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Francisca Valenzuela: "Soy el ejemplo máximo de artista independiente"

Hija del científico Pablo Valenzuela Valdés, ha alcanzado el éxito sin traicionar sus principios..."No voy a estar modificando lo que hago para entrar al Top 5 del Billboard".

por:  Alejandra Valdivieso/La Segunda
viernes, 28 de septiembre de 2012
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Francisca Valenzuela (25) se forjó como cantante a pulso. Hija de dos importantes científicos chilenos (ver recuadro), nació y se crió en San Francisco, Estados Unidos, hasta que llegó a Chile a los doce años de edad. Desde niña, y con inquietudes por la literatura que la llevaron a publicar su primer libro de poesía en inglés a los 13 años, se interesó por la música. Aprendió a estudiar guitarra, así como piano, y todo partió desde abajo: en un bar donde nadie la promocionó y la gente empezó a preguntar por ella. Hasta que llegó la era del MySpace y sus primeras canciones empezaron a circular por la web.

Hoy -con dos exitosos discos- es una de las cantantes nacionales más relevantes del circuito joven chileno: Su canción "Buen soldado" rota incesante en las radios... Y su sexy video hace lo propio online . También es un hit gracias a la exitosa teleserie "Soltera otra vez", donde "Quiero verte más" y "Muérdete la lengua" se convirtieron en verdaderos himnos de los amores y desencuentros de Cristina (Paz Bascuñán).

Además, es una de las figuras nacionales más requeridas en el extranjero. Luego de exitosas presentaciones en España (donde recibió atención mediática que incluyó una entrevista en el diario "El País"), por estos días está en Estados Unidos y por partir a Australia, antes de ir a México. Después, en noviembre, estará de vuelta a nuestro país ad portas de su show en el Festival de Viña en febrero.

Así, después de "Muérdete la lengua" (2007) y "Buen soldado" (2011), la pregunta inevitable es cuándo lanza su próximo álbum. Desde California, donde está instalada desde algunos meses y donde viven sus padres y cuatro hermanos hombres, adelanta a "La Segunda" los primeros pasos de su tercer disco.

-En tu primer álbum hablabas de amor y desamor y otras intrigas de una joven con letras que algunos tildaron de feminista, mientras que en el segundo tuviste un tono menos confesional. ¿A qué apuntas ahora?

-Estoy en la fase compositiva, con guitarra y piano, componiendo en inglés y español de manera espontánea. Estoy en esa fase desprejuiciada de componer suficientes canciones, unas 30, para después ir desechando... Con el desafío de no repetirme. Hacer cosas genuinas, pero también que haya un crecimiento en todo sentido.

-¿Que te está inspirando?

-De todo, hay una parte visceral que es la parte biográfica natural que surge con el día a día, de alegría, pena, deseo, seguridad. Y hay cosas más concretas sociales, bien sea una combinación de palabras que me inspira o un concepto.

-¿Pero buscas un cambio de estilo?

-Yo creo que es un disco que va a ser un paso más allá que los anteriores. Va a ser una exploración más amplia. Hay un eclecticismo constante en lo que estoy haciendo. Me gustan el sintetizador y el tablet electrónico...

-En tus canciones las letras tienen un rol importante, ¿Qué temas te están rondando estos días?

-Escribo antes de hacer música. Mi interés literario se convirtió en musical. Hay canciones que tienen que ver con amor, desamor, la dificultad de viajar y estar en relaciones.

-Si bien soy gringa, hace tiempo que no venía. Ha sido un reencuentro con la política y la sobre-corporativización. Eso de seguro ha gatillado algo en mí que habla de la exagerada cultura de consumo.

-He tratado de no tener prejuicios y escribir desde lo más lúdico y frívolo, hasta lo más trascendental y existencial que todos queremos plasmar en las canciones. El estímulo de viajar mucho y estar constantemente conociendo músicos y leyendo muchos libros ha ayudado.

-¿Qué lees ahora? ¿Piensas retomar la literatura?

-Leo "The Corrections", de Jonathan Franzen. De nuevo ahora estoy trabajando poemas en inglés y cuentos cortos. Es algo muy lento igual, porque no tengo entrenamiento profesional de un escritor ni mucho menos un mentor, así que es una cosa bastante intuitiva. Pero de seguro me gustaría en algún momento ver si se puede armar algo con eso. El inglés siempre ha sido mi primer idioma para componer y escribir.

