Historias reconocibles que serán el punto de partida de una serie protagonizada por Benjamín Vicuña y Francisco Melo, que removerá recuerdos dolorosos y recientes.
La saga "La ley y el orden" y el libro "Chile: la memoria prohibida". Esos fueron los disparadores de "Los archivos del cardenal", la nueva miniserie de TVN, reconoce su creadora Josefina Fernández. ("¿Dónde está Elisa?", "Mujeres de lujo", "El laberinto de Alicia").
"Mi padre era abogado externo de la Vicaría de la Solidaridad. Aunque nunca había ido, porque era muy chica, un día agarré «La memoria prohibida» y no pude soltarlo", cuenta Fernández.
El libro, de tres volúmenes y con textos de Augusto Góngora y Rodrigo Atria, fue publicado originalmente en 1989. Fue uno de los primeros documentos "totales" sobre las violaciones a los derechos humanos ocurridas durante el gobierno militar. Antes que el mismísimo Informe Rettig.
Tras leerlos, ella se dio cuenta que los testimonios, por su intensidad y dramatismo, perfectamente podrían convertirse en películas. O capítulos de una serie. Su fanatismo por "La ley y el orden" le hizo tener claro un formato: el policial.
Tres años de investigación
El nombre "Los archivos del cardenal" alude a la labor desplegada por el cardenal Raúl Silva Henríquez, creando la Vicaría de la Solidaridad. Uno de los pocos lugares donde los perseguidos por razones políticas podían ser protegidos y asesorados legalmente.
Fueron tres años de investigación y cinco meses de grabaciones, que prometen construir una panorámica social de aquellos años: las primeras informaciones de violaciones a los derechos humanos, secuestros en plena vía pública, el rol de la Iglesia Católica, el miedo, las primeras protestas masivas...
La coproducción de TVN y Promocine consta de doce capítulos y debería estrenarse tras la Copa América en horario prime. Además de los roles protagónicos de Benjamín Vicuña, Daniela Ramírez, Néstor Cantillana y Francisco Melo, entre otros, destaca el equipo de guionistas liderado por Luis Emilio Guzmán y Nona Fernández. Precisamente ellos se encargaron de ficcionar estas historias, dándoles un carácter unitario y de intriga policial. Un capítulo: un caso resuelto.
-¿Crees que para hacer masivas experiencias tan fuertes deben, necesariamente, ser abordadas desde una perspectiva más "pop", por decirlo de algún modo?
-Es la manera de llegar a la gente. Instalar el tema de una forma masiva. A veces no son tomados en cuenta por la forma en que se muestran. Piensa en la guerra de Vietnam, que era un tema del que no se hablaba y, luego, cómo los gringos la tiraron al imaginario colectivo.
Todo comienza en Lonquén
En 1973, quince campesinos fueron asesinados en Isla de Maipo. Recién cinco años después fueron encontrados en Lonquén. Algunos estaban colgados. Fue el primer caso "mediático" que demostraba la existencia de torturas y ejecuciones ilegales.
Ese es el acontecimiento que potencia el primer capítulo de "Los archivos del cardenal". Allí conoceremos a Ramón Sarmiento (Benjamín Vicuña), quien es un joven abogado de clase alta y cuyo padre está ligado al gobierno militar. Un día ve cómo detienen a un hombre en la calle. El hecho lo impacta y parte a la Vicaría.
Allí conoce a Laura (Daniela Ramírez), quien trabaja allí junto a su padre, Carlos Pedregal (Alejandro Trejo). Juntos comenzarán a involucrarse en estas historias. Pero algo acelerará el proceso de Sarmiento: el cuerpo de una persona que conoció aparece en Lonquén.
Este "despertar" es un correlato con lo que empieza a conocer el país, al darse cuenta de que las cosas no marchaban tan bien como se suponía, explica Nicolás Acuña, el director ("Cárcel de mujeres", "Algo habrán hecho por la historia de Chile").
"Es importante conocer el pasado. Más allá de una postura ideológica, incluso. Constatar los hechos. Si bien se han realizado películas o documentales sobre el tema, la televisión abierta nunca había encarado estas historias", explica el director.
Para Josefina Fernández "no había caso que no fuera dramático y terrible".
Así, en los capítulos siguientes se verán detenciones de la CNI, incluyendo el relato de un agente de seguridad, la gente refugiándose en las parroquias, personajes pidiendo recursos de amparo e incluso los experimentos químicos que se habrían llevado a cabo en las cárceles. También habrá episodios emblemáticos como el asesinato de Tucapel Jiménez o el caso de Marcia Merino, la Flaca Alejandra, militante del MIR que tras ser torturada terminó colaborando con la DINA.
En medio de estos hechos intervendrán personajes como el vicario Cristián (Francisco Melo, inspirándose en Cristián Precht); Manuel, el mirista novio de Laura (Néstor Cantillana) o el torturador Mauro (Iván Álvarez de Araya).
"La labor de la Vicaría ha sido injustamente olvidada. Y espero que la serie ayude a que las nuevas generaciones la reconozcan", piensa el director.
Para Josefina Fernández, "Los archivos del cardenal" también tiene que ver con la información.
"Las historias no eran cosas que nadie supiera. Estaban en la prensa. De forma escondida, manipulada, pero la persona atenta podía enterarse de lo que estaba pasando. Y vaya que es importante aprender a manejar la información".
"Es una ficción que trata de recuperar la historia"
En YouTube ya está circulando "Santiago de Chile", la versión del clásico de Silvio Rodríguez de Los Bunkers, el tema central.
Es parte de la promoción de la serie, que también se transmitirá en streaming por internet y que permitirá al público a postear y opinar en tiempo real.
Rony Goldhmied, productor ejecutivo, destaca que ésta es la primera serie de televisión abierta que se hace cargo de estos temas.
"Es una ficción que trata de recuperar la historia y la identidad nacional. Y eso se logra visitando estos territorios conflictivos y que representan una situación difícil".
-¿Aspiran a que esta serie se vuelva un acontecimiento televisivo?
- Nos gustaría que así lo fuera. Sabemos que es una serie que no dejará a nadie indiferente y que marcará algo. "Los archivos del cardenal" está diciendo cosas que ya se han dicho en programas periodísticos o de reportajes, pero desde la ficción. Es un diálogo con lo que fuimos, somos y seremos y una historia que no debería volver a ocurrir.
