Fernando Milagros puso a disposición del público durante 5 días su nuevo disco "San Sebastián" y logró 4 mil descargas. Una clara señal de la ansiedad de sus seguidores que esperaban su tercer disco, después del celebrado "Por su atención gracias".

Parece ser la consagración definitiva de este diseñador teatral de profesión, que ahora se atreve con "folclor marciano o de ciencia-ficción", como él lo llama. El que presentará mañana y pasado, en el Centro GAM.

Y tan seductor resulta que fue la misma Christina Rosenvinge quien se le acercó -después de verlo como telonero en la Cúpula del Parque O'Higgins- para invitarlo a tocar con ella en su gira por Chile. "Entre ensayo y ensayo ella me propuso grabar los temas en que estaba colaborando conmigo. Justo cuando yo estaba recién comenzando a grabar en el estudio, así es que todo se dio muy natural. ¡Creo que tuve mucha, mucha suerte!", cuenta Fernando.

A fines de abril llegó él al estudio de Cristián Heyne, el productor, con 18 maquetas que nacieron en su casa. "Entre Heyne y Pablo Bello, quien fue su mano derecha en la grabación y mezcla, me ayudaron a pulir las ideas que yo tenía y que no alcanzaba a visualizar. Ellos fueron los que me incentivaron a ir por el camino más oscuro", señala.

Juega con el pop entre luces y sombras. "A Cristián lo llamé porque él posee estas dos caras, una pop visible y social (lo que produce para otros), y otra oscura, difícil y personal (Shogun)".

En la fiesta de La Tirana grabó "Carnaval", el primer single, uno de los dos que comparte con Rosenvinge. Ahí brilla el folclor que atraviesa toda la placa. "La idea fue de mi amigo Luciano Rubio, el director del videoclip. Llegar allá con la cámara y dejar que la música y el lugar hablen por sí solos. La incorporación de folclor tampoco es consciente. Sólo sale hacia afuera. No hay mucho de premeditado en las cosas que hago, en general van apareciendo en el camino como pistas que sigo sin saber mucho por dónde me llevan. Hay que estar atento".

"Las canciones están todo el tiempo en todas partes"

"Les prometo un show con harta atmósfera, además de canciones", dice el músico que aprovecha su faceta de escenógrafo, la que sigue explotando en el teatro con amigos. "Siempre han estado cruzados y ya es hora de hacerme cargo de esto de forma frontal. Antes era músico que diseñaba y diseñador que componía. Ahora creo que el objetivo es trabajar desde los dos lugares al mismo tiempo, apuntando a una sola cosa". La música siempre estuvo. "Nunca me la pude sacar de encima. De todos, es el arte más honesto y poco pretencioso que existe".

¿Y cómo nacen sus composiciones? La mayoría de las veces, primero en melodías. "Creo que las canciones están todo el tiempo en todas partes y uno sólo es una antena que puede o no sintonizarlas, hacerlas suyas. Ser el testigo e intérprete de estas frecuencias que están en el aire".

C.L.A.