El acuerdo explícito es la clave para que cualquier pareja mantenga una relación constructiva.
Foto Juan Francisco Somalo
Rosario Covarrubias
Psicóloga Clínica
Para algunas personas la pareja es el aspecto central que marca su identidad: cada una de las decisiones que toman las hacen teniendo al otro como referente. Para otras, es una dimensión más de su vida, y si bien pueden estar muy comprometidos, se sienten libres de decidir en forma independiente.
Ambas formas de convivencia son válidas en la medida que haya acuerdo y los dos se sientan cómodos con el actuar del otro.
Cuando, por su carácter o costumbres, uno de ellos dirige su vida libremente y sólo comunica las acciones realizadas, mientras que el otro siempre espera tomar las decisiones en conjunto, se producen problemas.
El gran enemigo frente a estas posturas es la incomprensión de las diferencias.
Y esto ocurre porque no han sido planteadas ni conversadas. Al no percatarse de dónde viene la insatisfacción que cada uno siente, tienden a pensar que el otro no los quiere o no los entiende, y lo que en realidad sucede es que tienen una forma distinta de concebir lo que es ser pareja.
La mala comunicación es la principal causa de rupturas porque detrás hay dos personas que no están compartiendo sus emociones y pensamientos, lo que conlleva un distanciamiento que, de no tomar conciencia a tiempo, puede ser tremendamente destructivo.
Para cuidar la relación de pareja es indispensable darse el tiempo para hablar de cada uno, dejando a un lado las temáticas cotidianas y las conversaciones sobre los hijos.
En la actualidad, son muchas las exigencias y poco el tiempo del cual se dispone. Pensar en los objetivos a largo plazo y no sólo quedarse en las urgencias cotidianas es clave para darse el espacio que requieren. Cuidar la relación implica escucharse activamente, permitiendo al otro explayarse sin interrupciones, demostrándole que sus inquietudes y sus problemas nos importan y sin dar nada por obvio.
Las personas estamos en continuo desarrollo, por lo que el cambio es inevitable. El enamoramiento pasa y si no se han sentado bases sólidas, con una comunicación fluida y permanente, comenzamos a ver más los defectos y a distanciarnos. Mantener el amor requiere estar atentos a estas señales.
