Cada miércoles, más de un centenar de personas asisten al GAM para contemplar una obra de teatro, danza o cine documental y luego conversar sobre ella. Hay un programa radial y se acaba de publicar un libro-CD con la experiencia. Además, acaba de comenzar la Escuela de Lectores. ¿Necesitan los espectadores una escuela? Todo indica que sí. Estas serían las razones.
Javier Ibacache, impulsor de las Escuelas de Espectadores en Chile.
Foto La Segunda
El concepto “Escuela de Espectadores” apareció por primera vez en 1981. Fue en el libro —
Nadie va al teatro para estar solo
Jorge Dubatti es un crítico e investigador teatral porteño que importó la idea a
Acercar la obra a las audiencias
Hay dos palabras claves en esta experiencia: “Mediación” y “Formación de audiencias”. La primera alude a crear un puente entre una obra y quienes la ven. Y eso se lograría mediante la conversación de artistas y espectadores. La segunda alude a un proceso de aprendizaje, de afinación de los sentidos, de profundización de la experiencia por parte de quienes asisten a espectáculos. “Tiene que ver con la dificultad que puede tener en el espectador al leer creaciones contemporáneas complejas y con múltiples significados. Y también para facilitar que una obra sea valorada”, explica Javier Ibacache, director de la Escuela de Espectadores de
¿Donde converso sobre la obra que vi?
Las escuelas hacen que se tenga noción de aquello y se invita al espectador a pensar y discutir. Desde que partimos el público era tímido, después de cuatro años hay un público de nivel crítico que ha crecido”.
No sólo
Si se tuviera que definir al público asistente en una sola palabra, esa sería “curioso”. Eso piensa el escritor y participante de la Escuela de Lectores Diego Zúñiga. “Eran personas con ganas de compartir sus lecturas, con ganas de conversar, de dialogar, por sobre todo, y también de conocer nuevos autores y de tener un ritmo de lectura más intenso.
Marco Antonio Coloma —uno de los impulsores de la Escuela de Lectores que, tal
Este mes comenzaron los talleres “Carver versus Lish”, “Literatura y fracaso”, “Introducción a Vila-Matas”, entre otros. Cada uno enfocado en textos o autores que dan que hablar. “En realidad, reuniones de conversación en torno a una lectura previa. No hay un diseño de enseñanza ni aprendizaje. Sin embargo, estimamos que ese diseño libre, guiado sólo por la conversación en torno a un corpus de lectura podría convertirse en una experiencia muy singular, donde se crucen conocimiento, sensibilidades y afectos. Y así ha sido. Los libros terminan siendo una excusa para un ejercicio que va más allá de ellos”.
¿Quiere vivir la experiencia?
Mañana miércoles 1 de junio, a las 20 horas, habrá una sesión especial de Escuela de Espectadores con la lectura de “Las Brutas” (Juan Radrigán).
Será en la sala “A1”
Más información en www.escueladeespectadores.cl/