Con desplante y un puñado de sus clásicas baladas, como "El hombre que yo amo", "Herida", "Rescátame" y "Huele a peligro", Myriam Hernández cautivó el domingo a 14.000 personas en el Festival de Iquique. En masa corearon sus canciones y, gritando "ídola", le confirieron los mayores premios de la noche: la boya de plata y oro.

"Hay pocas instancias para mostrar tu trabajo en televisión, por lo tanto era sumamente importante para mí. Fue una noche mágica", relata la cantante en una chocolatería de Vitacura, donde llega con su marido y manager, Jorge Saint-Jean, y su agente de prensa.

Pese a su triunfo en la pantalla -incluso animó cinco años el Festival de Viña- regresar a esa industria no es una de sus prioridades: "Lo que más me apasiona es cantar y tener mi show en vivo", comenta mientras espera un café con leche y sin ningún apremio aparente. Animaría un programa sólo si "calzan todos los tiempos" con su agenda de conciertos, ya bastante copada.

Por ahora está centrada en la música. Mañana cantará en el Casino Enjoy y los próximos días estará en Coelemu, Lolol, Dichato, Honduras, Bolivia, para seguir por Argentina, Estados Unidos, Colombia, Nicaragua y Ecuador, en un total agendado hasta ahora de 60 conciertos y 9 países, bajo la dirección de Roberto Trujillo, nieto del querido maestro Valentín.

Su última producción, "Seducción" (2011), recibió, a 48 horas de salir a la venta disco de oro. Fue nominada a un Grammy Latino por Mejor Album Femenino, y hace dos semanas fue platino de ventas.

"No hay un secreto, una técnica, pero sí trabajo. No tengo aires de diva", comenta. Y agrega que no le hace el quite a la promoción de su trabajo ni anda las 24 horas del día con look de show en vivo.

Pese al éxito de su disco, reconoce: "La industria discográfica sí está en crisis, es muy difícil, hoy, se sabe, no se venden discos. Yo estoy absolutamente sorprendida y agradecida".

"Soy mamá gallina"

A lo largo de su prolífica carrera -suma 12 discos- ha buscado mantener la misma postura: "Siempre la prioridad para mí es la familia". Tiene 20 años casada con Saint-Jean y dos hijos: Jorge Ignacio (17) y Myriam Isidora (14).

"Vamos por un mismo objetivo, nuestra prioridad son nuestros hijos. Por lo tanto jamás fallamos en un cumpleaños, ni en un evento importante", relata de su matrimonio. "Me siento mamá al 100% porque estoy mucho tiempo con mis hijos. Son tan regalones que todavía por lo menos una noche al mes duermen con nosotros".

Ha tratado de congeniar carrera y familia: "Estuve mucho tiempo viajando desde Chile al extranjero. Por un asunto familiar me fui a vivir a Miami porque ahí estás a tres horas de cualquiera lugar".

La estadía se alargó por diez años y ya se van a cumplir tres años de su vuelta a Chile, también por razones familiares, asegura: "No quería que mis hijos vivieran la adolescencia en una cultura distinta. No quería que se criaran sin abuelos, primos, tíos, sin el familión".

"Me los traje creo que a tiempo. A pesar de que me amenazan que se van a estudiar afuera. Y a mí se me aprieta el alma porque soy mamá gallina, me cuesta darles vuelo", confiesa.

En todo caso de la ciudad más latina de Estados Unidos, reconoce, "extraño el clima tropical y la alegría de la gente". También echa de menos la vida cerca de la playa y el relativo anonimato: "Te conviertes en un artista más, en el gimnasio entrenaba con Chayanne, Carlos Ponce y nadie los miraba".

Y desde Chile, mantener una carrera internacional tiene sus propios bemoles: "Es desgastante en el sentido que voy, hago mis conciertos y vuelvo aunque sea un día para verles la cara a mis hijos".

"Cantarle al amor es mi columna vertebral"

En su carrera ha buscado mantener un estilo claro: "Cantarle al amor es mi columna vertebral". Aun así, a veces se da "gustos", como "El amor de mi vida", la canción donde Los Tetas rapean y ella interpreta la parte melódica. Repetiría la fórmula con un reguetonero si sale una alternativa interesante.

Sí especifica que le gustaría cantar a dúo con Juan Gabriel (incluso lo conversaron en Iquique, donde el mexicano también se presentó), Luis Miguel y Andrea Bocelli. También reconoce que le gustaría reforzar su presencia en Venezuela, Brasil y España, pero por ahora concentra su mirada en una intensa agenda de conciertos, en los primeros pasos de su próximo disco.