Figuritas de vudú por doquier, una relación al borde del incesto, sed de venganza y una mujer con rasgos psicopáticos. Estos son los componentes esenciales de "Maldita", la primera teleserie nocturna de Mega -que debutará en los próximos días-, protagonizada por Lorene Prieto, Pablo Díaz y Javiera Díaz de Valdés.

La producción está inspirada en los bullados casos policiales de los hermanos Rojo y de María del Pilar Pérez, alias "La Quintrala de Seminario". Lorene interpreta a Raquel Ibáñez, quien pretende administrar el negocio familiar a costa de métodos poco ortodoxos.

Pero eso no es todo. En un momento, esta villana, que tomará algunos atributos pérfidos de Pérez, descubrirá que su esposo, Esteban Zúñiga (el colombiano Harry Geithner), es homosexual. Además, intentará retener ¡y seducir! a su propio hijo Gonzalo -papel de Díaz-, boicoteando su relación con Claudia (Antonella Ríos). A su hija Mariana (Díaz de Valdés), en cambio, la maltrata.

"Mi personaje realmente adora a su hijo. Son sus ojos, tiene una relación enfermiza y posesiva con él. No le gusta que ninguna mujer esté a su alrededor... Ella es tan egocéntrica, que cree que ninguna mujer será superior... A mi hija la encuentro una estúpida. Le hago bullying, trato de aniquilarla", sentencia Prieto.

Díaz acota: "El está muy enamorado de su madre. Cree que es perfecta y, de a poco, se da cuenta del monstruo que esconde esta mujer. Pasa del amor incondicional al desamor absoluto".

-¿De qué te das cuenta?

P.D.:-De su psicosis. De cómo manipula a toda la familia. Lo más fuerte es cuando Gonzalo se da cuenta que también ha sido manipulado. La historia perfecta que había construido se le derrumba.

"Estudié mucho sobre asesinos en serie"

Para desarrollar su rol, Lorene explica que no sólo se enfocó en María del Pilar Pérez: "Estudié mucho sobre asesinos en serie y me reuní con un psiquiatra, que me ayudó a entender una mente así".

Lo que más llamó su atención fue el cuidado léxico de "La Quintrala": "Tenía un lenguaje impecable, que da cuenta de una inteligencia muy grande. Cuando hablaba era muy difícil sospechar que fuera culpable".

Reconoce que le hubiese encantado entrevistarse con ella: "Como todo actor, que somos terriblemente busquillas, curiosos y metiches, obvio que hubiera querido conocerla".

-En algunas escenas realizas sesiones de vudú y colocas alfileres en fotos. ¿Ocurrían cosas extrañas en las grabaciones?

P.D.:-¿Cómo si hubiera un fantasma?... Claro que había cosas. De hecho, casi perdimos a la Lorene (se ríen). A la hora de almuerzo, le decía: "Deja el personaje en el camarín". Es que la carga de su personaje es súper difícil de llevar. La veíamos haciendo escenas de mucho dolor, de locura, de odio... Andaba muy agotada cargando este personaje. Le decía: "Paremos un rato. Tratemos de dejarlo. Somos actores".

L.P.:-Pablo me ayudó muchísimo a levantarme el ánimo. Le preguntaba al psiquiatra que me ayudaba: "¿¡Cómo alguien que es tan inteligente puede creer en vudú!?"... Hacía de corrido muchas escenas de ritos, con velas e inciensos. Igual lo pasé bien. No creo en vudú y jamás me metería en la magia negra. ¡Era terrible pinchar las fotos de mis compañeros! Les decía: "Perdón, pero ayer les estuve clavando unos alfileres" (se ríe).

-¿Y no sentían cosas después?

P.D.:-Estoy sintiendo un dolor aquí (se ríe)...

L.P.:-Era heavy. Daba no sé qué clavar en las imágenes de tus compañeros.

P.D:-Hay cosas externas que también ayudaron al personaje de Lorene, como el frío. El estudio donde grabábamos no tenía calefacción. Y Lorene decía: "¡Tengo frío!". Y yo le decía: "¡Úsalo! Ocupa esa misma rabia para ensayar".

"El que quiera ver a María del Pilar calcada, se va a frustrar"

En junio de 2011, los padres de Diego Schmidt-Hebbel -asesinado, en 2008, por un sicario contratado por Pérez- declararon públicamente su desacuerdo por la realización de "Maldita".

Pedro Campos (hijo de Cristián Campos y Claudia di Girolamo) asumirá el rol de Diego, que en la ficción se llamará Gabriel Rosetti.

-¿Les ha llegado algún reclamo por parte de la familia?

