Definitivamente el arribo del sol implica que salgan del closet las poleras y vestidos más escotados.
Foto El Mercurio
Previo a la llegada de la primavera-verano, las consultas por implantes mamarios aumentan exponencialmente en relación al resto del año.
Definitivamente el arribo del sol implica que salgan del closet las poleras más escotadas, vestidos, y ropa menos “cerrada” en general, dando rienda a suelta a toda una preparación previa durante los meses de frío que incluye gimnasio, depilación láser, tratamientos varios e incluso cirugías de aumento mamario.
Esto según los especialistas –cirujanos plásticos- es un hecho. ¿Cuál es el perfil de estos pacientes? y ¿cuáles son las tecnologías utilizadas en implantes mamarios?, estas y otras informaciones aclara la cirujana plástica Montserrat Fontbona.
Según la especialista, “el perfil de las pacientes que buscan modificar sus mamas, son mujeres jóvenes o de mediana edad, algunas que han tenido hijos, otros casos chicas con mamas pequeñas que quieren lograr un resultado estético que les permita poder lucir bien y a gusto con su cuerpo, con ropa más liviana y en bikini”.
Y agrega, “la tecnología utilizada en la producción de implantes mamarios ha ido desarrollando cada vez mejores prótesis con geles de silicona y diversas capas que recubren estos geles, posibilitando un resultado natural, mayor resistencia, mejor adaptación a los tejidos con una menor posibilidad de complicaciones, que permiten dar gran seguridad a las pacientes y médicos al utilizarlos”.
Al respecto la especialista advierte el riesgo de optar por “ofertones” que ofrecen cirugías de aumento mamario a bajo costo. Se debe tener mucho cuidado ya que en muchas oportunidades se trata de médicos que no están debidamente certificados ni capacitados, la cirugía se realiza en centros que no cuentan con las condiciones adecuadas de higiene e implementos médicos para permitir realizar una cirugía segura, ni estar preparados para manejar eventuales problemas o complicaciones que puedan ocurrir durante la intervención o en el postoperatorio. Por otra parte, para ahorrar costos, en muchas oportunidades los implantes son de procedencia desconocida, no se encuentran certificados y su calidad es dudosa”.
Sobre la calidad, tecnología y aprobaciones de los implantes mamarios, Fontbona advierte que, “actualmente, la oferta de implantes y expansores en el mercado es bastante amplia. Sin embargo, a la hora de elegir se deben tomar en cuenta algunas variables que pueden resultar determinantes en el éxito del procedimiento. Lo importante es asegurarse de que la elección cuente con la aprobación de agencias regulatorias como la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos) y que posea certificaciones de calidad”.
- Consultar y operarse con cirujanos plásticos debidamente certificados, quienes están capacitados para realizar adecuadamente la cirugía y resolver todas las eventuales dudas o complicaciones que puedan producirse.
- Conversar con su médico respecto a la cirugía, los implantes y eventuales complicaciones antes de la cirugía.
- Saber cuáles son los implantes a utilizar y el laboratorio de estos, así como sus certificaciones.
- Acudir a realizarse una prueba de prótesis antes de la cirugía y confirmar con su médico cuáles son sus preferencias y aclarar todas las dudas.
- Realizar los exámenes preoperatorios solicitados por el médico, para evaluar las mamas (mamografía y ecografía).
La especialista afirma que “la cirugía de prótesis mamarias no es impedimento para una futura lactancia per se. Las pacientes que deciden colocarse prótesis mamarias deben esperar al menos 6 meses posteriores al término de la lactancia para operarse, dado que existen cambios hormonales que van a determinar modificación de la forma y tamaño de las mamas, que requieren un tiempo posterior al cese de la lactancia para estabilizarse. Aparte de esa salvedad, no existe impedimento ni complicación alguna entre una cosa y otra”.
