Calle 13: "El momento de éxtasis lo provocó con la diablada (auténtica, no de ballet) que se desplegó sobre el escenario... Una imagen gloriosa e inolvidable"
Foto Alejandro Balart, La Segunda
N
ada se compara, y nada —estoy segura—, volverá a ser
igual en la Quinta Vergara tras
Y sus seguidores lo saben. Cómo no. Si Residente ha pedido vía Twitter que alguien lo pasee por el sur o ha partido al valle del Elqui con “hippies con jeep pagado por papá” (
A nadie se le atenuó la energía en esa rugiente Quinta cuando Calle 13 recién pudo aparecer por el escenario a las 2.20 de esta madrugada y con toda la fuerza de su percusión, teclados, trompetas, voces, sonando en una mezcla y una fusión que nadie hace, puso esas monjas en el escenario, y luego lanzaron “El baile de los pobres”, “No hay nadie como tú” (grandioso) y al grito de “somos indisciplinados” pusieron a la Quinta a cantar su himno, “Vamos a portarnos mal” (“a cometer delitos...” “...la autoridad no puede con nosotros”), ya con Chancho en Piedra en el escenario y luego con Camila Moreno y los Inti históricos. Con “Ven y critícame” vino la mordida a los programas faranduleros “que son basura” y a separar aguas: “¡a ver si entienden que esto no es cabrón reggaeton, es música!”.
Lo que más le importaba era mostrar “Latinoamérica” (“un pueblo sin piernas pero que camina”).
Pero el momento de éxtasis lo provocó con la diablada (auténtica, no de ballet) que se desplegó sobre el escenario y se sumó a la música de los portorriqueños
Luego aquello de “menea las ideas, por Dios menea lo que sea” (“Todo se mueve”), “La bala”, “Se vale todo” y ¡por supuesto! “Calma pueblo”. Faltaban 10 para las 4 de esta madrugada, el público le había cantado cumpleaños feliz a René, habían recibido una antorcha, y no más, porque pidieron a los animadores que no volvieran a interrumpirlos...
Es cierto que Calle 13 cumple a cabalidad el decálogo contestatario
Pero es esa actitud rotunda lo que los convierte en sólidos, verdaderos y sobre todo convocantes.
Curiosa jornada la que terminó esta madrugada... Noche de predicadores. Porque por mucho que le dé urticaria la comparación, René (Residente) es tan predicador
Lo mejor de Viña en muchísimos años.