P.D.:-Cuando me invitaron a participar a este proyecto, no quise investigar sobre el hijo de María del Pilar Pérez. Quise construir un personaje a partir de la información que me daba el guión.

L.P.:-De hecho, no podíamos ir o investigar a alguien, aunque hubiésemos querido... Estamos recreando muchas cosas. Hay mucho de la imaginación de los guionistas, el 90% es de ellos. Pero uno toma lo que le sirve... El que quiera ver a María del Pilar Pérez calcada, se va a frustrar, porque no está.

P.D.:-Hay mucha ficción. La imaginación de los guionistas supera todo lo imaginable.

-¿La producción de la teleserie ha tenido cuidados al respecto?

P.D.:-Cuando me invitaron a participar en el proyecto, pregunté: "¿Tengo que interpretar al hijo de María del Pilar Pérez?". Y no. Si me hubieran dicho que sí, probablemente no hubiera participado. No por temor a las demandas, sino que por respeto al poco espacio de tiempo de este caso, no me parecía de buen gusto. Hitchcock se inspiró en muchos casos policiales para sus películas y nadie lo demandó... Hago mi personaje como si yo me viera enfrentado a una madre como ella.

-¿No hay tensión con lo que pasará después, cuando se emita el primer capítulo?

L.P.:-Hay personajes que, quizás, sí están basados en esa historia, como el personaje de Pedro Campos. Tal como fue en el caso real, él representa toda la parte luminosa de amor. Ese personaje se ha tratado con un enorme respeto.

P.D.:-Es el héroe de nuestra historia... No tiene el mismo viaje de Diego (Schmidt-Hebbel). Tiene elementos de él, como Raquel con María del Pilar.

L.P.:-Si se hiciera una teleserie sobre la pedofilia en la Iglesia, uno se podría preguntar: "¿Es sobre el cura Karadima?". En una sociedad democrática y con libertad de expresión, uno puede tomar esos elementos de un caso y recrearlos. No se está afectando a otras personas.

P.D.:-Yo veía las noticias, porque era impresionante. Todos celebramos cuando se hizo justicia... Hay gente que querrá entrar en la polémica y ver si la teleserie está o no inspirada en el caso de María del Pilar Pérez. Pero no da para que se hable más.

L.P.:-Las teleseries son demasiado tomadas en serio, en Chile. Finalmente, todo es una ficción.

-Entonces, la familia no debería sentirse afectada por "Maldita"...

P.D.:-El personaje que interpreta Pedro Campos no es el hijo de ellos.

L.P.:-De hecho, los padres no existen (en la teleserie). El tiene una abuela.

P.D.:-Y si se llegaran a sentir reflejados en algo, será positivamente. Lejos, Gabriel es el personaje que representa la bondad, es el héroe de nuestra historia y está interpretado por un tremendo actor. Todo es positivo en torno a ese personaje.

Javiera Díaz de Valdés: "Quedé agotada por la oscuridad de la historia"

"Fuerte, intenso, interesante", comenta Javiera Díaz de Valdés, vía e-mail , sobre las grabaciones de "Maldita", donde interpreta a Mariana Zúñiga, hija de la malvada Raquel Ibáñez.

"Mariana es una estudiante de enfermería. Es muy noble, con valores, sencilla, con mucho sentido social. Es opuesta a su madre, no tiene ese arribismo, no hace diferencias de clases sociales. De hecho, se enamora de un hombre más humilde. Trabaja como voluntaria en un centro de cáncer".

Y agrega: "Es una niña de muy buen corazón, que le toca enfrentar una vida muy dura. Tiene una madre que la odia y que le hace la vida imposible. Y tiene una relación muy estrecha con su padre, que se verá afectada".

Incluso, advierte que Raquel es capaz de colocar su vida en peligro: "Ella es pérfida, y a una de las personas a las que maltrata con más intensidad es a Mariana. Llega a niveles impensables. Reales torturas. Pone en riesgo su vida, la encierra durante días".

También se refiere a la relación casi edípica entre su hermano Gonzalo (Pablo Díaz) y su madre: "El es bastante ingenuo con ella. Como siempre fue el más querido, prefiere hacerse el tonto, y no es capaz de creer quién es su madre realmente. Además, ella sabe manipularlo. Pero cuando él se enfrenta a situaciones incestuosas evidentes, empieza la decepción".

-Actuar en una producción tan "cargada" te habrá agotado...

-Por supuesto. Quedé agotada por la intensidad de cada jornada, de cada escena, física y psicológicamente. Y por la oscuridad de la historia. Fue un desafío enfrentarse a escenas límites durante toda la teleserie, con mucha carga dramática. Era cansador, pero fue una gran experiencia.