En Nueva York y Londres, el micrófono abierto es casi una institución. En Santiago, hay tres iniciativas que están teniendo una buena respuesta del público. Son espacios creados por tres músicos y amigos que se conocieron justamente... en un micrófono abierto. “Hay muchas comunidades virtuales. Faltaba una real”, opina uno de ellos.
P ara un músico no hay mayor satisfacción que pararse frente a una audiencia, interpretar un repertorio y, ojalá, recibir un par de aplausos. Es un momento de gloria para nada fácil de conseguir. Es que aún pesa la idea de que para pararse sobre un escenario el artista debe ser primero “descubierto” por un sello o por algún gestor interesado en explotar comercialmente su talento.
Afortunadamente, en
El funcionamiento es simple. Los músicos llegan al lugar con sus instrumentos. Esperan su turno y se suben al escenario para interpretar su repertorio. Por lo general se les da un cuarto de hora para ofrecer su show, lo que potencia la ya mítica frase de Andy Warhol que aseguraba que “en el futuro todos tendrán sus 15 minutos de fama”.
Bistrot Club de Jazz Le Fournil: semillero de nuevos artistas
Al músico, productor y actor Mauricio Dell se le atribuye la importación
“Hicimos los primeros eventos con palos blancos, músicos que iban a estar interesados en abrir este espacio”, cuenta Dell, quien asegura que después de la quinta noche la cosa empezó a tomar vuelo.
Hoy, el espacio se llena. Funciona todos los lunes en la noche y recibe tanto a solistas
“Tenemos cinco actos por noche. Yo selecciono a los músicos por estilos para que haya cierta consecuencia durante esa misma sesión”, explica el gestor. “Presento a los artistas con nombre y apellido para que se genere un ambiente más íntimo. Llegan doctores, profesionales, gente que se dedica a otra cosa que no es la música. Y es interesante mostrar sus trabajos. Te das cuenta de que hay una gran masa de músicos aficionados que son amateur en el sentido verdadero de la palabra: aman lo que hacen”.
“Vi su primera presentación en vivo. Me interesó mucho su música y empezamos a trabajar inmediatamente”, cuenta Dell. “Al cabo de un año grabamos un disco para el Sello Azul”.
Por estos días, el single de María Colores, “Llamadas perdidas”, suena regularmente en varias radios chilenas.
Bistrot Club de Jazz Le Fournil. Patio Bellavista. www.microfonoabierto.cl.
La Casa en el Aire: El reino de Colores
Tras su éxito
Así decidió montar su propio espacio en La Casa en el Ai re. Este funciona todos los martes y no requiere de inscripción previa. Tampoco se limita a la música, abriéndose a la poesía, el baile, la comedia y otras disciplinas.
“Es un buen espacio para el training escénico”, opina la cantante. Y agrega: “Me gustaría que esto fuera creciendo. Lo bueno es que llegamos a un punto en que la gente acude sin aviso, se ha corrido la voz. Es un espacio de expresión y también de amistad. Hay personas que llegan solas y hacen amigos en el lugar. Se da una comunión muy bonita”.
María Colores admite que muchos de los amigos músicos que tiene los ha conocido en los micrófonos abiertos. A una de ellas, la cantautora estadounidense Natalia Serna, la conoció tocando en un “Open Mic” en
La Casa en el Aire (Antonia López de Bello, 0125, Barrio Bellavista).
Le Trianón: El micrófono al rescate
Tras conocer a María Colores, Natalia Serna —hija de padre colombiano y madre estadounidense— vino de vacaciones y se enamoró
En este edificio de estilo francés —que cuenta con cortinas rojas de cabaret, lámparas de cristal y una foto en la que Dubois posa
“Está abierto a lo que sea”, cuenta Serna, también conocida
Anoche, el ambiente de Le Trianón era íntimo y agradable. Natalia Serna dio el pie inicial al espectáculo con dos canciones dedicadas a su madre, quien la visita en
“¿Y ahora quién viene?”, preguntó la anfitriona. Subió un adolescente de 19 años llamado Leri Ruiz-Díaz que, con tres intensas canciones, congeló la sangre de los asistentes.
“Llegué aquí por el boca a boca virtual, es decir por el letra a letra”, bromea el cantautor, contento por tener un espacio para mostrar sus composiciones.
“Esto es
Le Trianón (