El actor interpreta al abogado Billy Flynn, encarnado por Richard Gere en el filme de 2002. El montaje, dirigido por Karen Connolly, se estrena el 17 de mayo, en el Teatro Municipal de Las Condes. Comienza además con las grabaciones de "Mamá mechona", la próxima teleserie de Canal 13.
A un mes del estreno de la versión chilena del musical "Chicago" , Alvaro Espinoza (37) dice estar "nervioso". Tras intensas semanas de ensayo, percibe que el montaje -protagonizado por Sigrid Alegría, Daniela Lhorente y Katty Kowaleczko- está funcionando.
El actor encarna a Billy Flynn, un abogado que si le pagan lo que pide es capaz de sacar de la cárcel a un asesino sin importar que sea culpable. Richard Gere interpretó el mismo papel en el filme homónimo de 2002, con Catherine Zeta-Jones y Renée Zellweger.
"El mismo dice en la obra que no le importa la inocencia del cliente. Y eso es fuerte, porque habla también del mundo en que vivimos", dice Espinoza.
Y es precisamente esa sátira del mundo del espectáculo, sus miserias y ambiciones la que ha convertido a "Chicago" en un clásico de los musicales desde su debut en 1975. La versión local -dirigida por Karen Connolly- se estrena el 17 de mayo, a las 19.30 horas, en el Teatro Municipal de Las Condes. En dos horas y media habrá 11 bailarines y músicos en escena.
A Espinoza le interesa el género, porque le permite explorar el canto y el baile. Ahora está fascinado aprendiendo coreografías. Después, comenzará con las grabaciones de "Mamá mechona" , próxima teleserie de Canal 13, tras dejar TVN luego de 12 años.
-¿Cuál es el desafío de protagonizar "Chicago"?
-Es un desafío para un actor, considerando que no tenemos una preparación global para abarcar disciplinas como el baile o el canto, a pesar de tener bastantes herramientas, porque la formación actoral incluye la línea de movimiento y voz. También piensa que una bailarina o bailarín no canta ni actúa. Siento que en eso los actores tenemos un terreno ganado.
-¿Cuáles serían las dificultades de enfrentar este género?
-Vamos a montar "Chicago" luego de dos meses. En lugares donde existen los recursos se hace en seis. Para mí es entrar en otro marco que recién estoy entendiendo. Y es súper rico entender esa dinámica. Pero debo estar muy atento y desplegar mi disciplina. Eso se me hace súper complejo hasta el momento.
-Es meterse en otro código...
-Cuando me llamaron para participar, pregunté quién lo lleva. Y cuando me dijeron Karen Conolly se me iluminó bastante la película. Debe ser la persona más idónea para hacer un musical. La obra ya está prácticamente montada por el trabajo de ella y su ballet. Eso tiene que ver con la disciplina. Por eso estoy muerto de miedo por subirme a ese carro. Pero también tengo la tranquilidad de que ése es el soporte y sobre ése debo desplegarme, llenar la obra, que tenga su riqueza narrativa, hacer nítidos a los personajes.
"Me aburro si no puedo meter las patas"
Espinoza dice que no le gusta mucho "agarrarse de referentes", como podría ser el caso de Richard Gere, quien personificó al abogado en la película de 2002. Lo mismo le pasa con "Un dios salvaje" -que se exhibe con éxito hasta el 5 de mayo en el Mori Parque Arauco- cuya adaptación cinematográfica, de Roman Polanski, aún no ve. "Lo que pasa es que después cuesta desmarcarse y te puede generar frustración".
Lo que sí hace es leerse el guión hasta captar lo medular tanto de la historia como de su personaje. Lo que le interesa es capturar los signos y gestos de alguien inescrupuloso y cínico como el abogado Billy Flynn y que el público sea capaz de decodificarlos. "Yo no hago al personaje, yo te lo cuento", afirma.
Mal no le ha ido. "Los nervios se convirtieron en sorpresa, porque ya está la estructura de la obra y está entretenida, dinámica y con ritmo", indica. También reconoce que el contenido de "Chicago" es rabiosamente actual. "Es una sociedad donde el espectáculo es lo más importante, no la verdad. Al abogado no le interesa que la acusada sea una asesina. A ella tampoco le interesa ser libre si deja de ser famosa. Es lo que pasa acá también, donde, más que verdades, lo que interesa es el espectáculo".
"Subiremos un escalón más en la instalación de los musicales en Chile, por la obra y la calidad en escena", asegura Espinoza. "Siento que será un avance sustantivo en la calidad de los musicales que se están haciendo".
Durante las pruebas que le hicieron, varios colegas se sorprendieron por lo bien que cantaba. Para él, eso demuestra un desconocimiento que dificultaría el desarrollo del género en nuestro país. "En el medio hay muchos actores y actrices que cantan increíble. Pero nadie lo sabe. Las Pink Milk o Lágrimas, Celos y Dudas, por ejemplo. No existe el conocimiento o catastro de los actores que puedan cantar o bailarines que puedan actuar. No existe esa información".
-¿Qué tiene el musical que te parece tan atractivo como género?
-Lo tiene todo. La música como medio de comunicación es, lejos, el más efectivo. Entra por el oído y genera emocionalidad. Ni siquiera se necesitan las palabras. Si a eso le sumas el espectáculo, el teatro, las luces, el vestuario y la historia, tienes un medio de comunicación súper potente. Me aburro bastante si no tengo los espacios de riesgo para poder meter las patas. Sólo así logro hacer un trabajo profundo y no algo correcto pero que no caliente a nadie.
