Karen Doggenweiler y su hija lloraron juntas para el capítulo debut de “Mamá a los 15”, el docurreality que tiene a la animadora con el corazón conmovido a tiempo completo. Con todo el equipo, la verdad, quienes lo vieron con ellas en su casa esa noche. De ahí en adelante, el programa se ha convertido en un silencioso fenómeno de redes sociales, uno que se vuelve trending topic en Twitter cada miércoles por la noche. El último capítulo alcanzó las 47.974 visitas en la página web, cifra que escapa a todo parámetro.

Se le acercan las mamás para comentarle el impacto que les provoca, le agradecen. Y para ella misma ha sido abrir un espacio de conversación con su hija Fernanda, de 15. “Que una niña le hable a sus pares es muy bonito… A mi hija le fascina que yo esté en esto”, señala la animadora. “Me sorprende a mí de doble manera, como mamá también. Hay algunas niñas que buscan quedar embarazadas, otras para las que sigue siendo un accidente, hay una a la que se le murió su guagua… Hay culpas, sueños truncados. Algunas que saben que lo van a conseguir y otras que saben que les va a costar más”.

Es una temática que los chilenos hemos ido postergando, sostiene Doggenweiler. “Y no es fácil de abordar. Seguimos los casos, no retamos, no aplaudimos. Creo que TVN es el único canal donde podíamos tratarlo así, sin una mirada paternalista. La labor nuestra es poner el tema en el tapete. Mostrar la realidad tal cual es”.

Y “aunque es lo opuesto a lo que dicta el periodismo”, como ella advierte, “¡Se generan lazos muy profundos! Es imposible no involucrarse”.

El factor Karen: entre el rockero y el tenor

“Factor X” —que en el promedio de marzo alcanza los 20 puntos de rating— anoche tomó fuerza con los finalistas visitando las casas de los jueces. Karen recibió a 8 grupos en Curacaví. Tendrá que eliminar a 4. Y después defenderá a los suyos delante de los elegidos por sus compañeros. Zeta se quedó con los mayores de 25 años y Tito Beltrán, con los menores. El 7 de abril comienzan las galas en el estudio.

“Yo he aprendido mucho. Tenemos puntos de vista distintos, pero nos complementamos muy bien”, dice Karen, el punto de equilibrio en la mesa del jurado. “Yo le digo a Zeta que ¡hasta cuándo habla cuando Tito lo interrumpe!”, acota riéndose. “Zeta es notable, es preparadísimo, sensible. Sabe mucho. Y, además, es encantador, encantador”. ¿Lo peor? “¡Que se va a cada rato para Buenos Aires!”, contesta. “Todas mis amigas quieren una foto con él. Y él está siempre disponible para un autógrafo, hace dibujitos… ”. Por el otro lado, el tenor. “Tito es maravilloso, un tenor de nivel mundial. ¡Sabe muchísimo! Tiene oído absoluto”. ¿Lo peor? “Lo molestamos mucho. El siempre cantó con no sé qué reina, con Pavarotti, y con otros más, ¡todos amigos! Y hemos sido muy injustos, ¡porque de verdad ha cantado con toda esa gente! (risas) Pero él tiene gran sentido del humor. Se ríe mucho. Aunque el ego del tenor es potente”.

Karen sonríe porque sabe que esa química los hace sacar aplausos. “Es verdad. Es un acierto. Me han dicho que somos el mejor jurado de la TV”.
Doggenweiler ya comenzó, además, a trabajar en un franjeado con Julián Elfenbein, pero aún está en sus primeras líneas. Y aunque no puede adelantar nada, también debería venir algún estelar, después de los buenos comentarios que consiguió en el verano con “Animal nocturno”. “Me encanta poder mostrar estas distintas facetas. Echar la talla en «Factor X», opinar, en «Mamá a los 15» sacarme a la periodista también… ¡Me encanta estar en todas!”.

—¿Y echas de menos el rol de cuasi primera dama? ¿Política en terreno?
—¡Pero si me pusieron “La primera dama de TVN”! (carcajadas). Eso me encanta. Implica trabajar con Marco en un proyecto país. Pero me siento muy realizada al poder hacer programas que aporten, entretenidos, inteligentes… Marco está ganando su derecho a participar en política, con su fundación, recorriendo Chile, haciendo clases en distintos países, le ha ido muy bien. No sé qué pase, pero nuestro compromiso es para toda la vida. Y es mutuo. Nuestro amor es para siempre.