Cibercrimen es una de las principales preocupaciones de las empresas en América Latina
Reputación, propiedad intelectual y los activos financieros son cada vez más amenazados en la región.
por:
La Segunda Online
lunes, 01 de septiembre de 2014
Las pérdidas por delitos cibernéticos de las empresas de servicios financieros en Estados Unidos durante el 2013, superaron los US$23 millones, el promedio más alto para cualquier sector, de acuerdo con una encuesta del PonemonInstitute. Según el estudio, el costo promedio en el 2012 fue US$8.9 millones, lo que cifra para el 2013 un incremento del 30% respecto al año anterior.
Diego Cano, Country Manager de FTI Consulting en Argentina y experto en investigaciones de mitigación del riesgo de fraude, corrupción y delitos cibernéticos, analiza cómo las empresas y los individuos pueden protegerse mejor.
Al respecto señala que “la propiedad intelectual, la reputación y los activos financieros están en riesgo cuando se trata de amenazas avanzadas persistentes (APT, por sus siglas en inglés “AdvancedPersistentThreats”), lo que es un nuevo tipo de ataques cibernéticos más sofisticados, mejor organizados y con frecuencia conectados a movimientos hacktivistas”.
A nivel latinoamericano, Cano subraya en los comentarios de la OEA, que detalla que “los gobiernos latinoamericanos en general, observaron un aumento en la frecuencia de los incidentes cibernéticos en comparación con el 2011”, aun cuando los datos cuantitativos estaban incompletos o no disponible.
El experto enfatiza en la necesidad de actualizar la legislación para la disminución de los casos de ciberdelincuencia cibernética, la que es apoyada por los avances tecnológicos realizados en las últimas dos décadas.
“Al tratarse de un negocio dinámico y que garantiza una alta rentabilidad, la ciberdelincuencia se transforma en una de las principales preocupaciones para las empresas, las que se ven obligadas a revisar permanentemente las políticas de seguridad en el manejo de su información con el fin de proteger los activos financieros, la propiedad intelectual y la reputación de la empresa”, dice.