Una de las agrupaciones chilenas más recordadas de los '90 vuelve a las pistas. Ariztía -compuesto por los hermanos Rosario, José Ignacio y Soledad Ariztía, quienes rescataron la balada y el pop en una época donde el rock era hegemónico- ya alista su retorno, justo cuando cumplen dos décadas de trayectoria y con hits como "No te olvido, "No es mi culpa" y "Para que no se muera este amor".

Para celebrar, ya fijaron un concierto para el 24 de agosto, en el Teatro Oriente, donde presentarán "El rastro de los cinco sentidos", disco inédito después de 15 años de silencio musical.

El último de estudio fue "Cielos vacíos" (1996). Antes publicaron "Ariztía" (1992) y "Sin límites" (1994). Y, en 2008, editaron "Humano sólo éxitos", compilado con dos temas nuevos.

Por estos días, ya suena "Contigo", primer single del reciente álbum, que fue compuesto y producido por José Ignacio Ariztía.

"«El rastro de los cinco sentidos» sigue la tónica de lo reflexivo de nuestros trabajos, pero, ahora, desde el lugar de quienes cumplimos 40, el promedio de nuestras edades. Esta reflexión del disco no está asociada a lo nostálgico, sino que es una entrega que celebra lo mejor de cada uno, con el lado positivo de la experiencia recogida en 20 años de observación... No publicamos por publicar o por mantenernos en los rankings. Nuestra entrega artística obedece a si hay algo que decir", explica.

Y agrega, sobre el nuevo sencillo: "«Contigo» es una apuesta vintage, pero muy actual en el tratamiento de los arreglos, con una instrumentación que incluye vientos y cuerdas. Es una canción himno, que celebra la permanencia de las relaciones, la trascendencia que traen los hijos".

La placa "ofrece arreglos y melodías minimalistas. Algunas combinan aportes electrónicos con un tratamiento orgánico de los instrumentos... Cada historia está pensada para que hable por sí misma. Nuestra música se ha vuelto más ecléctica. No le tenemos miedo a experimentar con diferentes estilos".

¿Festival de Viña?: "Sería un orgullo volver"

-¿Qué rescatan de los '90? ¿Cómo fue enfrentarse ante un mundo más ligado al rock?

José Ignacio: -El trabajo en esos días, cuando lo digital aún no estaba tan fuerte, nos obligaba a trabajar el doble y a ser mucho más exigentes. Trabajábamos de forma análoga, donde había una mística más especial. Lo digital, si bien ha beneficiado a la industria, tal vez ha vuelto más mecanizado el proceso creativo. A veces se extraña eso. En relación a las tendencias, nunca nos quedamos atrás. "Cielos vacíos" fue un disco extraordinario y de enorme riesgo, que nos ubicaba en el centro del pop-rock, viniendo de una trayectoria de dos discos muy románticos. No sólo plantemos nuestras inquietudes personales, sino que además fuimos radicales a la hora de defenderlo.

-En Chile fue duro su arranque, no por una falta de aceptación de nuestros seguidores, sino por lo inflexible que era la radio. En el resto del continente fue un éxito de ventas, con una crítica inmejorable. Las que tuvimos por estos lados, las superamos con el convencimiento de que un artista debe siempre tener voz propia, guste a quien le guste. El tiempo nos dio la razón. Hoy, 15 años más tarde, canciones como "A veces me parece" siguen siendo frescas para la gente.

-¿Hay miedo y expectativas?

Rosario: -Este es un disco bastante especial para nosotros, porque han pasado muchos años en que no lanzábamos uno completo, y por múltiples razones: Por tiempo y distancia. Hemos querido celebrar junto a los que nos han seguido durante 20 años y a los que se han unido en el camino, con un disco creado desde lo vivido en este tiempo. Lo que nos mueve para hacer arte es el entregar algo novedoso siempre... En toda esta preparación hay sentimientos que se mezclan, hay nervios, emoción y ansiedad, aunque hoy más controlada que antes.

-¿Por qué demoraron 15 años en entrar al estudio de grabación?

Soledad: -Escribir música para poder transmitir lo que uno va aprendiendo en la vida y las experiencias que sólo las da el paso del tiempo tienen un proceso. Nos ha tomado tiempo hacer música juntos por nuestros proyectos individuales. Cuando decidimos parar, para darnos nuevos aires, fue porque queríamos tiempo para cada uno. José se mudó a Nueva York y hoy vive en México. Yo quise tener hijos y mi hermana Rosario hizo lo mismo al poco tiempo... Cuando grabamos "Humano" comprobamos lo felices que éramos expresando nuestras historias, ya en otra etapa de la vida. Esa fue la razón de crear este nuevo disco.

-En 1998, actuaron en el Festival de Viña, pero después anunciaron su retiro. ¿Les gustaría volver?

Soledad: -Viña fue nuestra última presentación. En ese minuto teníamos 2 caminos: Grabar un cuarto disco o detenernos para que cada uno tomara su propio camino y descansar. El festival es un gran escenario, nuestra carta de presentación musical al mundo y, bajo esa mirada, sería un orgullo volver a estar ahí.