Monarcas autocoronados. Reyes asentados en distintos sectores de la ciudad y que ejercen su poder en el paladar de sus súbditos.
En Recoleta están los dominios del Rey de la Chicha y el Chancho.
Todos esgrimen argumentos sólidos para reafirmar su reinado, en los más diversos rubros gastronómicos: lomitos, completos, pescado, pastel de choclo, mote con huesillos.
MEDIO SIGLO REINANDO
El Rey de la Chicha y el Chancho. (Recoleta 1389). Nació en 1960 como Santa Rosa de Pelequén, localidad de donde es oriundo su dueño, Adolfo Lira. Pero cada año, para las Fiestas Patrias, se instalaba en el Parque O'Higgins con un stand bautizado "El Rey de la Chicha".
Lira decidió ampliar sus dominios reales, ya que los productos de cerdo eran su especialidad en el restaurante, cuenta su hijo Luis, quien se multiplica para tomar los pedidos, llevarlos a la cocina, servir las mesas...y pagarse en la caja.
A mediodía, el público se inclina por el menú de comida casera. En las noches, reina el arrollado (de fabricación propia), el pernil, el costillar y la chicha de San Javier.
El Rey del Lomito. (Diagonal Rancagua 913)
En la tradicional esquina de José Manuel Infante, hace 50 años que este local recibió su nombre. Y desde hace 30 su propietaria es Patricia Machuca, quien ha seguido con la tradición.
"Es el rey, porque la carne y todos los agregados son de primera", afirma Sergio Escobar, el jefe de local.
El lugar es frecuentado especialmente por familias, y la tradición se va heredando. Abuelos, hijos, nietos, todos van en busca del sándwich estrella: Lomito Rey, que tiene palta, tomate, mayonesa, chucrut y americana.
La oferta se amplía con el Lomito Diplomático, que lleva lechuga, queso fundido, palmito, fondo de alcachofa y mayonesa; y el Lomito Granjero, con choclo, arvejas, tomate, mayonesa y queso fresco.
El Rey del Pescado Frito. (Bandera 848). Abrió sus puertas en 1955, fundado por el suegro de Nelly Rodríguez, su actual dueña, quien trabaja con su hija.
Atiende de lunes a sábado y los domingos de la quincena y fin de mes, que es cuando más demanda tiene y vende hasta 50 platos de pescado frito.
Es el rey "porque nuestro producto, además de ser fresco, se sirve el pescado grande entero, frito con un batido especial y en paila de cobre", ése es el secreto, según Nelly.
CON PRECIO REAL
El Rey del Completo. (Mc Iver 263). Teodoro Vacarella inició el negocio en 1980 y sorprendió al mercado vendiendo los completos a $19. La gente hizo cola y llegó a vender más de 2 mil.
"Hasta ese momento, un completo tenía el mismo precio que otro sándwich, casi el doble, y mi papá dijo que no podía ser, porque los costos eran otros", explica su hija Ana Rosa, quien ahora está a cargo.
El local, de dos pisos, tiene capacidad para 320 personas. De lunes a viernes abre a las 8 de la mañana y los sábados, a las 9.
Antes de registrar la marca, ya era conocido como Rey: "Porque son los mejores de Chile; trabajamos sólo vienesas de ave y tomates, paltas y porotos verdes frescos, que nos llegan todos los días. No queremos que nuestros completos sean comida chatarra", asegura la dueña.
La especialidad, en invierno, es la Vienesa chorrillana (con huevo revuelto, cebolla frita y agregado de papas fritas); en verano, la Vienesa chacarera (tomate, poroto verde y ají verde).
MONARCA DE TEMPORADA
El Rey del Mote con Huesillos (Rondizzoni esquina de Mirador). Este quiosco, apostado junto a una de las paredes que circundan el Club Hípico, existe desde la década del 30 y hoy lo regente Ramón Palacios, nieto del primer dueño.
Es un negocio de temporada: abre de septiembre a marzo. Su mayor éxito es en los meses de verano, cuando en un día de mucho calor puede vender hasta 200 litros.
La gran demanda obligó a tener un local al frente, en calle Mirador, donde se preparan los huesillos en grandes fondos.
Los clientes más asiduos son taxistas y aficionados a la hípica, aunque son muchos los que van especialmente a esa esquina para adquirir un refrescante vaso, cuyo precio va de $500 a $2.000.
SOBERANO CASERO
El Rey del Pastel de Choclo. (Km 43 ½ carretera 5 Sur. Rotonda Paine) . "Es una herencia de familia", dice Myriam Yáñez, hija del fundador de este restaurante que tiene más de 80 años.
¿La razón del reinado? "Es el mejor pastel, se prepara con receta casera antigua y tiene buena materia prima; nada industrial. El choclo es fresco, no congelado", según su dueña.
Está abierto todos los días del año, desde las 9 de la mañana hasta las 21:30 horas. Pueden vender entre 200 y 300 pasteles a la semana.
Se sirven en librillo de greda y equivalen a casi un un kilo de comida, cada uno con su correspondiente presa de pollo: trutro largo o corto.