Entre 2007 y 2008 se registró una inquietante ola de suicidios en Tongoy. Ocho jóvenes entre 18 y 23 años aparecieron colgados. Uno tras otro.

El hecho -que algunos atribuyeron incluso a sectas o pactos secretos- despertó el interés del realizador Luis Bustamante, quien junto a la productora Cine Nuevo, reclutó a Millaray Viera para el rol protagónico de la película "En la orilla". La cinta -debut para ambos- es un drama que ficcioniza estos acontecimientos donde también participarán Ariel Mateluna, Alfredo Allende y Benjamín Rivas, entre otros.

"Claramente el tema fue explotado por los medios y la mitad de lo que se contaba era falso", reconoce el director. "No tenía nada que ver con una secta, sino con la falta de oportunidades, tener un trabajo «penca», las drogas y una ciudad desolada que ni siquiera podemos entenderla como un Chile B, sino que es un Chile F.". Junto al director teatral y guionista Felipe Vergara ("La invitación", "Infierno beach") armaron un equipo de investigación en terreno y fueron descubriendo cosas. Como una señora evangélica que les contó cómo esto había hundido a la ciudad. O amigos de las víctimas que les abrieron su mundo. La película debería estrenarse en el segundo semestre.

Millaray también grabará su primer disco

Aunque confiesa que por un microsegundo pensó que la historia en algo se emparentaría con la de Gervasio, su padre, Millaray Viera no encuentra ningún punto de conexión. "Además, era chica. Ni siquiera me acuerdo", dice con tranquilidad.

"En la orilla" es su primera película y dice que precisamente eso es lo que está buscando: desafíos. Tanto como la música, por lo que aprovechará su estadía en Chile para grabar un disco. Se trajo un teclado, del que no se despegó en toda la entrevista, y contó que no tiene problemas en estar separada, por razones de trabajo, de Alvaro López (el líder de Los Bunkers), su esposo. Por estos días está con él acá, junto a su hija Julieta, de 3 años.

-¿Cómo será tu personaje?

-Ella es Ana, una chica de Santiago que escapa de sus problemas familiares y llega a Tongoy. Allí conoce al personaje de Benjamín (Rivas) y se enamora de él. Y si bien, esa es una buena razón para quedarse, se encuentra también con una realidad muy cruda. A ella le basta un poco de provocación para que estallen todas sus emociones.

-¿Y es capaz de integrarse a esa nueva realidad?

-Ella se va enfermando también, O más bien, contagiando de ese ambiente y le afecta, obviamente.

-¿Qué fue lo que te interesó de esta historia como para protagonizarla?

-Mi reto más grande es enfrentarme a la actuación. Pero con una historia y un equipo como éste era muy difícil decir que no.

-¿Y qué significa debutar en una película que aborda un tema tan dramático?

- Siendo sincera, mi primera reacción fue de pánico total. Pero fue un pánico rico también. Me dio susto enfrentarme a un largometraje, a pesar de haber ya trabajado en teatro. Son cosas distintas. Y eso mismo me estimuló a querer hacerlo. Me propuse este año hacer cosas que significaran un desafío o me provocaran miedo. ¡Para adelante nomás!

-¿Cómo estás viviendo el proceso de construir al personaje de Ana?

-Estoy recién en la etapa de preparación del personaje. En febrero vamos a Tongoy. La idea es conocer y empatizar con la gente de allá para hacer la película lo más real posible.

-Y decidiste quedarte en Chile por una temporada.

-No es un sacrificio, porque realmente tengo las ganas de estar en esta película. Nunca estuve cerrada a la idea de volver siempre y cuando fuera con una propuesta como ésta.