Ciencia/Tecnología
Compartir | | Ampliar Reducir

Leer digital, solo por ahorrar

por:  La Segunda Online
miércoles, 14 de mayo de 2014

Eduardo Arriagada
Profesor
Facultad de Comunicaciones UC
www.blogsuc.cl
@earriagada

El año pasado lancé un libro que sólo lo edité digitalmente. Fue por coherencia: se llamaba #Tsunami Digital y se refería justamente a estos cambios que suceden gracias a las brillantes tecnologías móviles de las que hablamos en esta columna. Mi experiencia confirmó que a pesar de que somos un país en que los usuarios tienen bastantes más pantallas táctiles que el promedio, tanto celulares inteligentes como tabletas, al mismo tiempo casi no leemos en estos espacios.

Vengo promoviendo la lectura digital desde que me compré mi primer lector de libros electrónicos (creo que fue un Kindle en el 2009). He escrito mucho sobre el tema, incluso fui invitado dos veces a la feria del libro de Santiago a analizar el fenómeno. Mientras muchos de los entusiastas de estos espacios defienden que lo digital se impondrá por la enorme capacidad que tienen para cambiar la experiencia de lectura agregando interactividad, videos o multimedia, yo soy de los que creen que la razón fundamental por la que se impondrá lo digital será por el precio.

En parte tiene que ver con algo personal: ni me interesaron las enciclopedias que se vendían como CD Rom en los 90, ni soy de los que se me va la vida navegando por experiencias interactivas, ni tengo especial declive por los juegos propios de los espacios digitales.

En cambio me gusta mucho leer, diarios, revistas, especialmente libros.

Lo mejor de un libro digital es que entrega una experiencia tan buena como la del papel, lo que no es poco, con mejoras que tienen que ver con la misma lectura: acomodar el tamaño de la letra, menor peso, poder tener a mano todos los libros que uno quiera, poder escribir notas y marcar frases destacadas.

Como Seth Godin, creo que pronto el libro de papel será un lujo, como el reloj a cuerda que sigo usando, algo que no es necesario ni tan funcional (en mi caso lo uso porque era de mi padre).

La mayor ventaja de los libros digitales es que son mucho más baratos.

En mi caso, que acostumbraba a comprar libros desde Estados Unidos, lo del precio es un gran tema. Antes un libro me costaba en promedio 15 mil pesos pero gastaba una suma similar en conseguir que me mandaran el libro a mi dirección. Al final gastaba como 30 mil pesos y recibía el libro una semana después desde que lo encargaba.

Ahora el libro me cuesta en promedio 5 mil pesos y lo tengo en mis manos a los pocos segundos de haberlo pedido. La ventaja de precio me lleva a que incluso en las librerías solo me limito a revisar los libros. Cuando encuentro algo que me gusta, normalmente me ahorro el 50% del precio si en vez de comprarlo allí, lo bajo mientras sigo recorriendo la librería.

La imprenta hizo que los libros que fueron manuscritos bajaran de un costo promedio de los 3 millones de pesos por ejemplar a poco menos de 15 mil pesos.

La reproducción masiva que permitió la imprenta universalizó la escritura.

Internet es otra vuelta de tuerca: el costo de cada reproducción hoy casi despareció.

Los libros valen esos 5 mil pesos porque todavía cuesta hacer el primer original: hacer una novela hoy vale casi lo mismo que el hacerlo en la edad media.

Lo que sigue siendo caro es la producción de un buen contenido; lo que se abarató es su reproducción.

Los invito a probar la lectura digital.

Lo más fácil es que bajen una aplicación de Kindle (hay alternativas menos buenas) a cualquier teléfono táctil o tableta y se compren un libro que les interese. El mío está a 4 mil pesos en Amazon. Verán que es una experiencia tan buena como la del papel, con algunas ventajas: podrán convertir la experiencia privada de la lectura en algo social.

Estas aplicaciones permiten compartir nuestras frases destacadas, como ver las más populares o las que han realizado personas que nos interesan.

También podrán conversar en las redes sociales. Por ejemplo, el libro #Tsunami Digital se ha convertido en una conversación, casi una comunidad que comparte y me alimenta futuros trabajos.

Si les empieza a gustar, los animo a plantearse el segundo paso.

Los verdaderos amantes de la lectura nunca se arrepentirán de comprarse un lector de libros digitales de tinta electrónica.

El mismo Kindle de Amazon se puede comprar en 40 mil pesos. Se trata de un aparato liviano, que cabe en cualquier bolsillo y que apenas consume energía. En uno de ellos la experiencia de lectura es mucho mejor que en los aparatos táctiles habituales porque su pantalla no tiene luz propia ni vibra. La tinta digital es una gelatina de colores blancos y negros que cuando cambiamos de página se congela y permite ser leída igual que una página impresa.

Otra ventaja del libro digital es que en su pantalla no hay distracciones.

Un amigo mío usaba el verbo “ipadear” para referirse a la acción del paseo indefinido por los contenidos de cualquier iPad y del mismo internet al que está conectado.

Cuando estamos en el iPad algunos tendemos a conectarnos a las redes por la permanente sensación de que algo relevante está pasando en el mundo en ese momento.

En un libro digital uno puede leer totalmente desconectado, a pesar de ser un aparato digital.

Queremos conocerte. Por favor, responde esta encuesta.
Redes sociales
Redes sociales
Portada

Cerrar

img