El jueves la precursora de la farándula chilena se opera de la enfermedad de Graves, que le genera problemas de visión. Con 34 años, ha tenido que enfrentar la muerte de su mejor amiga, su hermano, su hija de 11 días y su papá. Mira con optimismo el futuro, pero relata con dolor su pasado. Se explaya, en exclusiva, con "La Segunda".
La cirugía de descompresión de órbita es muy compleja y de rara práctica en el país porque se considera el último recurso. Sin embargo, ya ella no tenía opción y está ansiosa porque llegue el día.
El mal es consecuencia del hipertiroidismo que tenía. No sólo afecta cómo luce su rostro, le dificulta la lectura, ve doble, los ojos le lloran, se le ponen rojos y le arden.
"Es súper desagradable y te limita en la vida diaria, en la parte laboral y estética. Un cambio que vino además de la mano de mucha tristeza y pena. Los últimos tres años de mi vida han sido súper fuertes y la felicidad del jueves de entrar a pabellón, es que creo que éste es el principio del fin, como le puse yo, de toda esta trayectoria triste", comenta en extenso, en exclusiva, a "La Segunda" y confiesa que en el proceso ha engordado 8 kilos.
También ha tenido que enfrentar que su hermana gemela, Denisse, fuese descubierta la semana pasada por Carabineros con 80 gramos de cocaína, reavivando el aura de escándalos que siempre la ha rodeado. Pero ella no se referirá a este episodio.
Desde que su hija Florencia murió en sus brazos a 11 días de nacida, en agosto de 2009, por un paro cardiorrespiratorio mientras volvían a Santiago desde La Serena, Daniella se distanció de los medios, donde se había hecho una habitué desde que se hizo famosa en los 90.
La precursora y "conejillo de indias" del hoy avanzadísimo mundillo de la farándula local, que en 1998 se puso a pololear con Iván Zamorano (con quien duró 5 años y vivió en Milán), que marcó un hito al año siguiente al mechonearse con la modelo Titi Ahubert en una discoteca, guardó margen en su luto.
El duelo se extendió con la muerte en mayo de este año de su papá, el abogado y autor de "Apocalipsis de María: Ovnis, Angeles y Divinidad", Boris Campos. "Estuve con él siempre, gracias a Dios. Fueron 6 meses (de enfermedad) torturantes para todos", recuerda. En otras épocas encaró el fallecimiento de su hermano y de su mejor amiga (2004).
Daniella nos recibió en el living de su departamento en Escrivá de Balaguer donde un sofá color mostaza reposa sobre una alfombra "animal print", detrás de una mesita de vidrio redonda. Con una amplia vista a la cordillera al costado, al frente nuestro un enorme televisor de pantalla plana transmite "En Portada".
Ella está trabajando para los medios, con la productora que fundó; luego se asoció con otra para conformar DCL-Monogama. La empresa ha grabado dos videos de La Noche en HD y ahora preparan un programa deportivo para un canal de cable. "Llevo 14 años o más en TV y trabajar detrás de cámaras es incluso mucho más excitante que estar delante", comenta.
Retomar la normalidad en el trabajo (hoy de nuevo interrumpido por su enfermedad) fue un proceso largo. Después de la muerte de Florencia estuvo con licencia médica, tomando pocas responsabilidades. "Había días que no me quería levantar no más, tenía mucha pena... Estuve con un tratamiento siquiátrico súper fuerte. Llegué a tomar seis pastillas diarias. Fue un proceso súper doloroso, angustiante. En el fondo, estaba un poco más drogada que en la realidad. La última pastilla me la dejé de tomar en febrero de este año", relata en voz alta, de forma muy elocuente y detallada.
"Llegaba a tener heridas en las manos después de 10 horas pintando"
No sólo en la TV, en la "vida real" también se aisló: "La gente me miraba, comentaba, me preguntaba, quería acercarse y yo quería estar sola. La muerte de un hijo es algo que se vive en forma individual y particular... La etapa de la aceptación es la más difícil. No es fácil ni corto, el dolor es para toda la vida. El día que yo me muera voy a decir «me voy tranquila porque me voy a reencontrar con la Florencia»".
Se apoyó en sus cercanos, en la pintura de brocha gorda, decorando casas: "Todo lo feo lo quería poner bonito, llegaba a tener heridas en las manos después de 10 horas pintando".
Y en la terapia: "A mi siquiatra le agradezco volver a vivir, ella logró sacarme a flote y eso es impagable... En un momento sentí que quería morirme, no quería más. Hay que aprender a vivir de nuevo... Ya me emocioné (dice con la voz entrecortada) y eso que no quería (busca un cigarro)".
