse en la "clase C", la nueva clase media de los suburbios cariocas.
La ficción fue vista a diario por 38 millones de personas, promedió 51 puntos de sintonía y Rede Globo recaudó US$ 1.000 millones. El 19 de octubre fue el último episodio que, por supuesto, hizo arder las redes sociales. #OiOiOiFinal alcanzó el primer lugar de trending topics a nivel mundial.
La Presidenta Dilma Rousseff -fan confesa- suspendió su agenda pública para no perderse el colosal evento televisivo, que fue consignado por la prensa extranjera, como "The Guardian" y "BBC" de Inglaterra. Además, la Mandataria ya había solicitado al Operador Nacional del Sistema Eléctrico que pusiera en marcha varias empresas térmicas para que a nadie se le apagara el televisor entre las 21 y 22.30 horas. ¿El resultado? 80 millones de personas que corrieron a sus casas para ser testigos de aquel capítulo decisivo. Seguidores incondicionales que en vez de decir "vamos a ver esta teleserie", afirmaban "vamos a ver a Carminha".
"Estoy dispuesta a ser odiada en las calles"
Previo al debut de la ficción, Esteves declaró a TV Brasil: "Estoy teniendo un gran placer en hacer de villana. De buena, Carminha tiene nada. Es muy mala. Estoy dispuesta a ser odiada en las calles".
"Hablando desde el corazón, este personaje es el más difícil que he hecho, ya que he tenido que pensar, suponer e imaginar cosas de las cuales hemos querido escapar".
João Emanuel Carneiro , guionista de "Avenida Brasil", reveló a "O Globo" a días del último capítulo: "Era el alma de esta novela, es un animal de la actuación... Es muy carismática y humanizó a esta villana. No era mi primera opción para el papel. Pero, después, la escogí. Gracias a Dios".
"João es un hombre por quien tengo mucha admiración y respeto. Al margen que me dio un personaje increíble, él estuvo a mi lado a lo largo de todo el proceso. Un lindo socio. Creo que no tardará para que yo pierda el estigma de villana. Tengo 23 años de profesión y mi país ya me vio en diversos trabajos bien distintos", cuenta Adriana Esteves en exclusiva para "La Segunda".
Y agrega: "¡Interpretar esta villana fue adorable! ¡Ni yo sabía que sería posible hacer un personaje tan complejo!".
Gracias a su rol de antagonista -pasando de la risa al llanto, de los gritos a la sumisión, pero siempre salvaguardando su fortuna- Adriana obtuvo el galardón Trofeo Prensa, los Emmy de su tierra, además de la estatuilla como Mejor Actriz en Mejores del Año, que entrega Rede Globo.
En 2012, la revista "Epoca" la incorporó en la lista de las 100 figuras más influyentes de Brasil. Y se transformó en una de las malvadas más recordadas de la teledramaturgia de su país, donde destacan María de Fátima (Gloria Pires) de "Vale Todo" (1988), Nazaré Tedesco (Renata Sorrah) de "Señora del destino" (2004) y Violante Cabral (Drica Moraes) de "Xica Da Silva" (1996).
En su extensa carrera ha trabajado en 16 telenovelas, 19 series y 4 películas. Su currículum también incluye una nominación a los Emmy 2011, como Mejor Actriz, por la miniserie "Dalva e Herivelto - Uma Canção de Amor", en la cual interpretó a la cantante Dalva de Oliveira.
Ahora alista su nuevo filme. "Estoy entusiasmada con el próximo largometraje de Jorge Furtado, donde voy a actuar con mi marido Vladimir Brichta", adelanta.
-¿A qué debe el gran éxito de "Avenida Brasil"?
-Uno de los grandes méritos de "Avenida Brasil", que generó una afinidad muy grande con la población brasileña, fue la de mostrar el suburbio, alcanzando todas las clases sociales. La novela hablaba del pueblo, del ciudadano. "Avenida Brasil" fue muy verdadera, fue hecha con el corazón en la boca. Creo que contaba un poco de la familia brasileña, de lo que es posible en un ambiente familiar.
-¿Tuvo un desgaste físico y emocional al encarnar a Carminha?
-Sí hubo. Mi entrega fue entera desde el primer día en que entré en contacto con el texto. Fue casi un año de profunda donación al trabajo... "Avenida Brasil" y Carminha tal vez representen el mayor éxito de mi trayectoria en TV.
Débora Falabella: "Lo que Adriana hizo es antológico"
En seis meses, los derechos de exhibición de "Avenida Brasil" fueron licenciados a 106 países , siendo doblada a 14 idiomas. Así, superó el record de "El Color del Pecado" (2004), de João Emanuel Carneiro, el mismo creador de "Avenida Brasil", que había llegado a 100 naciones.
Actualmente, la teleserie está al aire en Croacia, Grecia, Portugal, Albania, Hungría, Israel, Venezuela, Uruguay, Panamá y Ecuador. Sólo en Rusia no tuvo el impacto que se esperaba.
En Brasil recibió 108 nominaciones y ganó 36 premios. Esteves (43) fue la más laureada con 8 reconocimientos como Mejor Actriz, derrotando siempre a Débora Falabella (34).
Carneiro, en entrevista a "O Dia", elogió a Falabella (Nina): "Sólo ella podía desarrollar una labor tan compleja y paradójica. Tenía que ser varios en uno. Sólo actrices de gran talento son capaces de jugar el rol de estas características. Y talento, sin duda, no le falta".
A la revista "Istoé Independente", Débora comentó que su papel era "una heroína sombría" y que Nina la dejaba "con una energía pesada, así que debía lograr estar lejos de mí".
Y también se refirió a Carminha: "No tiene ninguna moral, maltrata a su hija y engaña a su marido. Lo que Adriana Esteves hizo es antológico, su personaje será recordado para siempre".
"A pesar de ser enemigas en la trama, tenemos que actuar como una dupla. Es como hacer pareja romántica. Tiene que haber química y energía, que la tenemos desde el principio. Nos hicimos muy buenas amigas".
Fue en "Avenida Brasil" que Falabella -separada de Chuck Hipolitho desde 2010 y con una hija de 3 años- volvió a enamorarse. Esta vez de su compañero de elenco, Murilo Benício (en la ficción, el marido de Carminha), su otrora padre en la recordada "El Clon" (2001-2002). "Sin menospreciar las demás relaciones que he tenido, Débora es la única persona que logró llenar todos los vacíos. Los valores, la educación, la vida adquiere un sentido especial... Todo encaja. Estamos prácticamente casados", ha manifestado él.
En cada evento glamoroso de Río de Janeiro, los programas de farándula siguen los pasos de esta pareja en boga. Falabella, ahora, tiene cuidado cuando sale a la calle, según ilustró a "Istoé Independente": "Le tengo miedo, a veces, a los paparazzi. Ya me acostumbré... Trato de ir a lugares a los que siempre he ido. Sé que esto es pasajero y dura lo que el personaje está en el aire".
A toda costa resguardará su privacidad. Ni Twitter tiene. Y, cuando cayó en la tentación, lo cerró: "Duró una semana. No conseguí colocar nada de mi vida. Las opiniones las guardo para mí".
