La Iglesia Santa Gemita de avenida Suecia amaneció repleta de flores y globos. Desde ayer se está velando a la pequeña Rafaela Polidura, hija de Marisela Santibáñez y una de las cosas que pidió su madre es que “fuera una celebración”.

Desde muy temprano comenzaron a llegar personajes como Kike Morandé y Francisca Merino. Pero también personas que iban pasando y que terminaron quedándose en la iglesia. Incluso pasada las once, llegó un grupo de “garristas” con la bandera de Colo-Colo. Marisela sonreía.

Una actitud que contrastaba con el frío, las gotas de lluvia y las penumbras que reinaban al interior de la iglesia. Allí más de un centenar de personas se acercó a firmar el libro de condolencias, despedirse de Rafaela, abrazar a Marisela y decirle algunas palabras. Ella —con un gorrito que disimulaba su corte al rape que hizo en homenaje a su hija— se daba el tiempo para escuchar a cada uno.

“Muchos se me acercaban y me decían «soy un anónimo». Pero nadie es un «anónimo». Todos tienen nombre y apellido, trabajen o no en la tele. Y esto nos unió”, dijo.

“Voy a estar fuerte en nombre de Rafaela”

Marisela, acompañada de familiares, sale de la iglesia durante un rato. Se le ve fuerte, pero afectada. En algunos momentos su voz se quiebra. Pero inmediatamente se repone.

“Siempre voy a estar fuerte en nombre de Rafaela. Fue una batalla de más de cuarenta días que no me permite más que ser fuerte. Una luchadora”, dice.

Sobre el apoyo que ha recibido ella distingue entre su familia y la “familia televisiva”. Dice que la primera va a estar siempre con uno. Sin embargo, enfatiza, esta vez la gente de televisión “se ha portado increíble”. Desde los productores hasta los periodistas, desde los animadores a los futbolistas.
“No sé qué consejo darle a alguien. Sólo sé que los hijos son los que te dan la fuerza”.

“Que sea una fiesta”

Marisela insiste en que el funeral de esta tarde en el Parque del Recuerdo será una celebración.

“Esto va a ser alegría. Mi hija era una niña feliz y por eso quiero que lo de hoy sea una fiesta”, declaró.

Con respecto a la idea de crear una fundación para ayudar a los que niños que sufran una enfermedad tan devastadora como la leucemia, dijo que “ya estamos trabajando en ello. A través de Niño y Cáncer ya estamos en eso”.

Actriz, locutora, opinóloga, participante de reality

La primera vez que Marisela Santibáñez apareció en televisión fue a mediados de los 90 en Meganoticias: se prestó para una broma del día de los inocentes que preparó el canal privado y se hizo pasar por una desconocida actriz que contraía matrimonio con Iván Zamorano.

Desde entonces, su figura no dejó de aparecer: fue la susceptible esposa del comercial de Tapsin/Período (“le saco la sal”); notera del programa “Interferencia” y conductora de “La Plancha” (ambos en Mega); reportera de “Día a Día” y “Domingo 7” (de TVN); opinóloga de “Viva la Mañana” y panelista de “Acoso Textual” (Canal 13); locutora de Radio Carolina; participante del reality “La Granja Vip” (Canal 13); panelista en “SQP” (CHV) y hasta actuó en la película chilena “Padre Nuestro”.

Estudió en el Club de Teatro de Patricio Achurra y él la dirigió en la obra “Sueños de un Seductor”, el año 2000. Su compañero en ese montaje era Juan Pablo Sáez: “Era jugadísima, súper trabajadora: si había que barrer, barría”.

En ese montaje debió realizar un topless que fue muy comentado.
Tras esa obra, se dedicó a la radio y la TV. En su blog, creado en 2005, aunque luego abandonado, Marisela se definía como “actriz, con estudios de Ingeniería Civil. En teatro, ha sido parte de la compañía de Juan Pablo Sáez.

En televisión, se inició muy joven haciendo notas en el Festival de Viña, para «Interferencia», un programa de Mega; luego fue la primera voz femenina en el área deportiva del canal 7. Durante el 2002, condujo «La Plancha», un programa de trasnoche en Mega. El 2001 fue elegida Revelación Radial por los periodistas de espectáculos. Es madre de Rafaela, su hija con el diseñador gráfico Juan Polidura”.