Agradece los gestos que, en ese momento y ahora, recibe de personas famosas y anónimas que le han dado ánimo, una experiencia que revivió al acompañar a Marisela Santibáñez cuando murió su hija, a fines de junio. Mucha gente la saluda por Twitter, donde es muy activa y tiene más de 11 mil seguidores.
En memoria de su hija se tatuó su nombre en idioma elfo ("El Señor de los anillos") en la espalda.
-¿Además de la terapeuta, en quiénes te apoyabas?
-En mi familia, mi pareja, mis amigos, mi perra (su pitbull Mamba, que duerme en sus piernas), la gente que me ama incondicionalmente. Pero principalmente yo: la única persona que realmente te puede ayudar eres tú mismo.
-¿Seguiste con tu pareja de entonces (Vicente Leguina, motociclista de velocidad)?
-Terminamos una relación de 8 años cuando partió la Florencia. Seguimos siendo súper amigos, hasta trabajamos juntos, estamos en comunicación permanente. Hay respeto, cariño, somos familia, tuvimos una hija juntos y nos deseamos lo mejor del mundo.
-Pero personas que han vivido situaciones como la que yo pasé saben que las relaciones en ese minuto tienen dos opciones: o se afirman más o no lo soportan y se separan. Eso fue lo que nos pasó a nosotros, el duelo fue de distinta forma en cada uno.
Su novio, Pablo, un "ángel en la Tierra"
Hace un año y medio se puso a pololear con un viejo amigo, Vicente Cifuentes, cineasta que ha hecho videos de Kel Calderón y DJ Méndez. Viven juntos: "Ha sido un ángel en la Tierra, así de simple, un apoyo incondicional. Vivió la peor parte de mi vida. Al pobre ni siquiera le ha tocado alguna cosa buena, ha sido una seguidilla de cosas feas y así y todo se mantiene a mi lado, estoy súper agradecida. Vamos juntos al cementerio todas las semanas, la adora (a Florencia)".
-¿Quieres tener otro hijo?
-Obviamente me gustaría, creo que nací para ser mamá, pero falta terminar este proceso. Uno no puede ser irresponsable y pensar en tener una guagua altiro para tratar de tapar una pena cuando no está bien recuperada.
-Quizás me pase otra cosa como la que viví y eso no lo aceptaría ni soportaría. Hay un dicho que dice que Dios sólo te manda lo que puedes soportar. Creo que estoy en mi límite; así es que bien calmadita, vamos paso por paso.
-¿Te motiva la idea de volver a la televisión, delante de las cámaras?
-Sí, a lo mejor, algún día. Tengo algunas ofertas que me esperan. En el proyecto que estamos haciendo también hay interés de que en algún minuto vuelva a aparecer, pero todo va a depender si estoy físicamente OK.
La farándula de hoy es "más chistosa e inocente"
A pesar de todo lo que ha vivido últimamente, logró terminar su tesis para titularse de periodista de la Uniacc. Ella y su grupo recibieron mención excelencia con una investigación que, asegura, es inédita en Sudamérica: un plan de comunicaciones para el gobierno de Chile en caso de guerra externa.
Y aun en su autoexilio de las pantallas, sigue adorando la TV. Por ahí sigue los partidos de la Copa América y las andanzas de los famosos.
-¿Qué opinas del boom de la farándula en la TV actual?
-A mí la farándula me encanta, lo paso chancho, me mato de la risa. Ahora que he estado con licencia me veo todo los programas, es un placer culpable... Ahora, una cosa es lo que han crecido los programas y otra cosa es lo que han decrecido los personajes faranduleros, porque están dispuestos a hacer cualquier cosa.
-Antes era bien agresiva e irresponsable, ahora hace menos daño, es un poco más chistosa e inocente. Hay límites porque las líneas editoriales de los canales han intervenido.
-Los programas de farándula también se han preocupado de tener periodistas en sus filas y eso cambia la situación, del concepto del cahuineo puro, a la parte más informativa y entretenida.
-¿Te arrepientes de algunas de tus experiencias cuando estabas bajo todos los focos?
-Si no me hubiesen pasado las cosas que me pasaron en la vida, no sería la persona que soy hoy en día. De situaciones que me incomodaron, (la peor fue) cuando me dijeron prostituta en la tele, me salí de mis casillas, quería pegarle una cachetada.
-Del resto me da lo mismo. Estuve embarazada como 30 veces, pololeé con medio Chile, me involucraron con personas mayores. Han hecho de todo, pero eso me da un poco de risa.