-Rechazaste el contrato que te ofrecieron en México, pero ahora que estás en EE.UU. ¿Te dan ganas de firmar con una disquera?

-Si no aparecen las condiciones, personas o contrato correcto, no vale la pena hacerlo. Mi independencia y el modelo que he ido forjando de emprendimiento independiente, con colaboradores y aliados en diferentes países, ha sido difícil de armar, pero está funcionando bien.

-Tengo un equipo de trabajo en Chile, otro en México y España. Así uno trabaja con personas en que las que confía y, a la vez, mantiene la independencia, que si bien requiere mucha reinversión y un manejo administrativo súper fuerte, permite hacer lo que uno quiere y no responder a deudas ni exigencias externas. Pero no soy tajante, todo depende de las condiciones de las disqueras.

-En Latinoamérica están las disqueras grandes. En Chile, la mayoría de los músicos somos independientes. En Estados Unidos hay más opciones, hay una tierra media: discográficas medianas de alto impacto, pero no son de la vieja escuela, sino que más modernas.

-Pensando en este disco, ¿sientes presión por coincidir con lo que la gente quiere escuchar?

-No siento que tengo que hacer lo que la gente quiere escuchar... Para eso hago reguetón y me saco la ropa.

-No cantas reguetón, pero tu último video, el de "Buen soldado", sí es bastante más sexy que los anteriores.

-Los videos son una herramienta fundamental. Soy fanática de la cultura videística, desde MTV hasta estar en Youtube viendo los videos que me gustan. Yo consumo mucho más las canciones con videos que las canciones sin video. Es un formato súper efectivo e integral.

-Con "Buen soldado" siempre tenía en mente la idea de cowboy moderno, del macho estereotipado que siempre consigue lo que quiere, les anda pegando palmadas en el poto a las mujeres. Uno se encuentra este personaje prepotente en todos lados: está en oficinas, industrias.

-Quería un video que encarnara de manera burda y dramática este tipo de personajes, ya que estaba haciendo una crítica cómica. En el video la idea era no estar aprensiva y categórica de cómo uno aparece. Si bien es algo distinto y más destapado, tiene que ver con el contexto, el tono, la propuesta. Originalmente la idea era otra, pero el presupuesto no dio.

-Has hablado de la influencia de Fiona Apple. ¿Qué escuchas por estos días?

-Están siempre los clásicos como Prince, Paul Simon, Joni Mitchell. A nivel de artistas nuevos, me gusta St. Vincent. Soy bien promiscua musicalmente. Escucho desde Jack White hasta el electropop de la sueca Robyn. O Hip Hop. Drake, por ejemplo, me gusta mucho.

-De tus primeras canciones a estos días parece que pasaste de una onda más indie a un más pop comercial ¿Apelas a la masividad?

-Creo que no es una cosa que uno se propone. Uno siempre quiere que más gente te escuche y que sea lo más masivo y abierto posible. Uno no hace música con fines discriminatorios en el sentido de que sea excluyente. Si le gusta a la gente, bacán y si no, también.

-A veces me preguntan en entrevistas, especialmente en España donde están obsesionados con el tema, si «eres indie o mainstream» y yo les digo que están siendo súper tajantes. Soy el ejemplo máximo de artista independiente: autogestión, autoinversión, mi sello propio. Es todo un emprendimiento independiente. Pero a nivel estético, de los videos, la música y la convocatoria, no es indie . Si funciona y va creciendo, bienvenido. Hay que adaptarse y manejarlo lo mejor posible.

-Has dicho que no es tu meta estar en los Top 5 de Billboard.

-No, porque para llegar a eso hay más cosas que uno no sabe cómo funcionan, como ser parte de un sistema y tener visibilidad internacional. Hay otras triquiñuelas. Ya es suficiente para uno tener un proyecto musical que sea sustentable y tenga crecimiento. Es una primera etapa que uno está feliz haciendo y ya es suficientemente difícil. Y la segunda etapa es: lo que estoy haciendo ahora, alineado con mi concepto y vísceras, desarrollarlo a su máxima potencia, pero no sacrificando la integridad. Si estoy en el Top 5 de Billboard con esa autenticidad, por favor que así sea. Pero no voy a estar modificando lo que hago para entrar.

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