Tras una temporada a tablero vuelto, el montaje basado en el clásico de Isabel Allende se presenta del 4 al 16 de enero en el Teatro Mori. Ana María Palma, actriz y productora de la obra, adelanta que planean llevar la obra fuera del país
Desde su debut el 28 de mayo en el pueblo fantasma que conforma la ex salitrera en Humberstone en Iquique, unas 18 mil personas han visto la obra “La Casa de los Espíritus”, de la dramaturga estadounidense Caridad Ssvich, inspirada en la novela homónima de Isabel Allende.
La temporada entonces se extendió por cuatro meses en el Teatro Mori, siempre a tablero vuelto.
Ahora el montaje vuelve con el mismo elenco de
12 reconocidos actores, entre otros: Francisco Melo (Esteban Trueba), Blanca
Lewin (Alba Trueba), Ana María
El montaje fue dirigido por el puertorriqueño José Zayas.
Se trata de puesta en escena que cuenta con tres grandes cortinas que producen distintos planos sobre los que se proyectan imágenes en blanco y negro. Desde allí se genera una atmósfera onírica en la cual Alba (nieta) recuerda desde el presente la historia de su familia, que se combina con alusiones de los conflictos sociales que en Latinoamérica surgían a raíz de la situación agraria, entre otras.
Ana María Palma, quien produjo la obra y actúa en el rol de Clara, explica que optaron por volver en enero porque “todos estaban comprometidos. También era la oportunidad de estar juntos porque después se disgregan”.
La obra se presenta con 12 funciones que van del 4 al 16 de enero, de martes a domingo, “cosa que no hace nadie, sólo Santiago a Mil”. La vuelta de la obra coincide con el festival que cada año convoca a cientos de miles de personas a montajes extranjeros y locales con funciones toda la semana.
—¿Por qué no participan
—
La actriz lamenta no haber establecido precios
más altos para la entrada (10 y 12 mil pesos; mitad de precio para
estudiantes). “Al Mori le daba miedo”, confiesa. “El trabajo se debe pagar,
aquí hay 12 actores chilenos, de primera categoría, arriba
“
Una actriz me decía: no voy a andar cobrando plata.
—¿Qué opina de la gestión de Cruz-Coke?
—Dijo que están desarrollando la posibilidad de hacer bonos culturales para los trabajadores. Eso es lo que he sostenido desde hace 20 años. Se lo propuse a la Concertación y me alegro ahora de que él lo esté proponiendo. Se tiene que incentivar a la gente a que conozca las realizaciones artísticas, no llevando cosas malas a las poblaciones. La cultura debe ser de gran delicadeza, profundidad, cuidado; no algo grueso, que la gente rechaza, y que desorienta, pues el teatro no es eso.