La Casona del Centro (Morandé 538) . Tiene capacidad para 400 personas y su público fidelizado es del área del centro, en especial políticos y empleados públicos. Su venta se concentra en un 80% en la hora de almuerzo. Su especialidad: Carnes a las brasas con énfasis en vacuno y en cerdo (sólo costillar). Algo que los caracteriza: se puede elegir entre porciones de 300 ó 500 gramos. Lomo vetado, filete y lomo liso es el ranking de las preferencias.
Cuerovaca (Pasaje El Mañío 1659) . Las carnes que ofrecen son chilenas y de Estados Unidos. Su principal característica es la maduración: "Una carne no se consume antes de 30 días, la carne fresca es carne dura, con mal olor al cocinar, mal sabor y de mala digestión", afirma Juan Gabler, dueño de este local que existe desde el año 2000 y tiene capacidad para 180 personas.
Los cortes más vendidos son lomo vetado, entraña, asado de tira. Una creación de su chef ejecutivo parrillero, Lucas Soto, es el Chuletón del tío Lucas que incluye lomo vetado, asado de tira, plateada y sobrecostilla y que es para compartir, mínimo, entre dos personas.
Santa Brasa (Alonso de Córdova 4260) . Es el primero de una cadena de cinco restaurantes. Tiene capacidad para 150 personas. La principal característica es que crían sus propios animales, de raza Angus, en campos del sur. Y su especialidad: el proceso de maduración dry aged beef (reposo de la carne para su añejamiento progresivo, en ambientes especiales de temperatura y humedad). Los platos más solicitados: Lomo vetado con hueso, ojo de bife y bife de chorizo.
Ox (Nueva Costanera 3960). Su chef, Daniel Galaz, señala que el restaurante es "al estilo de los steakhouse de EE.UU. y muy Club de Tobi", porque preferentemente recibe público masculino y en reuniones de negocios.
La carne que ofrecen es 100% chilena de vacunos Angus y Wagyu. Algunas de las exclusividades: Filete con hueso, petit tender , prime rib , que es lomo vetado con hueso, sellado en la parrilla y cocido al horno por 8 horas, lo que da como resultado una carne rosada y jugosa. En Wagyu, introdujeron la punta paleta, y también tienen lomo vetado y plateada.
San Telmo (21 de Mayo 1502, Punta Arenas). Cerca del puerto de la ciudad, en un edificio de 1920, Roberto Ulloa instaló su local con capacidad para 90 personas, hace dos años. El nombre, tomado del típico barrio de Buenos Aires, no es al azar porque incluso tienen espectáculos de tangos.
Las carnes en su totalidad son chilenas, provenientes de Puerto Natales, aunque los cortes que se ofrecen son estilo argentino, como el asado de tira, colita, tapa de cuadril, entrañas, chuletón de lomo, entrecot y el bife de chorizo, que es su plato emblemático. Todos en porciones de entre 400 y 500 gramos. Para su dueño, lo mejor es cuando sus clientes le comentan: "Hemos comido como en Buenos Aires".
Los Vikingos (Cumming 174. Estacionamiento en Agustinas 2251). Si decide comer carnes exóticas, este es el local ideal, donde lo recibirá el maître Francisco ¡vestido de vikingo!, y donde cada rincón tiene ornamentación al estilo de los originarios de Escandinavia. Atiende en horario continuado de lunes a domingo. Su oferta: Avestruz, jabalí, ciervo, conejo, pato. Las creaciones que tienen mayor demanda: Avestruz en salsa de almendras, medallón de jabalí bañado en demi glacé en champiñones, ciervo en nata Merlot, conejo y pato a la cazadora.
