"Me apena ver a la música encerrada en los teatros", declaró en Santiago Andrea Bocelli, en 1998, previo a su debut en Chile en San Carlos de Apoquindo. Quince años después, el tenor italiano (54) -pionero en fusionar la ópera con el pop- regresa a nuestro país con un ambicioso show, el 25 de septiembre en el Estadio Nacional. Lo acompañarán la Orquesta Sinfónica y el Coro de la U. de Chile, con 69 músicos y 60 coristas en escena.

Con más de 80 millones de discos vendidos en todo el mundo, una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, nominado a los Oscar a Mejor Canción Original por "The Prayer" (con Céline Dion) del filme animado "Quest for Camelot" y ganador de un Globo de Oro por la misma categoría, ha colaborado con nombres como Bono de U2, Michael Jackson, Christina Aguilera, Laura Pausini, Sarah Brightman, Stevie Wonder, Tony Bennett, Zucchero y Marta Sánchez, con quien interpretó el hit "Vivo por ella" (1996).

En su reciente álbum, "Passione", se encuentran duetos con Jennifer Lopez (en el bolero "Quizás, quizás, quizás") y con Nelly Furtado (en la bossa nova "Corcovado").

Al parecer, la música clásica está teniendo mayor repercusión en estas tierras: André Rieu, hace poco tiempo, repletó cuatro Movistar Arena, y el prodigioso pianista chino Lang Lang congregó a una audiencia variopinta en el Teatro Municipal. Pero ¿Bocelli logrará reunir a 50 mil personas en Ñuñoa?

"¿Por qué no hacerlo en grande? No tenemos miedo. Haremos que todo Chile sea partícipe de nuestro sueño", sentencia la argentina Elisa Wagner, su agente internacional y encargada de la gira.

Y adelanta: "El show parte con arias conocidas por todos. Después hay muchas canciones del nuevo disco y de «Incanto» (2008). No es un concierto elitista... Estamos muy conscientes de que queremos abrirles las puertas a todo Chile. ¡Que vengan de todas partes, porque es una oportunidad única!".

Por otro lado, asegura que ya evalúa reclutar a "agradables sorpresas locales de calidad que vamos a juntar en el escenario". La soprano nacional Verónica Villarroel -que ha cantado con Andrea en "El trovador" de Verdi, en 2004, y en "Cavalleria rusticana" (versión concierto) en 2008- es una carta posible: "No lo puedo confirmar, pero sería increíble. Verónica es una gran artista y tenemos muchas ganas de que participe".

"Tuve mucha suerte de comenzar con el más grande"

Wagner maneja un catálogo de artistas de lujo que cultivan lo docto: José Carreras, Rolando Villazón, Gustavo Dudamel, las sopranos Sumi Jo, Natalie Dessay, Anna Netrebko y el violinista Itzhak Perlman, entre otros.

Y también maneja el espectro latino con otros nombres como Marc Anthony, Daniela Mercury, Gilberto Santa Rosa y Oscar D'León.

A fines de los '80, gracias al cineasta y productor de óperas Franco Zeffirelli, ella conoció a Luciano Pavarotti, con quien trabajó por 16 años. "Tuve mucha suerte de comenzar con el más grande. Me abrió las puertas y me enseñó todo sobre producciones", cuenta.

-Le debe haber afectado mucho cuando falleció Pavarotti, en 2007.

-Siempre le digo a Nicoletta (su segunda esposa), que yo era su verdadera viuda. Pasé 16 años trabajando con él, recorriendo Sudamérica. El conoció a Bocelli en el 94; lo presentó el señor Zucchero. Le dieron un CD para que lo escuchara y le gustó mucho. Pavarotti lo invitó a un programa de TV. Me decía: "Elisa, tienes que ocuparte de él". Así comencé a trabajar con Bocelli. Ahora, es uno de los más grandes.

-El también ha sido blanco de críticas por la combinación de pop y ópera...

-La música no debería tener fronteras, ya que es para sentirla. ¡Hay gente que nunca ha escuchado ópera y la puede oír ahora! Algunos irán a averiguar sobre "La Bohemia", o a comprar un disco. Es importante abrir esa curiosidad.

-Pavarotti lo quería mucho y le pasó el mando, sobre todo para estos conciertos de gran magnitud, que combinan lo más puro de lo clásico con el crossover. En eso, no hay otra persona que se compare con Bocelli.