Este fin de semana se inaugura el proyecto estrella de la Fundación Huidobro, que además incluye su tumba y el parque cercano: Más de 500 piezas que recorren su vida, desde sus años surrealistas, como reportero de guerra y sus adquisiciones, que incluyen un teléfono de Hitler.
"Abrid la tumba/Al fondo de esta tumba/ Se ve el mar", reza el epitafio donde descansan los restos de Vicente Hu idobro (1893-1948) en Cartagena. Fue escrito por su hija Manuela y Eduardo Anguita, a quienes les expresó sus deseos de ser enterrado cerca de su casa, en una colina convertida en parque y frente al Pacífico.
El monumento, estremecedor en su simpleza, acaba de ser restaurado y luce radiante. Junto al parque que lo rodea forma parte del Espacio Huidobro cuyo proyecto estrella es la flamante Casa Museo que se inaugurará este sábado con 150 invitados , incluyendo al Presidente Sebastián Piñera, la Primera Dama, Cecilia Morel, autoridades políticas y académicas.
El lugar corresponde a la casa de veraneo de Huidobro -la misma donde falleció de un derrame cerebral- construida a principios del siglo XX y adquirida por la Fundación Huidobro en 2010, luego de pasar por sus hijos y privados.
El proyecto estuvo a cargo de Ossa Arquitectura, superando en total los $620 millones.
"En 1990 comenzamos a soñar con la creación del Espacio Huidobro como un territorio que cobijara diversas realidades y que incluiría el pequeño cementerio, su parque diezmado por la soledad y una casa, algo gastada, que ya veíamos convertida en Casa-Museo", recuerda Vicente García-Huidobro, nieto y presidente de la Fundación que lleva su nombre.
Dice que el proyecto nació de forma espontánea, recorriendo y contemplando el lugar donde finalizó sus días el poeta. "Echamos a correr la imaginación".
Una vida en siete habitaciones
Para llegar a este sector -ubicado precisamente en la calle Vicente Huidobro- hay que empinarse por uno de los cerros, paralelos al balneario. Tal como sucede con la casa de Nicanor Parra, es cosa de preguntarle a cualquiera de sus habitantes cómo llegar y darán instrucciones precisas. La Casa-Museo se abrirá al público este martes de 10 a 18 horas y la entrada tendrá un valor de $4.000 general. Para adultos mayores y estudiantes costará $1.500. Estará abierto de martes a domingo.
El Museo está estructurado en torno a siete salas-habitaciones que recorren temáticamente la vida de Huidobro. La primera recrea el entorno familiar del poeta y muestra a sus familiares cercanos, casa, infancia, el contexto de la época y sus primeras incursiones literarias. También se muestra el viaje que hizo a Francia en 1916 junto a su esposa, Manuela Portales.
Luego está la sala dedicada a su llegada a París, donde destacan su contactos con el dadaísmo, su correspondencia y las colaboraciones en la revista Nord-Sud, donde participaban connotados como Jean Cocteau, André Bretón y Guillaume Apollinaire.
En la tercera sala, llamada "Más allá del cubismo", se puede ver en vitrinas de formato curvo sus famosos "poemas pintados" realizados junto a Robert Delaunay, con un delicado trabajo de luz. También se aprecian sus conexiones con el cine, la masonería y la Guerra Civil española.
Luego hay un espacio completo dedicada a "Altazor" (1931) -sin duda su obra más célebre-, donde podrá apreciarse el manuscrito, el retrato hecho por Hans Arp y extractos de otros libros como "Temblor de cielo", que permitan al visitante sentarse y leer con calma.
"Todo esto revitalizará la imagen del poeta y el conocimiento de su obra. Por primera vez, podremos exhibir la totalidad de la vida y obra de Huidobro. Una vida desmesurada en la que pareció haberlo intentado todo: poeta, novelista, político, crítico de teatro, polemista, corresponsal de guerra...", dice su nieto.
"Alguien comprometido con transformar la realidad"
Huidobro fue más pródigo en hacer cosas que coleccionar objetos. Por eso el fuerte de estas piezas es el testimonio de las actividades donde participó.
"Se destacó en la mayoría como un creador de avanzada. Alguien comprometido con la transformación de una realidad que, tanto en lo social como en lo estético, le parecía limitada y asfixiante".
Aunque si de objetos se trata, es imperdible el recorrido por su dormitorio, baño y escritorio de madera, que incluirá el famoso teléfono de Hitler, adquirido en Berlín. Estos espacios aún conservan los colores elegidos por el poeta: techos amarillos (porque decía querer tener un pedazo de sol, siempre) y guardapolvos verde oscuro.
También habrá cafetería, una sala para actividades de extensión y una librería que venderá sus obras completas editadas por la Fundación Vicente García-Huidobro , además de novelas gráficas, recopilaciones o investigaciones publicadas por otras editoriales y referidas al autor.
Un detalle importante, explica el presidente de la Fundación, es que ellos han reunido y conservado cerca de 8.600 registros, de los que se seleccionarán 500. Todo esto protegido por una guardia especial y en las condiciones óptimas de temperatura para conservar los documentos.
Próxima misión: Tumba y Parque Internacional
Construir esta Casa-Museo fue todo un desafío para la Fundación. El 2002 iniciaron la búsqueda de recursos en ambientes académicos de Estados Unidos, Francia y España. En Chile fue un poco más complicado: "Como no teníamos un lugar concreto, era mucho más difícil. Ahora sí será posible postular a proyectos", explica el nieto del poeta.
Así, en enero de 2010 -un mes antes del terremoto- adquirieron la casa que había sido administrada por sus hijos, concitó el interés de Nicanor Parra para comprarla y su último dueño fue el empresario Mario Lobo.
El objetivo, una vez funcionando el museo, con un plan de difusión y educativo, será impulsar el "Proyecto de dignificación de la tumba de Vicente Huidobro". "Queremos reconstruir ese lugar y cumplir lo que él deseaba: ser enterrado de pie frente al mar".
También se quiere crear el "Parque Internacional de los Artistas", en torno a la Casa-Museo: Se irán plantando los árboles favoritos de los grandes artistas contemporáneos a Huidobro, donde se invitará a los países a hacer las donaciones.
