Peggy Cordero vive en un departamento rodeado de naturaleza. Dice que le encanta el clima de estos días que le han permitido recoger del Parque Forestal flores de colores insólitos que lleva a su casa y las deja cerca de la ventana.

El jueves pasado abrió la nueva temporada de "Infieles" (CHV) encarnando a una delirante diplomática. Y también aparece en "Solita Camino", en Mega, en el rol de Clara,abuela de la protagonista que vive en secreto el infierno del abuso sexual.

Además, a sus 76 años, es constantemente requerida por cineastas independientes para participar en producciones como "El viaje de Emilio" (de Abril Trejo) o "Juguetes olvidados" (del peruano Homero Layza).

"O sea, estoy en pantalla, ¿cachái?", dice sonriendo ella. "«Solita...» la grabamos el año pasado, encerrados en el Cajón del Maipo y lo pasamos súper bien. Llevé mi citroneta y sale en la serie. Se llama «Margarita»".

La actriz -de padre italiano y madre cubana- es una leyenda local. A fines de los '70 hizo teatro en compañías como el Ictus y fue estrella en las primeras teleseries ("Don Camilo", "Padre gallo", "La amortajada"). Mientras incursionó en la animación del exitoso programa "Estudio Dos" de TVN, provocó un escándalo de proporciones al convertirse en una vedette del Bim Bam Bum un par de meses en el Teatro Ópera de Huérfanos en 1972. No podían creer que una actriz de teatro "serio" egresada de la U. de Chile pudiera ponerse plumas y bailar en un espectáculo tan "frívolo". Un fenómeno que, de hecho, volverá a estar de moda con una serie llamada igual que el legendario espectáculo y el programa de concursos "Cabaret burlesque", ambos en TVN.

"Esa fue una choreza mía. Tenía que juntar una plata para comprarme una casa que todavía la tengo y me ofrecieron tanta plata que yo dije que sí... ¡Y quedó la escoba! Es un recuerdo que está en el inconsciente colectivo de los chilenos".

Dice que hasta hoy la paran en la calle para decirle que la fueron a ver con sus maridos. "Me dicen que tan linda que era y yo les pregunto que cómo estoy ahora... Porque estoy vieja, pero linda", comenta riéndose.

Ahora, cuenta, la llaman para muchas cosas, pero no protagónicos: "No aguanto un protagónico, es demasiada pega. Con horarios terribles. Y no estoy con alzheimer, pero tengo que estudiar más que antes".

"Hay que distinguir entre la fama prolongada y esta «famita» que tienen estos meteoros jóvenes que pasan por la tele, son famosos tres meses y después nunca más se supo de ellos. Yo pienso que mi gracia es que empecé a trabajar en el año 62 cuando estaba en la Escuela de Teatro. Y hasta hoy, no he parado".