A tiempo completo están ensayando Tulio Triviño, Juan Carlos Bodoque -y compañía-, que ya se alistan para reconquistar a niños y adultos, ahora como rockstars.

"El público se merece lo mejor de 31 Minutos", afirma Alvaro Díaz, uno de los cerebros -junto a Pedro Peirano- del exitoso programa infantil nacido hace una década, y que regresa este miércoles en gloria y majestad con dos megaconciertos en el Movistar Arena, a las 16.30 y 20.30 horas. Debido a que las entradas se agotaron rápidamente, agendaron una nueva presentación para este sábado, también con doble jornada (Ticketek).

Y no le temen al público, luego que arrasaran en el Festival Lollapalooza 2012, ya que "estos personajes no van de bacanes ni de héroes por la vida", dice Díaz.

La rutina ha sido ardua, como la de ayer en la tarde, en el amplio gimnasio del Colegio La Girouette. La preparación del equipo y los músicos de la banda oficial, compuesto por los hermanos Pablo y Felipe Ilabaca (de Chancho en Piedra), Camilo Salinas (tecladista) y Pedropiedra (baterista), ha sido prolija. "Hay que agregar las tres semanas de ensayos para Lollapalooza... Con los músicos, partimos hace un mes. Con el elenco tuvimos una semana intensiva, medio reality", detalla. Y agrega que los shows tendrán un tracklist de 31 temas, "¡que son más que los grandes éxitos! No había ninguna canción para dejar fuera".

De este modo, hits como "Mi muñeca me habló", "Me cortaron mal el pelo", "Tangananica Tangananá", "Bailan sin cesar" y "Mi equilibrio espiritual" estarán presentes.

-Es un boom el regreso de 31 Minutos. Llenar cuatro shows es inusual...

-Es que con 31 Minutos nada es muy normal. Siempre ha sido un caso único, en Chile, que unos títeres se hagan famosos, tengan canciones, hagan recitales y antes una serie. Todo lo que sucede con 31 Minutos es bien sui generis ... Todo tiene que ver con la naturaleza de la TV o del espectáculo. Hay cosas que se ponen de moda, les va increíble, agarran un público, desaparecen y luego se convierten en una necesidad. A partir del año pasado empezó a haber más entusiasmo. Comenzaron a llamarnos, pero no estábamos haciendo muchas cosas... Incluso, más allá de nuestra voluntad, la gente lo exigía. Y la llamada a Lollapalooza fue lo sorprende.

-Fue el detonante para lo que vino después...

-Claro. Uno quiere tocar en vivo, armar una banda y montar este tremendo espectáculo. Eso lo hace muy apasionante, y se irradia a la gente. Distinto sería que estuviéramos haciendo todos los años esto... Este es un gran momento.

-¿Y volver a la TV?

-No es mucho el misterio. Queremos hacer una última temporada, pero todo depende del financiamiento. Hay que buscar otro apoyo... No vivimos necesariamente de eso. Pero nos encantaría hacerlo en las condiciones de siempre.

Por su parte, Pedro Peirano -la voz del mítico Tulio Triviño- comenta que "estos shows fueron una sorpresa. Cuando hicimos Lollapalooza fue como una humorada, y no pensamos en la gran respuesta del público".

Y añade: "Ahora no tenemos un afán o un plan... Mientras no hagamos algo por obligación o sólo por la plata, está todo bien. Funciona si lo hacemos para entretenernos".

-¿El hombre detrás de Tulio Triviño se agota de personificarlo?

-No, porque me fascina. Cuando me pongo a Tulio soy infinitamente más estúpido y libre de serlo. Es demasiado divertido, porque se cree la muerte... Tulio es un personaje mucho más allá de mi "yo". No me parezco tanto a él, pero creo que he sabido administrarlo bien. Espero que él esté contento con mis servicios.

Fusionar la esencia de la serie con una banda de lujo ha sido increíble, "porque nunca imaginamos que se convirtiera en algo casi aparte del programa".

Y enfatiza: "Poder cantar en vivo es fantástico. Con algunos de los mejores músicos chilenos que, además, son nuestros amigos... Este es un concierto de verdad. No es algo tan infantil. No es un show de Barney; es profesional".