Cultura/Espectáculos
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“La casa de los espíritus” vuelve a con 12 funciones

Tras una temporada a tablero vuelto, el montaje basado en el clásico de Isabel Allende se presenta del 4 al 16 de enero en el Teatro Mori. Ana María Palma, actriz y productora de la obra, adelanta que planean llevar la obra fuera del país

por:  La Segunda Online
lunes, 20 de diciembre de 2010

Desde su debut el 28 de mayo en el pueblo fantasma que conforma la ex salitrera en Humberstone en Iquique, unas 18 mil personas han visto la obra “La Casa de los Espíritus”, de la dramaturga estadounidense Caridad Ssvich, inspirada en la novela homónima de Isabel Allende.  

La temporada entonces se extendió por cuatro meses en el Teatro Mori, siempre a tablero vuelto.

Ahora el montaje vuelve con el mismo elenco de 12 reconocidos actores, entre otros: Francisco Melo (Esteban Trueba), Blanca Lewin (Alba Trueba), Ana María Palma (Clara Trueba), Julio Jung (padre e hijo) y Coca Guazzini.

El montaje fue dirigido por el puertorriqueño José Zayas.

Se trata de puesta en escena que cuenta con tres grandes cortinas que producen distintos planos sobre los que se proyectan imágenes en blanco y negro. Desde allí se genera una atmósfera onírica en la cual Alba (nieta) recuerda desde el presente la historia de su familia, que se combina con alusiones de los conflictos sociales que en Latinoamérica surgían a raíz de la situación agraria, entre otras.  

Ana María Palma, quien produjo la obra y actúa en el rol de Clara, explica que optaron por volver en enero porque “todos estaban comprometidos. También era la oportunidad de estar juntos porque después se disgregan”.

La obra se presenta con 12 funciones que van del 4 al 16 de enero, de martes a domingo, “cosa que no hace nadie, sólo Santiago a Mil”. La vuelta de la obra coincide con el festival que cada año convoca a cientos de miles de personas a montajes extranjeros y locales con funciones toda la semana.

—¿Por qué no participan como parte de Santiago a Mil?

Santiago a Mil responde a una propuesta determinada. Buscan mostrar cosas nuevas, impulsar un teatro muy particular. Esto es teatro más bien convencional aunque con mucha tecnología.

La actriz lamenta no haber establecido precios más altos para la entrada (10 y 12 mil pesos; mitad de precio para estudiantes). “Al Mori le daba miedo”, confiesa. “El trabajo se debe pagar, aquí hay 12 actores chilenos, de primera categoría, arriba del escenario. Su trabajo es todos los días y provoca un desgaste emocional gigantesco. No puede ser que los actores en vivo estemos haciendo funciones por el mismo valor que la entrada al cine. Los actores tampoco pueden estar haciendo caridad. El teatro en Chile es demasiado barato, con funciones a 2 mil pesos. Eso quita profesionalismo”.

Una actriz me decía: no voy a andar cobrando plata. Para eso tengo la plata del Fondart. Eso no corresponde porque no todo el mundo puede estar pendiente de la plata de un Fondart, una miseria de plata para que experimentes con unas funciones y se acabó la obra”.

—¿Qué opina de la gestión de Cruz-Coke?

—Dijo que están desarrollando la posibilidad de hacer bonos culturales para los trabajadores. Eso es lo que he sostenido desde hace 20 años. Se lo propuse a la Concertación y me alegro ahora de que él lo esté proponiendo. Se tiene que incentivar a la gente a que conozca las realizaciones artísticas, no llevando cosas malas a las poblaciones. La cultura debe ser de gran delicadeza, profundidad, cuidado; no algo grueso, que la gente rechaza, y que desorienta, pues el teatro no es eso.
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