Su gran afición al fútbol, el que atribuye a que acompañó a su padre al estadio desde los 2 años de edad, le permitió participar en el programa “Show de Goles”, defendiendo al club de su vida: Colo Colo.
Después de su paso por el reality de Canal 13 condujo “Bikini”, junto a José Miguel Viñuela, en el canal cable Vía X: “Llego a un equipo en donde hay una alternativa real que no se da en Canal 13 ni en ninguno de los canales en donde yo he trabajado. Después del reality, necesitaba de alguna forma dar mi opinión.

Es en la tele donde yo puedo realizar todo y en este programa se me da el escenario que yo buscaba hace muchísimo tiempo: actuar, pensar y opinar”, comentaba.

Quienes la conocen la definen como “de carácter avasallador”, “buena partner”, “con la autoestima alta”, “autorreferente”, “una líder natural”.

María Laura Donoso, que trabajó con ella en “Acoso Textual”, dijo una vez que Santibáñez tiene dos caras: “Es una mujer fuerte y dura, pero en realidad es una oveja. Es buena para llorar, le llega todo. Por ejemplo, si le dices algo, es de las personas que va a responder muy agresiva, pero después va a andar llorando arrepentida”.

En una entrevista en Canal 13, Marisela confesó que dejó la casa de sus padres a los 21 años, y que no le costó en absoluto aprender a estar sola, e incluso le gustaba Pero su gusto por la soledad acabó después de encontrar a Juan Polidura quien de inmediato la cautivó. Pero él se fue a aventurar a la India por un año. El reencuentro significó la continuación del romance y también el nacimiento de su hija Rafaela.

“Mi historia es bien curiosa”, decía Marisela porque para sellar el vínculo ella no optó por el matrimonio, sino más bien por tener un hijo y, aseguraba sentirse “más casada que nadie”. En 2008, perdió el hijo que esperaba.

Antes de esta relación Marisela estuvo vinculada a Gonzalo Valenzuela, Sergio Lagos y Juan Pablo Ogalde.

Leucemia: 80% logra recuperación

Ocho de cada diez niños que inicia un tratamiento por una leucemia se recupera en Chile. Una realidad distinta a la que vivió la pequeña Rafaela, que con tan solo siete años falleció luego de que le detectaran la enfermedad hace sólo 40 días.

La hematooncóloga infantil y coordinadora del Programa Nacional de Cáncer Infantil del Ministerio de Salud, Myriam Campbell, explica que el tipo de cáncer que padecía la niña corresponde a “leucemia linfoblástica tipo “B”, que es muy agresiva. Pese a ello, la especialista sostiene que “en Chile y el mundo entre el 75% y el 80% de los casos logra recuperarse si el tratamiento tiene un efecto positivo”. Esa realidad contrasta con lo que ocurría en nuestro país hace 30 años: en esa época moría el 90% de los afectados porque no existía cura.

Según el Ministerio de Salud, la cantidad de enfermos a los que se les ha diagnosticado cáncer se ha mantenido en alrededor de 500 niños anualmente, similar a lo que ocurre fuera del país. Y la cifra de menores en tratamiento también sigue estable: existen entre 700 y 800 pacientes en centros públicos y privados.

Francisco Barriga, oncólogo de la Red Salud UC y director del Banco De Vida, afirma que “el éxito en los tratamientos se explica porque los menores poseen defensas en óptimo estado y la inexistencia de enfermedades previas”.

Cuando los resultados del tratamiento no son efectivos o bien lo indica el médico, la alternativa es el trasplante de médula ósea. En caso que no haya personas compatibles entre los parientes, se adquieren muestras en un banco de Estados Unidos.

El Dr. Barriga explica que el trasplante se usa en caso de niños “que tuvieron leucemia, se trataron, anduvieron bien y volvió la enfermedad”.
En 2009 se formó el Banco De Vida con el objetivo de tener una amplia variedad de muestras de células madre, las que hoy llegan a 500.

Cuando no se encuentran muestras compatibles en esa entidad, se exploran opciones fuera del país, procedimiento que incluso puede superar los $ 30 millones. Esta patología está incorporada en el AUGE.