Las variedades de pastas que conforman la oferta de los innumerables restaurantes de comida italiana tienen su tendencia: Tortellonis, gnocchis y lasañas se llevan las preferencias.

Doble premio

Rívoli (Nueva de Lyon 77) . Massimo Funari instaló este restaurante hace más de 20 años, junto a su señora chilena, María Irene, con quien coincidió estudiando gastronomía en Roma. El año pasado fue elegido el mejor restaurante y el mejor chef en Wikén, de El Mercurio. Al mes, atienden más de 6 mil personas. El 90% de los productos que utilizan en las preparaciones proviene de su campo, donde producen verduras orgánicas y también quesos. Su dueño destaca de la carta, la entrada Mozzarella (de producción propia) Caprese; y de fondo, Tortelloni relleno de queso ahumado, con lentejas.

Del norte de Italia

Val D'aosta (El Aguilucho 3510). Desde el norte de Italia llegó Gian Pablo Salvático hace 33 años. Aparte de casarse con chilena, se dedicó a la fabricación de pastas, que aún vende en un local adjunto a su restaurante. Por la calle Sarragosi se entra a la trattoria, que mantiene su puerta cerrada, pero tocando el timbre abre su dueño con la típica amabilidad y locuacidad de los italianos. Atiende sólo horas de almuerzo, de lunes a domingo. Sus platos estrella son: Tortelloni de ricota con salsa de nuez, y gnocchi con ragú, cuya máxima demanda es los días 29, cuando la tradición dicta que hay que comerlos para llamar la buena suerte.

Panzoni (Paseo Cousiño 12, Viña del Mar) . Pequeña pero acogedora trattoria con típicas cortinas cuadriculadas, al más puro estilo italiano. A la hora de almuerzo hay que llegar temprano para lograr mesa. Lo más requerido por la clientela: Tripasta con ravioles, gnocchis y panzonis servido con salsas a elección: Bolognesa o Alfredo.

Una tradicion de medio siglo

Da Carla (Nueva Costanera 3673 y McIver 557) . En 1958 la italiana Carla Schiavini fue pionera en instalar en el centro una trattoria. Aún existe y, además, tiene sucursal en el barrio alto. La carta ofrece la típica receta tradicional de la gastronomía italiana como Trofie liguri autentiche : Pasta tradicional de la región de Liguria; los clásicos, y favoritos del público, como Cappellacci del Castello (Pasta rellena de zapallo y mascarpone, con salsa de mantequilla); y lo nuevo, Ravioli imperiali (Pasta rellena de Foie Gras de pato, tomate y aceitunas, sobre una emulsión de Portobello).

Para llevar

La Pasta Divina (Av. Luis Pasteur 6585 Loc. 6) . Pequeña boutique de comida para llevar. Entre su oferta sobresale la lasaña camarón pollo en masa de espinaca o la original versión rellena con pastelera de choclo. Además, ravioles y los gnocchis tinta de calamar o la variedad al merkén. Estos últimos, los 29 de cada mes, tienen 30% de descuento.

Da Noi (Av. Italia 1791). Fábrica y restaurante. Venden pasta fresca y preparada como las lasañas, que son una de sus especialidades. En la trattoria, su máxima creación es Pasticcini di la casa: Rollos de pasta rellenos con carne, verdura, pollo, ricotta y nueces. En este plato, como en raviolis y gnocchis, todos muy contundentes, existe la posibilidad de pedir ½ porción. Los días 29 hay descuento del 20%.