Les planteamos que llama la atención la fortaleza que han tenido ellas para enfrentar el caso de su hermano y llevar en alto el apellido de su familia.
-¿Cómo lo han logrado con un caso de tanta connotación, con un desenlace tan dramático, y con ingredientes tan singulares como que en el juicio se ventilara la homosexualidad de Enrique en tiempos en que era considerado un horror, siendo la de ustedes una familia con hermanos militares, que tienen una imagen tan dura y machista?
Todas parten discrepando de la idea de los militares como duros y machistas, partiendo por lo que han visto en sus hermanos uniformados, y destacando el sentido de honor que observan en ellos y en los militares que han conocido.
Luego, Patricia abre el fuego:
-Para mí ha sido un dolor muy profundo. Hasta el día de hoy sigo convencida de que el Tite fue un chivo expiatorio de una situación política.
-¿Por qué?
-No olvides que fue el entonces Presidente Carlos Menem quien anunció que mi hermano estaba detenido, cuando en Argentina había problemas internos y estaba vivo el caso del atentado a la Amia. Además, siempre se buscó inculparlo para, a través de eso, llegar a Pinochet. Hasta el día de hoy sigo pensando que es inocente, y he logrado superar en parte este gran sufrimiento escribiendo justamente sobre el dolor; reafirmando la idea de que el odio y la venganza sólo envenenan el alma, y convencida de que el Tite está muy bien, en las mejores manos, en un lugar lleno de paz.. Yo también estoy en paz con él; siento haber hecho todo lo humano y lo inhumano para ayudarlo.
Continúa:
-Además, mucha gente nos ha manifestado su cariño, incluyendo personas que piensan totalmente distinto, que saben cuál es nuestra formación ética, y esa palabra de aliento es lo que nos ha permitido andar siempre con la frente en alto porque, en el fondo, no hay nada que ocultar.
Y frente a todos los ataques, insultos, denostaciones que he recibido a lo largo del tiempo, debo decirte que mi cuero se puso muy duro. Al comienzo fue muy fuerte. Pero hoy, con la frente muy en alto, puedo conversar sobre el tema, aceptar su muerte y aceptar su vida como él la vivió. No soy quién para juzgarlo, a él ni a nadie. Siento pena por las personas que nos odian o me odian por ser Arancibia Clavel. Estoy muy orgullosa de ser hermana de Enrique y de todos los demás.
Marieta toma la palabra:
-Tengo once años de diferencia con el Tite, y haberlo acompañado en todas las situaciones dolorosas de haber estado preso fue una oportunidad de conocerlo más. En relación a lo que pasa con el resto de la gente y el hecho de ser una Arancibia Clavel, sí hay quienes lo hacen notar y preguntan, pero es divertido, porque uno también consulta: ¿De cuál de los diez estás hablando? Realmente nuestro apellido es potente.
En cuanto a su muerte, a diferencia de mis hermanas, a mí sí me gustaría saber por qué realmente lo mataron. Tengo la sensación de que todavía no se sabe la verdad.
Macarena, la menor, plantea:
-Me es bien difícil dar una repuesta, porque para mí Enrique siempre fue un desconocido. Tenemos 24 años de diferencia, nunca viví con él, porque cuando yo crecí él se había independizado. Lo conocí estando preso.
Yo tuve una relación más profesional con él por ser abogada y, a diferencia de mis hermanas, siento una deuda de no haber hecho todo lo que se podía hacer para ayudarlo desde el punto de vista profesional. Yo estaba recién recibida. Pero, más que con él, siento que tengo una deuda con mi mamá porque para mí el tema siempre estuvo asociado al sufrimiento de mi madre, al deseo de acompañarla.
Concluye:
-Dolorosa su muerte, pero siento que pasé la página, probablemente por no haber compartido más tiempo con él. No se merecía morir de esa forma, pero la vida sigue. Y respecto de ser Arancibia Clavel, es un orgullo por todos los que componen esta familia, incluyendo, por supuesto, a mi mamá.
-Se anunció que harán una película basada en un libro de Diamela Eltit, donde se trata el aspecto gay de Enrique. ¿Qué les parece?
Patricia:
-A mí me llama la atención el hecho de que un sector de la izquierda progresista lo primero que hace es denostar a Enrique por su condición sexual. Yo soy abiertamente liberal en ese plano, y no desde ahora.
Macarena:
-A lo mejor lo objetable es que en el juicio (por el caso Prats) se haya presentado el tema para manchar el nombre de Enrique diciendo que era homosexual, cuando no tenía nada que ver con el caso. Es una postura incomprensible, y que me parece de mucha bajeza. Cuando no hay argumentos, sacas lo bajo, lo que ante la opinión publica puede hacer ruido.
"Sórdido", acota Patricia.
Ellas no prejuzgan a Enrique. "Si tenía o no esa condición sexual era su tema, no el nuestro", coinciden las tres.
El día en que lo sepultaron, los hermanos hombres levantaron el féretro y se acercó Macarena, la menor, para hacerlo junto a ellos. Automáticamente la siguieron las otras cuatro hermanas y terminaron los nueve cargando el cajón.
Patricia comenta: "Eso, para mí, fue muy importante como símbolo final. Más allá de las diferencias entre nosotros, demuestra lo que es la familia Arancibia Clavel".