Ricardo de la Fuente suma 36 años de trayectoria en televisión. Fue gerente de producción de Canal 13 durante los festivales de Viña del 2000 al 2002. Y luego, director general del evento entre los años 2003 al 2008 ininterrumpidamente.

Al ser consultado por las evidentes fallas técnicas que se han producido en esta versión del Festival de Viña, señaló:

"A estas alturas de los adelantos tecnológicos con que cuenta la industria, las fallas técnicas, como las de micrófono cerrado de Adamo y las que se produjeron en la presentación de Rosana, no deberían suceder. Sin embargo, a mi juicio estas situaciones pueden atribuirse, más que al factor técnico, al nerviosismo de los operadores de sonido o sus asistentes que en la vorágine del backstage del escenario y al hecho de que muchos artistas traen su propio equipo técnico de audio, y a veces se produce una descoordinación entre éste y los encargados de la organización".

-¿Qué le parece la suspensión de la competencia folclórica el día viernes?

-Manejar los tiempos del Festival de Viña es uno de los desafíos más grandes para los realizadores de este evento y estoy cierto de que nadie quiere perjudicar a los artistas, pues son ellos los que generan la esencia de la fiesta. Actitudes poco generosas con su público como las del mexicano Luis Miguel y la del inglés Morrissey hablan muy mal de ellos, pues no respetan a sus pares ni a su público. Creen que la fiesta les pertenece y que nadie es más importante en el mundo artístico que ellos, faltándole el respeto a nuestra música latinoamericana.

-¿Cómo se pueden evitar estos inconvenientes con los artistas divos?

-Debió cuidarse con más acuciosidad el contenido de los compromisos contractuales para mantener siempre el control por parte de los organizadores respecto del repertorio, tiempo de actuación y libertad de ubicación en la parrilla diaria, más allá de los honorarios artísticos y la fecha acordada para la actuación. No hay que olvidar que este es un espectáculo masivo que debe equilibrar al público en vivo en la Quinta Vergara (15.000 personas) y millones de televidentes a lo largo del país y países extranjeros.

-¿Tuvo una buena parrilla artística el Festival de Viña?

-Creo que debió organizarse de una manera distinta, que permitiera una lógica transversal más popular y coherente. Pero también hay que reconocer el tremendo esfuerzo económico, artístico, de transmisión y técnico que llevó a cabo Chilevisión para concretar esta versión del Festival 2012, dándole así continuidad a la calidad obtenida en el pasado Festival del Huaso de Olmué en enero de este año.