Disminución de enfermedades, mejora del sistema inmunológico y un aporte importante de nutrientes son algunas de las ventajas.
En la semana mundial de la lactancia, experta explica beneficios
Foto El Mercurio
Entre el 1 y el 7 de agosto se celebrará la Semana Mundial de la Lactancia, impulsada por la Alianza Mundial Pro Lactancia Materna (WABA, siglas en inglés).
La enfermera, matrona y docente de la facultad de Ciencias de la Salud de la U. Central, Ana María Álvarez, explicó que los beneficios de la lactancia son tanto para el niño o niña, como para la madre.
“Todos los estudios han demostrado que los niños alimentados con leche materna son más activos, presentan un mejor desarrollo sicomotor, mayor capacidad de aprendizaje, menos trastornos del lenguaje, y se ha asociado a un mayor coeficiente intelectual”, destacó Álvarez.
Además, también destacó otros beneficios para el bebé y que solo recibirá de la leche materna.
Entre éstos, están el aporte de todos los nutrientes que necesita el niño para la maduración de sus diferentes órganos y sus funciones, mientras que también disminuye la posibilidad de enfermedades crónicas a largo plazo, como la obesidad, sobrepeso o asma.
A su vez, favorece y estimula el sistema inmunológico que le permite protegerlo de cuadros infecciosos respiratorios y digestivos, como también ayuda a la formación de los arcos dentales y estructurales faciales, y menor incidencia de caries.
La docente también explicó que la lactancia refuerza los lazos afectivos de la familia, previniendo el maltrato infantil.
En cuanto a los beneficios de la madre, Álvarez expuso que la lactancia genera en la mujer una mejor valoración de sí misma, lo que significa algo positivo para su equilibrio emocional y desarrollo integral.
El amamantar, también permite recuperar progresivamente su peso, prevenir hemorragias post parto, recuperar la elasticidad y firmeza de las mamas y previene y reduce el riesgo del cáncer de mamas y ovárico.
Así mismo, disminuye la probabilidad de fracturas de cadera o columna en el periodo post menopáusico y, al aumentar las reservas de fierro, previene cualquier tipo de anemia.
“Para esta etapa, les recomendaría a las madres, primero que todo, tener confianza en que resultará instalar un lactancia exitosa. Es importante derribar mitos y no usar chupetes para entretener a la guagua, sino que poner frecuentemente el niño o niña al pecho con libre demanda”, indicó.
La matrona considera importante crear un ambiente propicio, libre de tensiones, sin apuros; buscar una posición para amamantar adecuada que les permita a los dos estar cómodos y relajados.
Aquí la alimentación también es relevante, “tiene que ser equilibrada y sana, y tomar abundante líquido, 2 a 3 litros diarios, leche, sopa, jugos, agua”.
La madre debe procurar el autocuidado; usar un sostén un número mayor para no apretar los pechos, al terminar de dar pecho colocar leche sobre los pezones y dejar secar, para prevenir grietas.
También es bueno descansar entre mamadas, en lo posible dormir siesta de 20 minutos, y distribuir tareas incorporando al padre en las actividades del niño.