Un cúmulo de funciones, proyectos e ideas animan a Julio Jung, más activo que nunca a sus 70 años. Así se le ve al actor en el living de su casa, entre esculturas y libros de arte.

La semana pasada llegó de presentar "La casa de los espíritus" en Santa Cruz, Bolivia, y en Lima, Perú. Fue una "locura", relata, el recibimiento que tuvo la obra "emocional, no panfletaria" basada en el clásico libro de Isabel Allende.

Por estos días, además, encarna a Pablo Neruda en gira por comunas con "Ardiente paciencia" (Hoy y mañana en el Teatro Casa de la Cultura de Lo Prado), dirigida por Alejandro Castillo y donde actúa con Catalina Guerra, Emilio Edwards y Carolina Arredondo. A juicio de Jung, la obra muestra al Nobel chileno "en una intimidad que la gente no conoce".

En el mismo rol estuvo en 1986 con escenografía de Balmes y en un escenario repleto de arena. Y también en Caracas, Venezuela, en donde el escenógrafo hizo "una isla, actuábamos todos arriba del peñasco", recuerda con humor.

Allá "se reían mucho más que acá, donde Neruda infunde respeto, la gente ríe, pero con temor. Se entregan mucho más al drama, al final".

Cintas con Daniel Muñoz, Nicolás López y Caiozzi

A la pantalla grande llega con cuatro producciones que se filman este año.

Este mes va a Puerto Natales a terminar "El cordero" , debut de Juan Francisco Olea donde actúan Daniel Muñoz, Roberto Farías e Isidora Urrejola. Será el padre de Urrejola y suegro de Muñoz, quien "viene saliendo de la cárcel. Lo recibo en la empresa y lo empleo. El problema es que él me empieza a robar plata", adelanta.

Hará de mudo en "La Patagonia de los sueños" de Jorge López, donde compartirá con Pablo Krogh y Juanita Ringeling. "Es una familia francesa que se avecinda en una región de la Patagonia y le va muy mal. Deciden trasladarse al otro lado, Tierra del Fuego", resume.

Como si fuera poco, volverá como el padre de familia en "Qué pena tu familia" , la tercera parte de la historia que dirige de Nicolás López.

Estará en "Y de pronto el amanecer" la próxima película de Silvio Caiozzi y Jaime Casas, que espera filmar a fin de año en Coyhaique.

¿Y se agota?: "No porque me entretengo, me divierte, me encuentro vivo. Me dicen «pucha, por favor para un poco la máquina» ¿Qué saco con eso? ¿Vegetar? ¡No! Ya el cuerpo me va a decir basta", reflexiona.

"Estoy haciendo más cosas ahora que tiempo atrás. Antes era un poco más cómodo, en cambio ahora uno empieza a vivir más apurado, necesitas hacer más cosas porque el tiempo se va acabando. Es la eterna búsqueda de mantenerse vivo y creativo... He tenido una vida bastante plena, me siento bastante satisfecho de lo logrado, pero uno quiere más todavía, por supuesto", se sincera.

"Al país le falta humor"

Rostro insigne de la comedia nacional, recuerda aquella época de gloria de "La Manivela", el "Jappening con Ja" o "Medio mundo".

"Después se ha producido una desaparición total del humor", se lamenta. "Al país le falta humor... Los únicos que cumplen con cierto tipo de humor son «El club de la comedia», pero me gustaría ir un poco más allá".

Su idea: Juntar a humoristas "vigentes" como él, Felipe Izquierdo, Andrés Rillon ("todavía esta absolutamente brillante") con gente de "El Club de la comedia". "Hacer un mix de dos generaciones de humor en este país", sintetiza.

¿Su opinión de la TV actual?: "La TV en general está viviendo una crisis... No creo que a los realities haya que combatirlos con desnudos o destape... El núcleo de una teleserie son las buenas historias... Los expertos en reality están mucho más a caballo de esto".