Eduardo Arriagada
Profesor
Facultad de Comunicaciones UC
www.blogsuc.cl
@earriagada

Hace cuarenta años en la empresa Kodak se inventó la fotografía digital.

Kodak fue hasta hace poco la empresa más relevante del sector, en especial respecto a la fotografía no profesional.

Se le llamaban "Momentos Kodak" a inmortalizar un recuerdo familiar, un momento especial, un instante singular.

La empresa le daba empleo directo a 145 mil personas, un tercio de ellos en Rochester, sin considerar a quienes trabajaban en las miles de tiendas distribuidoras que vendían su producto en el resto del país y su equivalente internacional.

Como otras empresas líderes, Kodak guardó la idea de la foto que no necesitaba usar las películas, que era su producto más rentable... Lo dejó guardado hasta que otros lo aprovecharon.

De repente la fotografía digital irrumpió con la fuerza de un tsunami y arrasó con todo lo análogo. La empresa que obtuvo el liderazgo al destronar a Kodak fue Instagram, que entonces sólo tenía 14 empleados y con esas dimensiones, pero manejando muchas más fotos que Kodak, fue comprada por Facebook en mil millones de dólares hace un par de años.

Hoy las cámaras que todos usan, muchas veces hasta los profesionales, son los mismos celulares de los que estaremos hablando estas semanas en esta columna.

Independiente del modelo de teléfono inteligente táctil que uno tenga, lo que verdaderamente condiciona nuestra experiencia al tomar fotografías son las aplicaciones que aprovechemos.

Las que mencionaré aquí son las más importantes, por lo Mismo, son aplicaciones que tienen sus versiones tanto para teléfonos Apple (iOS) como Android.

En el mundo de los celulares todo pasa por bajarse y aprovechar las aplicaciones adecuadas. Como la mayor parte no tienen costo, no debemos olvidar que esto significa que las pagamos ya sea compartiendo nuestras fotografías o nuestros datos.

Hoy el liderazgo de la fotografía amateur lo tienen las aplicaciones que se han especializado en manejar la fotografía más íntima.

El éxito más reciente es el de Snapchat, que es una aplicación por la que se comparten fotos que quienes las reciben solo las pueden ver por algunos segundos. Es un formato que nos cuesta entender a los mayores que acostumbrábamos a sacar fotografías justamente para inmortalizar y guardar un momento. En Snapchat la idea es que justamente esa foto no se guarde. Eso permite que la imagen que se comparta sea mucho más impulsiva, descuidada. Lo relevante es complementar la conversación compartiendo con otros una imagen espontánea del momento que estamos viviendo.

La otra gran aplicación en términos de masividad es WhatsApp, la reina de la conversación de mensajes que para muchos es el teléfono del futuro. En este caso la aplicaciön de mensajería también incluye un sistema de fotografía tremendamente exitoso. Nuevamente se trata aplicaciones pensadas para aprovechar la fotografía que queremos dejar en la privacidad, a la que podrán acceder solo nuestros amigos reales.

No es extraño que Facebook haya comprado tanto Instagram como WhatsApp. Saben que el futuro de la conversación estará cada vez más atada a las imágenes y los videos. La relevancia que tiene se resume en que Zuckerbeg haya destinado para esas inversiones el 20% de todo lo que había obtenido con el éxito de Facebook.

Si queremos aplicaciones pensadas para compartir con las redes sociales más abiertas como Facebook y Twitter, es más eficiente aprovechar los proyectos prioneros de la fotografía digital como Flirck que ahora es de Yahoo e Instagram, que es de Facebook.

Se trata de espacios que compiten por convertirse en nuestro espacio central para manejar todas nuestras imágenes.

Con distintas ventajas, cada una de estas aplicaciones permite realizar ciertos trabajos de edición de las fotos que tomamos con un celular.

De todas maneras yo recomiendo tener a mano otra aplicación que tiene una versión básica sin costo para el uso en dispositivos móviles: Photoshop. Se trata de una versión muy light del software profesional más importante del mundo de la fotografía, el producto insignia de la empresa Adobe hecha hace unos años para mejorar las fotos que tomamos con nuestros teléfonos. Es tal la potencia del procesador de cualquiera de estos teléfonos que podemos usar el mismo aparato para tomar la fotografía, para mejorarla y para compartirla.

La última parte de la experiencia de manejar nuestras fotos en un celular o tableta es el archivo de las mismas.

Muchos ocupan gran parte de la memoria de sus dispositivos con sus fotos y videos, otros aprovechan las ofertas de las nubes tradicionales: Dropbox, OneDrive de microsoft o Drive de Google.

Yo comencé a probar un producto que busca ser la solución especializada. Se llama Stream Nation y se ofrece como un espacio para almacenar todas nuestras fotos y videos personales, además de nuestras plículas o capítulos de series.

La gran ventaja de la nueva aplicación es que se trata de un producto especializado en el archivo de imágenes y que viene con una oferta relevante: nos ofrece un servicio gratuito sin límite de espacio para guardar todos nuestros productos mediales.